29 de Enero de 2015
Los medicamentos biológicos biosimilares podrían suponer un ahorro al SNS de entre un 20% y un 30% respecto a los biológicos originales
La Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), con la colaboración de Hospira, celebró ayer la Jornada “Medicamentos biológicos originales y biosimilares en España: la visión de los pacientes, la Administración y los profesionales sanitarios”.
Los fármacos biotecnológicos (aquellos que se desarrollan mediante técnicas de biología molecular) han aumentado notablemente las opciones de tratamiento de enfermedades graves oncológicas e inflamatorias, entre muchas otras. En España, estos medicamentos se utilizan ya “de forma muy profusa y cerca de un 30% del gasto farmacéutico del sistema sanitario se emplea en su adquisición”, según el Dr. Federico Díaz González, director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y reumatólogo del Hospital Universitario de Canarias.
Pero es precisamente esa creciente utilización la que ha hecho, según explica el doctor Fernando de Mora, profesor del Departamento de Farmacología, Terapéutica y Toxicología de la Universidad Autónoma de Barcelona y consultor académico internacional en Regulación y Mercado de Biosimilares, “que se haya disparado la factura farmacéutica”, al tiempo que “la larga lista de productos biotecnológicos en desarrollo acrecienta la amenaza sobre la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)”.
En este contexto, los fármacos biotecnológicos biosimilares -que se desarrollan para ser similares a los medicamentos biológicos originales que ya están autorizados y que basan parte de su desarrollo en lo que ya se conoce de dichos medicamentos innovadores- aumentan el acceso de los pacientes a tratamientos complejos a un coste menor para el SNS. Sin embargo, su penetración en España es lenta y escasa, en parte por el desconocimiento que sigue habiendo sobre qué son y en qué casos pueden utilizarse, lo que impide un notable ahorro económico y el acceso de un mayor número de pacientes a tratamientos biotecnológicos.
La Jornada “Medicamentos biológicos originales y biosimilares en España: la visión de los pacientes, la Administración y los profesionales sanitarios”, celebrada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) con la colaboración de Hospira, ha dado voz a representantes de la Administración, los profesionales sanitarios y los pacientes, que han expuesto sus inquietudes sobre el acceso a este tipo de fármacos. Una de las conclusiones ha sido que es necesario establecer los mecanismos necesarios para facilitar la entrada en el mercado de estos fármacos y contar con un marco regulatorio que garantice las condiciones necesarias para el desarrollo de este mercado en España.
Según ha recordado el Dr. de Mora, los biológicos biosimilares han demostrado equivalencia en cuanto a calidad, seguridad y eficacia respecto a los originales. Sin embargo, los datos de la consultora IMS indican que en España, uno de los cinco mercados farmacéuticos más grandes de Europa, su penetración es baja y lenta, lo cual redunda, según este experto, “en un coste de oportunidad excesivo para los pacientes. En el origen de la baja utilización de los biosimilares está el desconocimiento quese tiene de ellos. Saber cómo se producen y estudian y cuáles son los criterios de autorización por parte de la EMA genera confianza entre los agentes del sistema sanitario”.
En esa línea, Carolina González Criado, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio Galego de Saúde (SERGAS), subraya que “en el caso de los medicamentos biosimilares debemos hacer un esfuerzo por ir haciendo cultura y difundir entre nuestros equipos gestores, profesionales sanitarios y nuestro usuarios todos los aspectos relacionados con su autorización y registro para despejar cualquier tipo de duda o inquietud”.
También los pacientes han reclamado el acceso a una información veraz para conocer mejor lo que supone el tratamiento con estos fármacos. Antonio Ignacio Torralba, presidente de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis), considera insuficiente la formación que han recibido los pacientes sobre los fármacos biológicos biosimilares: “Desde el momento en que se comenzó a hablar de este tipo de fármacos se han equiparado a los genéricos, lo que ha provocado que muchas personas consideren a los biosimilares como los genéricos de los biológicos. Todo esto ha creado una gran confusión que es necesario aclarar”. “Lo importante”, ha destacado Torralba, “es que estos fármacos lleguen y sean accesibles a todo el mundo, pero no con el objetivo de sustituir a otros fármacos ya existentes y eficaces, sino para abrir e implementar el abanico de posibilidades terapéuticas para los pacientes”.
Desde el punto de vista económico, y teniendo en cuenta que el biotecnológico es un mercado de miles de millones de euros, en los próximos años la entrada de los biológicos biosimilares puede comportar un ahorro substancial para el sistema sanitario. La incentivación de su uso permitiría contribuir a la contención del gasto y ofrecer acceso a más pacientes a los tratamientos biológicos.
Todo ello redundaría en un beneficio para los pacientes y para el propio sistema sanitario, ya que uno de los valores añadidos de estos fármacos, según el Dr. de Mora, es el de “adquirir productos de equivalente calidad, eficacia y seguridad, pero a un precio entre un 20% y un 30% inferior al del original. Bajo esta premisa, los biosimilares suponen una herramienta más para contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario y facilitar el acceso de más pacientes a tratamientos con biotecnológicos”.
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