La salud como valor corporativo debe incorporarse a todas las organizaciones creando modelos facilmente imitables

Madrid (04/07/2014) - Mónica de Haro

• Expertos en salud abogan por nuevos modelos organizativos centrados en el paciente, donde los profesionales sanitarios tengan mayor protagonismo y capacidad de decisión

• Asimismo consideran necesaria la gestión de calidad y la certificación profesional como muestra de "compromiso personal" y como medio para asegurar el código de buena praxis, así como la productividad y rentabilidad del sistema

Se ha celebrado en el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, junto con la colaboración de Sanofi Pasteur MSD, el desayuno de trabajo "El Capital Humano: un valor añadido en la asistencia sanitaria". El Dr. Manuel de la Peña, presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, centro colaborador de la OMS, centró su discurso en la importancia que tiene poner en valor el capital humano, creando instrumentos de participación y cooperación de los profesionales de salud como el camino hacia la excelencia sanitaria. Para ello, es esencial contar con la participación activa de los profesionales sanitarios en la toma de decisiones y el talento debe ir asociado a las buenas prácticas.

Los retos a los que se enfrentan los Recursos Humanos en el entorno sanitario están basados en nuevos modelos organizativos, con tres pilares básicos: centrados en el paciente, convirtiendo en protagonistas reales a los profesionales sanitarios, y que estén orientados a la organización.

Por su parte, la directora general de la Asociación Española para la Calidad, Marta Villanueva, remarcó la idea de que "hay que incorporar la calidad por encima de todo lo que hacemos", y que es hora de certificar las competencias de los profesionales sanitarios armonizando perfiles profesionales, que permitan trabajar al capital humano en toda Europa.

Para el Dr. Agustín Mocoroa, director corporativo de Salud y Prevención del Grupo Santander, es importante que las empresas intervengan para conseguir un colectivo sano, realizando una promoción integral de la salud y generando un entorno, unos hábitos y unos comportamientos saludables entre sus empleados. "Una empresa sana es competitiva, rentable, hace marca y, sobre todo, es sostenible en el tiempo", afirma Mocoroa.

Unos principios que el grupo Santander engloba en su "Ciudad Saludable" diseñada para hacer la vida más fácil y cómoda a las personas. De hecho gracias a su gran accesibilidad y a la oferta de servicios sanitarios se han reducido considerablemente los índices de absentismo laboral y se han "controlado" enfermedades infecciosas mediante una serie de campañas específicas de vacunación como la de la gripe, el virus del papiloma humano, la hepatitis A y B o el Herpes Zoster. "La empresa es el mejor caldo de cultivo para implantar políticas y estrategias en salud", asegura Mocoroa.

En este sentido, también Manuel Porrua, director de Recursos Humanos y RSC de Fraternidad–Muprespa, considera que hay que apostar por la salud de los empleados e involucrarlos en ella, impulsando procesos de mejora continua y transformando las compañías en empresas saludables.