el consejero no entiende la movilización sindical
"Es necesario otro modelo para evitar reformas coyunturales constantes"
El primer año de Luis Rosado al frente de la Consejería de Sanidad valenciana ha sido difícil; se han unido medidas conyunturales para atajar el déficit sanitario y la propuesta de un nuevo modelo de gestión compartida. Ambas medidas han provocado protestas, pero Rosado cree que la primera da resultados y que la segunda es una necesidad imperiosa.
Enrique Mezquita. Valencia | 25/06/2012 00:00
Luis Rosado, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana. (CF)
-Había que transformar la organización sanitaria, aligerar la administración pública e implicar a los profesionales a través de productividad variable y corresponsabilizar al ciudadano (ver DM 6-7-2011). El mensaje se mantiene, pero no era tan previsible que se juntaran de una forma tan homogénea la necesidad de mezclar medidas coyunturales y estructurales. Al hacerlo entiendo que se genere cierta confusión y desconfianza en la ciudadanía, ya que puede creer que las segundas buscan recortes; no es así.
¿Qué resultado han dado las medidas para contener déficit y racionalizar?
-Tras cuatro meses de implantación de medidas, algunas controvertidas, estamos cumpliendo los objetivos económicos y el ciudadano no ha percibido ningún cambio en su asistencia. En estos momentos el ahorro es de alrededor de 112 millones de euros; es un dato objetivo porque hacemos una certificación mensual de los ahorros que se van produciendo. El ahorro se ha producido con un entorno de indicadores de gestión macrosanitarios que no son desdeñables: los hospitales valencianos están operando un 5,5 por ciento más de cirugía programada y se realiza un 8,3 por ciento más de cirugía mayor ambulatoria, por ejemplo. La calidad asistencial no ha disminuido y se está consiguiendo ahorrar: estamos orgullosos de los resultados.
El gran cambio estructural es la gestión compartida...
-Si sólo tomamos medidas coyunturales corremos el peligro de volver a caer en la misma situación en el futuro, pero estando ya al límite de la eficiencia y con el riesgo de tener que comenzar a aplicar recortes en prestaciones. Era necesario cambiar el modelo. No queremos modificar el sistema de sanidad que se da en la región, sino invertir el modelo de negocio de las empresas que actualmente vienen operando con el sistema público. Ahora la empresa gana más dinero cuanto más ineficiente es o más se desborda el sistema público y, a partir de ahora, queremos que gane dinero si mejora los resultados económicos de la Administración. ¿Cómo? A través del operador intermedio y repartiendo el beneficio con las empresas.
- El profesional está confuso, recibe datos distorsionados; el pacientes se enfada, y es nomal, si se le habla de privatizar hospitales: no es cierto
-No se trata de privatizar la sanidad, sino de cambiar el modelo de negocio. No tiene mucho que ver con el modelo Alcira, por ejemplo.
Más allá del concepto, ¿cuáles son las claves de su puesta en marcha práctica?
-Nuestra intención es que en julio ya tengamos abierto el diálogo competitivo, que se realizaría durante todo el verano. Cumpliendo fechas, a finales de año podríamos licitar el concurso. Quedan por definir detalles (aspectos económicos de la relación de la cápita o el número de lotes, por ejemplo), pero lo más importante está perfilado. Respecto a con qué prestaciones cuenta el modelo, esencialmente son las incluidas en la cartera suplementaria del SNS y la logística hospitalaria.
¿Cómo considera que están aceptando este modelo los diferentes actores?
-Los profesionales están confusos porque reciben informaciones controvertidas o distorsionadas. Respecto a los ciudadanos, si se les informa de que se van a privatizar todos los hospitales, es normal que se enfaden, pero no es así. La única realidad es que no van a percibir ningún cambio. Con respecto a los operadores, se van a sentir cómodos con las empresas que quieran entrar con la Administración; entre todos vamos a buscar el beneficio común.
Tanto los cambios estructurales como coyunturales han tenido bastante contestación a nivel sindical, profesional y social...
-Hay algunos aspectos que no alcanzo a entender, especialmente la movilización sindical. Creía que un modelo donde no se toca la relación laboral y además se consolida la eficiencia del sistema público para mejorar su sostenibilidad podía llegar a tener incluso el apoyo de los sindicatos. Debemos explicarlo muy bien.
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