REQUIERE TIEMPO Y ESFUERZO
Instaurar una cultura preventiva, el reto de todos los veranos
Cada año, los expertos en salud recuerdan los consejos para tener un verano sin complicaciones. Aquellos derivados del sol, como el golpe de calor, tienden a ser los más frecuentes y graves.
Cindy Erazo | cindy.erazo@unidadeditorial.es | 03/08/2015 11:31
Iniciativa de primeros auxilios de Cruz Roja. (CF)
VISTA:
El sol, aunque necesario, es bastante peligroso; en especial, en verano. Con la llegada de las vacaciones, todos los expertos en salud se esfuerzan por recalcar las recomendaciones para tener un verano saludable y sin incidentes. "Pero conseguir instaurar una cultura preventiva es algo que requiere mucho tiempo y esfuerzo, y es necesario repetir los mensajes", señala Juan Jesús Hernández, responsable del Plan de Salud de Cruz Roja Española, que, como todos los años, ha lanzado la campañaEste verano, quiérete mucho, con una serie de recomendaciones para cuidarse y protegerse frente a los accidentes y tener un verano sin complicaciones. "Lo más importante -recalca Hernández- es seguir lo que nosotros llamamos conducta AVA (advierte el riesgo, valora el peligro y actúa en consecuencia), y usar el sentido común para evitar la mayoría de los accidentes, que en un 90 por ciento de los casos son evitables si nos fijamos adecuadamente en los peligros que nos rodean".
Ducharse con agua fría, más calor
Las quemaduras, hongos y cistitis son los incidentes más comunes en verano, como apunta Aurora Garre, experta médica de Laboratorios Cinfa, mientras que las picaduras de mosquitos, "aunque banales", despierta mucha preocupación en la gente.
Las quemaduras, hongos y cistitis son los incidentes más comunes en verano, como apunta Aurora Garre, experta médica de Laboratorios Cinfa, mientras que las picaduras de mosquitos, "aunque banales", despierta mucha preocupación en la gente.
A estos problemas se añaden los derivados del sol, como se advierte desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) en su web Familia y Salud, donde hacen especial hincapié en los golpes de calor: "Se producen cuando la temperatura corporal pasa de los 40° y se produce un fallo en el sistema que regula la temperatura en nuestro organismo". E insisten en que el riesgo es mayor "si a lo largo de 48 horas se mantiene una temperatura ambiente superior 32-34º C con humedad relativa por encima del 50-60 por ciento". Además, "suele haber más casos los primeros días de la ola de calor por la falta de aclimatación", añaden fuentes de la Aepap.
Para evitar este tipo de situaciones, las recomendaciones que dan los expertos y servicios de urgencias, son siempre las mismas: hidratarse, evitar salir a la calle y hacer ejercicio en las en las horas centrales del día, utilizar sombreros, comer de forma ligera y no consumir bebidas alcohólicas y con cafeína. Otro consejo importante en el que hacen hincapié expertos del Hospital Nuestra Señora del Rosario en una nota de prensa hecha pública en julio: al ducharse "es mejor utilizar agua templada, pues con el agua fría, aunque en un primer momento se pueda tener sensación de que refresca, inmediatamente después de terminar se produce una vasoconstricción sanguínea por efecto del frío y una posterior vasodilatación, que hace que llegue más sangre a la piel, con la consiguiente sensación de calor".
Melanoma: Menos frecuente, más maligno
Los niños, "con menos conciencia del peligro" y los ancianos, que "se ven más afectados por caídas debido en muchos casos a diversas patologías" son los sectores de la población que más riesgo tienen en verano. En este sentido, Aurora Garre advierte de la importancia de "no exponer a un bebé menor de un año al sol", ya que su piel aún no tiene la capacidad de reacción y protección que la de un adulto. Recomienda, por ello, la aplicación "intensiva" de fotoprotectores con filtros solares "adecuados". En esta línea, la Aepap señala que "la producción de calor por superficie corporal alcanza el máximo a la edad de cinco meses. En cambio, la capacidad para disminuirlo por sudoración se desarrolla más lentamente a lo largo del primer año". Y recuerdan que una exposición excesiva al sol con los años puede derivar en un melanoma. "Es el cáncer de piel menos frecuente, pero más maligno", explica Garre, quien añade que aparece "en los jóvenes debido a un abuso del sol en edades tempranas". El principal problema, en su opinión, es la "imprudencia". Por ello desde la Aepap recomiendan intensificar la prevención y reforzar los hábitos saludables en la etapa infantil y adolescente".
Los niños, "con menos conciencia del peligro" y los ancianos, que "se ven más afectados por caídas debido en muchos casos a diversas patologías" son los sectores de la población que más riesgo tienen en verano. En este sentido, Aurora Garre advierte de la importancia de "no exponer a un bebé menor de un año al sol", ya que su piel aún no tiene la capacidad de reacción y protección que la de un adulto. Recomienda, por ello, la aplicación "intensiva" de fotoprotectores con filtros solares "adecuados". En esta línea, la Aepap señala que "la producción de calor por superficie corporal alcanza el máximo a la edad de cinco meses. En cambio, la capacidad para disminuirlo por sudoración se desarrolla más lentamente a lo largo del primer año". Y recuerdan que una exposición excesiva al sol con los años puede derivar en un melanoma. "Es el cáncer de piel menos frecuente, pero más maligno", explica Garre, quien añade que aparece "en los jóvenes debido a un abuso del sol en edades tempranas". El principal problema, en su opinión, es la "imprudencia". Por ello desde la Aepap recomiendan intensificar la prevención y reforzar los hábitos saludables en la etapa infantil y adolescente".
Ahogamientos
Al margen de las altas temperaturas y el sol, los accidentes en el agua son, aunque no muy comunes, bastante graves. El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en Europa, y en España representa el 13 por ciento de la mortalidad infantil por lesiones. Así lo concluye el documento Recomendaciones sobre la prevención de ahogamientos, elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y publicado en el número de enero de la revista Anales de Pediatría. Ser conscientes de la profundidad del agua, no bañarse después de comer, para evitar cortes de digestión y hacerlo en zonas señalizadas, son los consejos más frecuentes de los expertos para evitar accidentes en el agua. Juan Jesús Hernández aconseja que si el accidente ya ha ocurrido hay que "seguir la conducta PAS (proteger el lugar del accidente, avisar a los servicios de socorro y socorrer en la medida de nuestras posibilidades y conocimientos)".
Al margen de las altas temperaturas y el sol, los accidentes en el agua son, aunque no muy comunes, bastante graves. El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en Europa, y en España representa el 13 por ciento de la mortalidad infantil por lesiones. Así lo concluye el documento Recomendaciones sobre la prevención de ahogamientos, elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y publicado en el número de enero de la revista Anales de Pediatría. Ser conscientes de la profundidad del agua, no bañarse después de comer, para evitar cortes de digestión y hacerlo en zonas señalizadas, son los consejos más frecuentes de los expertos para evitar accidentes en el agua. Juan Jesús Hernández aconseja que si el accidente ya ha ocurrido hay que "seguir la conducta PAS (proteger el lugar del accidente, avisar a los servicios de socorro y socorrer en la medida de nuestras posibilidades y conocimientos)".
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