lunes, 16 de abril de 2012

La hipertensión arterial es el niño pobre de la investigación española :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad La hipertensión arterial es el niño pobre de la investigación española

La hipertensión arterial es el niño pobre de la investigación española

 
Abril de 2012 - Jorge Sánchez Franco

Nives Martell, presidenta de la SEH-LELHA, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

Según datos del estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), más de 15 millones de españoles padecen hipertensión arterial, un importante factor de riesgo cardiovascular que puede originar un infarto o un ictus si no está debidamente controlado. De hecho, apenas un 20 por ciento de nuestra población hipertensa mantiene controladas sus cifras de presión arterial por debajo de 140/90 mmHg. Se trata de un porcentaje todavía demasiado bajo, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo desde el ámbito asistencial. Así lo cree la doctora Nieves Martell, presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), quien lleva poco más de un año al frente de la sociedad científica.

¿Qué balance hace de su mandato al frente de la sociedad científica?
En primer lugar, hemos logrado una buena coordinación con las diferentes sociedades autonómicas que conforman la SEH-LELHA, mediante la firma de sendos acuerdos en favor del trabajo conjunto y organizado. Tenemos que aprovechar al máximo los recursos con los que contamos por el contexto de crisis en el que nos encontramos. Por esta razón, se intentará implicar al mayor número posible de socios en cada nuevo proyecto que se inicie. En el ámbito internacional, acabamos de firmar un convenio de colaboración con la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y, de momento, estamos empezando a implicarnos en algunos proyectos docentes. Esta iniciativa se enmarca dentro de un plan más ambicioso que pretende la coordinación de la SEH-LELHA con los profesionales hispanohablantes del continente americano, después de que en Europa ya contemos con unas excelentes relaciones. También hemos puesto en marcha un importante proyecto docente nacional que se denomina "Pegaso". En una primera fase, casi 400 médicos de la SEH-LELHA participaron en el diseño de este curso on line, que acaba de empezar a impartirse. Esperamos conseguir muy buenos resultados con esta original iniciativa, que no aborda casos clínicos concretos, sino diferentes situaciones que pueden darse en la práctica clínica diaria, todas ellas perfectamente referenciadas y explicadas. Por último, la SEH-LELHA se ha implicado en el proyecto "Conductor Responsable", de Mapfre. Con esta acción queremos que todos nuestros médicos tengan claros determinados conceptos relacionados con la seguridad vial. Así, a un paciente con la presión arterial excesivamente elevada se le debe recomendar que no conduzca hasta que no tenga sus cifras controladas. Lo mismo debe hacerse en aquellos pacientes que acaban de iniciar un tratamiento para la diabetes, pues hay riesgo de hipoglucemia.

¿Qué proyectos hay previstos a corto y largo plazo?
Uno de los proyectos más importantes de la actual junta directiva tiene que ver con la dinamización y potenciación de los grupos de trabajo que operan en el seno de la SEH-LELHA, pues son los que sustentan la actividad investigadora de la sociedad científica. Igualmente, se quieren crear entre 6 y 10 grupos nuevos. En la actualidad, las temáticas de los grupos van desde el cumplimiento terapéutico –uno de los más antiguos- hasta la hipertensión refractaria o resistente –creado hace apenas un año-, pasando por la inercia, la diabetes o el ictus.

¿Qué demandas se hacen desde esta Sociedad Científica a la Administración?
Creemos que la Administración debería liderar una campaña nacional que promueva el consumo moderado de sal, la dieta y el ejercicio físico, en colaboración con la SEH-LELHA y el resto de sociedades científicas implicadas en el abordaje de la hipertensión arterial. No entendemos por qué no se ha hecho todavía. En breve intentaremos reunirnos con el nuevo equipo ministerial, liderado por Ana Mato, para intentar llevar a cabo alguna actividad concreta a nivel poblacional, que es lo que más nos preocupa a los profesionales. Elaboraremos un plan más concreto y se lo ofreceremos. Es importante concienciar a la población para favorecer el diagnóstico precoz de este importante factor de riesgo cardiovascular y reducir así las elevadas cifras de morbimortalidad derivadas de su todavía escaso control.

¿Qué tipo de carencias percibe en el ámbito de la hipertensión arterial?
Parece que queda más lucido investigar el cáncer o el sida, de tal manera que la hipertensión arterial suele ser el niño pobre. Nos cuesta mucho trabajo conseguir financiación para las investigaciones de nuestros grupos de trabajo. Priman las enfermedades menos vulgares.

