La EASP forma a profesionales en el uso de 'Apps' móviles

Prevención y promoción de la salud son las áreas donde más útiles pueden llegar a ser las aplicaciones para dispositivos móviles en el ámbito sanitario.

Rosalía Sierra. Madrid | 06/09/2013 00:00

Alejandro López, de la EASP. ()

Más sencillos de usar que un ordenador pero con las mismas posibilidades -o más-, y presentes en los bolsillos de todos: los dispositivos móviles inteligentes suponen una revolución en la forma de entender la comunicación, el entretenimiento y, por qué no, la salud. "Estos dispositivos tienen una usabilidad que permite que se acerquen a la tecnología personas que antes no podían", explica Alejandro López, del Área de Tecnologías de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), organizador, junto a Diego Rodero, del taller Dispositivos móviles y aplicaciones (APPs) en Salud, dentro del Congreso Iberoamericano de Epidemiología y Salud Pública, que se está celebrando esta semana en Granada.
Entre los objetivos del taller figuraba "actualizar los conocimientos de los profesionales sobre dispositivos móviles y exponer por qué tienen tanto éxito". A juicio de López, una de las grandes ventajas de tabletas y smartphones en salud es que "ya lo usan la mayoría de los profesionales y los pacientes, por lo que mejorar la comunicación entre ellos no supone ninguna inversión en dispositivos".
Además, destaca su utilidad en un área en que los sistemas sanitarios no obtienen el éxito esperado: la prevención. "Existen gran número de aplicaciones enfocadas a promocionar los estilos de vida saludables, mejorar la forma física y cuidar la alimentación", por lo que el experto recomienda a los profesionales "prescribir en la consulta apps saludables", especialmente útiles para el manejo de enfermedades crónicas o procesos como el embarazo.
Otra parte del taller ha estado dedicada precisamente a analizar esas aplicaciones, tanto las generalistas -"una app de mensajería instantánea puede ser muy útil para pedir segundas opiniones y resolver dudas, por ejemplo"- como las específicas. En este sentido, López se muestra partidario de iniciativas como la de la Agencia de Calidad Sanitaria de la Junta de Andalucía de crear el distintivo Appsaludable para "ayudar a los usuarios a distinguir entre el contenido útil y beneficioso y aquél que puede no ser recomendable".
Una tendencia que no deja de crecer es el desarrollo de dispositivos llevables -como pulseras y colgantes- que acompañan a las aplicaciones de salud monitorizando los ritmos de sueño, los pasos dados, la actividad física, etc. ". Estos aparatos se entroncan en la fuerza que va ganando la gamificación de la salud: "Un podómetro, por ejemplo, asociado a una aplicación, no sólo cuenta pasos, sino que plantea retos, da recompensas -aun en forma de medalla virtual- y permite compartir la actividad con otras personas en redes sociales, lo que resulta un elemento muy motivador para mejorar los estilos de vida".