Osakidetza abonará el sobrecoste de las medicinas compradas fuera de País Vasco
Bilbao (27/06/2012) - Nerea Garay
El Gobierno vasco ha aprobado un decreto para evitar aplicar el copago farmacéutico en la Comunidad
El Gobierno vasco está decidido a que los recortes de Sanidad que baraja el
Ejecutivo de Rajoy no se apliquen en País Vasco. Para ello ha tramitado de
urgencia un decreto para dejar sin efecto el que a partir del 1 de julio se
active en la Comunidad vasca el copago de medicamentos en función de la renta;
asimismo impedirá también la retirada de la tarjeta sanitaria a los emigrantes
irregulares.
Mediante este decreto se establece que en País Vasco los pensionistas no tengan que abonar el 10 por ciento del coste de los medicamentos en función de sus ingresos como en el resto del país. Respecto al conjunto de la población activa, los vascos seguirán pagando, como hasta ahora, el 40 por ciento del coste farmacéutico, mientras que en el Estado ese porcentaje exclusivamente se aplicará a quienes ganen menos de 18.000 euros.
Por otro lado, el decreto del Gobierno vasco sí establece la gratuidad de los medicamentos para los parados que no perciben subsidio, e indica que estarán exentos de pagar las medicinas los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos, las personas con tratamientos por accidentes de trabajo o enfermedad profesional, afectados de síndrome tóxico y algunos discapacitados.
El decreto vasco establece que podrán disponer de la tarjeta sanitaria todas las personas empadronadas en el País Vasco al menos un año antes de solicitar la prestación sanitaria, hayan cotizado o no a la Seguridad Social. También se regula que los vascos que tengan que adquirir medicamentos fuera de esta Comunidad "podrán solicitar el exceso abonado" en farmacias de otras comunidades respecto a lo que hubieran pagado en el País Vasco, y el Servicio Vasco de Salud les devolverá ese sobrecoste.
"Suficiencia financiera"
El decreto vasco justifica la adopción de estas medidas, en contra de lo dispuesto por la legislación estatal, basándose en las competencias que otorga al País Vasco el Estatuto, en el que se le atribuye el desarrollo legislativo en materia de "Sanidad interior".
Además, alega que País Vasco cuenta con "suficiencia financiera" para hacer frente al gasto suplementario que supondrán estas medidas respecto al Estado, como quedó demostrado al aprobar el Gobierno Rajoy el Plan de Reequilibrio Financiero que presentó la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).
El Gobierno vasco se da prisa a la hora de aprobar el decreto, porque el 1 de julio entra en vigor el nuevo copago farmacéutico en el Estado. De hecho, el Instituto Nacional de la Seguridad Social ya ha reclamado a las haciendas forales los datos fiscales –la de Bizkaia y Álava ya los han entregado– para implantar esa medida. Los cambios respecto a la tarjeta sanitaria se harán efectivos en el Estado a partir de septiembre.
Mediante este decreto se establece que en País Vasco los pensionistas no tengan que abonar el 10 por ciento del coste de los medicamentos en función de sus ingresos como en el resto del país. Respecto al conjunto de la población activa, los vascos seguirán pagando, como hasta ahora, el 40 por ciento del coste farmacéutico, mientras que en el Estado ese porcentaje exclusivamente se aplicará a quienes ganen menos de 18.000 euros.
Por otro lado, el decreto del Gobierno vasco sí establece la gratuidad de los medicamentos para los parados que no perciben subsidio, e indica que estarán exentos de pagar las medicinas los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos, las personas con tratamientos por accidentes de trabajo o enfermedad profesional, afectados de síndrome tóxico y algunos discapacitados.
El decreto vasco establece que podrán disponer de la tarjeta sanitaria todas las personas empadronadas en el País Vasco al menos un año antes de solicitar la prestación sanitaria, hayan cotizado o no a la Seguridad Social. También se regula que los vascos que tengan que adquirir medicamentos fuera de esta Comunidad "podrán solicitar el exceso abonado" en farmacias de otras comunidades respecto a lo que hubieran pagado en el País Vasco, y el Servicio Vasco de Salud les devolverá ese sobrecoste.
"Suficiencia financiera"
El decreto vasco justifica la adopción de estas medidas, en contra de lo dispuesto por la legislación estatal, basándose en las competencias que otorga al País Vasco el Estatuto, en el que se le atribuye el desarrollo legislativo en materia de "Sanidad interior".
Además, alega que País Vasco cuenta con "suficiencia financiera" para hacer frente al gasto suplementario que supondrán estas medidas respecto al Estado, como quedó demostrado al aprobar el Gobierno Rajoy el Plan de Reequilibrio Financiero que presentó la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).
El Gobierno vasco se da prisa a la hora de aprobar el decreto, porque el 1 de julio entra en vigor el nuevo copago farmacéutico en el Estado. De hecho, el Instituto Nacional de la Seguridad Social ya ha reclamado a las haciendas forales los datos fiscales –la de Bizkaia y Álava ya los han entregado– para implantar esa medida. Los cambios respecto a la tarjeta sanitaria se harán efectivos en el Estado a partir de septiembre.
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