¿Hay carencias también en el ámbito asistencial?
En España hay suficientes unidades hospitalarias de hipertensión arterial, a las que llegan únicamente los pacientes más complejos. Una vez se normalizan y controlan sus cifras, estos son devueltos al primer nivel asistencial.

¿Cuáles son los temas de actualidad en el abordaje de la hipertensión arterial?
Uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza nos causa a los médicos especializados en esta enfermedad tiene que ver con el abordaje de la hipertensión arterial refractaria o resistente, que es aquella que persiste por encima de los niveles de presión aceptables a pesar del tratamiento con dosis plenas de tres o más grupos de medicamentos hipotensores. Según datos de la SEH-LEHLA, en torno al 10 por ciento de la población hipertensa española podría englobarse dentro de ese grupo –algo más de un millón y medio de personas-. En el 99 por ciento de los casos se logra controlar los niveles de presión arterial con cuatro o cinco fármacos, y sólo un 1 por ciento tiene que recurrir a técnicas invasivas, como la ablación por radiofrecuencia de los nervios de la arteria renal. Se trata de una técnica relativamente nueva que está dando buenos resultados. En dos años de seguimiento no ha habido ningún problema. También hay controversias en torno a las guías de hipertensión arterial actualmente disponibles: ¿se necesitan más o basta con actualizar las ya existentes? ¿hay que contar con una única guía para todos los profesionales que nos dedicamos a esto? Por encima de todo esto, es muy importante que las referencias al manejo del paciente hipertenso estén bien claras. Hay alguna variabilidad entre unas guías y otras, pero no es extrema, ya que todas dicen prácticamente lo mismo. Las diferencias más significativas están en las tablas que se utilizan para clasificar a los pacientes, pero el concepto general es bastante similar. Otro tema candente es la utilización o no de los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-II). Tienen a su favor la consecución de una mayor adherencia por parte de los pacientes, ya que presentan menos efectos secundarios que otros medicamentos para el mismo fin, y este aspecto es precisamente uno de los más importantes a tener en cuenta en el abordaje de la hipertensión arterial. Es un valor añadido para el profesional. Opino que todo tiene su sitio y, por tanto, no sobra ningún fármaco. De hecho, se necesitan familias nuevas para poder abordar muchos casos de hipertensión arterial refractaria que están sin solucionar.

¿Además de los refractarios, existe algún otro grupo de pacientes cuyo abordaje preocupe a los profesionales?
El paciente hipertenso diabético también tiene una gran importancia, ya que presenta un perfil especialmente delicado a la hora de combinar fármacos antihipertensivos y antidiabéticos. Hoy en día disponemos de un amplio espectro de fármacos nuevos dentro del segundo grupo, por lo que es importante conocer bien sus indicaciones e interacciones. No nos olvidemos de que el 80 por ciento de los pacientes hipertensos son también diabéticos. También están muy de actualidad los nuevos anticoagulantes, fundamentales para muchos pacientes hipertensos que evolucionan hacia fibrilación auricular y que, por tanto, tienen que completar su tratamiento con dichos fármacos. Son pacientes más complejos, pero relativamente habituales. Por último, es importante tener en cuenta a los pacientes oncológicos, que suelen tener la presión arterial alta fundamentalmente como consecuencia de los tratamientos que se utilizan en el abordaje de su enfermedad. Esta circunstancia es cada vez más frecuente.

¿Cuál es el momento idóneo para prescribir el tratamiento antihipertensivo?
El diagnóstico precoz de la hipertensión arterial y la consiguiente implementación del tratamiento evitaría el progresivo deterioro de las arterias, que es lo que impide a los fármacos antihipertensivos hacer bien su trabajo en los pacientes refractarios. Sin embargo, ni la Administración ni los propios pacientes entienden muy bien la prescripción de este tipo de tratamiento en personas jóvenes diagnosticadas de hipertensión que todavía cuentan con unos niveles de presión no demasiado elevados. Hay que concienciarles a ambos de la importancia de esta estrategia.

¿Cuáles son las claves de futuro en el abordaje de la HTA?
En general, la investigación en torno a la hipertensión arterial se viene centrando en aspectos meramente conceptuales, lo que está permitiendo la identificación y ajuste de subgrupos de pacientes con el objetivo de acercar los tratamientos a las necesidades y peculiaridades de cada persona. Así, en función del equilibrio hemodinámico de cada paciente, el profesional ataca aquellos indicadores que estén más alterados (volumen, vasoconstricción, etc.). Además, se están llevando a cabo numerosas y prometedoras investigaciones básicas sobre la génesis de la enfermedad. Todo esto es difícil de comunicar a la población general, pero podría tener sus aplicaciones prácticas más pronto de lo que se pueda pensar.

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