SÓLO LAS LEYES QUE
PROHÍBEN FUMAR EN TODOS LOS ESPACIOS CERRADOS REDUCEN LAS INTERNACIONES POR
INFARTOS
Investigadores del Ministerio
de Salud de la Nación
estudiaron la reducción de las internaciones por infartos, derivadas de las
prohibiciones totales y parciales de fumar en espacios cerrados establecidas
por las respectivas leyes de control de tabaco de la provincia de Santa Fe y de
la Ciudad de
Buenos Aires. Sólo las leyes
totalmente restrictivas sobre ambientes libres de humo de tabaco logran disminuir el número de ingresos hospitalarios por infartos.
En
la provincia de Santa Fe en 2005, año anterior a la implementación de la ley de
control del tabaco se produjeron 1.612 internaciones por infartos; en cambio,
en el año siguiente, hubo 1277 ingresos, lo que implicó una reducción de más
del 20% en el número de hospitalizaciones por enfermedades coronarias.
La
disminución de las internaciones por infartos fue notablemente menor en la Ciudad de Buenos Aires. En
2005, año anterior a la implementación de la ley, los ingresos fueron 1699 mientras que en el
2007 fueron 1608, lo que se tradujo en
una disminución del 5 % de las hospitalizaciones.
La legislación santafesina
que estableció la prohibición total de fumar en todos los
espacios públicos y privados cerrados del territorio provincial –afirma el
estudio- generó una
reducción significativa en el número de ingresos hospitalarios por infartos. En
cambio, el carácter parcialmente
restrictivo de la ley de la Ciudad de Buenos Aires -que permitió la existencia de zonas para
fumadores en bares, restaurantes y otros sitios cerrados públicos- fue la razón
del escaso descenso de los ingresos hospitalarios por eventos coronarios.
Este gráfico muestra cómo la cantidad de internaciones por infartos
comienza a descender luego de la aplicación de la ley sobre ambientes 100%
libres de humo de tabaco en la provincia de Santa Fe, mientras que no se
observa variación en Ciudad de Buenos Aires, donde las restricciones a fumar en
espacios públicos fueron parciales.
El
grado de restricción que las respectivas leyes otorgaron a los ambientes libres
de humo de tabaco fue un factor decisivo en los resultados alcanzados. La
investigación corroboró los hallazgos de otros estudios llevados a cabo en
diferentes países que han demostrado que sólo las legislaciones totalmente
restrictivas protegen de los diferentes
riesgos para la salud que genera la exposición al humo de tabaco ajeno.
La Ley Nacional de
Control del Tabaco (26.687)
Esta
ley, reglamentada el 29 de mayo de 2013, establece la prohibición de fumar en
todos los espacios cerrados de uso público o privado tales como escuelas,
servicios de salud, casinos, bingos, boliches, bares, restaurantes, teatros,
museos, bibliotecas, transporte público, estadios cubiertos y lugares de
trabajo públicos y privados. Sólo exceptúa de la prohibición patios, terrazas,
balcones y demás áreas al aire libre.
El estudio de los
investigadores argentinos afirmó -sobre la base de los resultados obtenidos-
que la efectivización de la ley nacional de control del tabaco evitará
alrededor de 4.000 ingresos por infartos, ya en el primer año de vigencia.
El cumplimiento efectivo de
la ley requiere no sólo el compromiso de legisladores, decisores, equipos de
salud sino también la defensa por parte de toda la ciudadanía en cada uno de
los espacios cotidianos -hogares, automóviles, sitios de trabajo y estudio- del
derecho a vivir libres de la exposición al humo de
tabaco.
Consecuencias para la salud
del humo de tabaco
El
humo de tabaco está compuesto por más de 7.000 sustancias químicas tales como
nicotina, monóxido de carbono, alquitrán y otros componentes cancerígenos que
pueden permanecer en el ambiente hasta dos semanas después de que se ha
ventilado la habitación en la que se estuvo fumando.
La
exposición al humo de tabaco ambiental produce patologías respiratorias,
distintos tipos de cáncer (principalmente de pulmón) y enfermedades
cardiovasculares.
Estudios
nacionales e internacionales señalan que en Argentina mueren cada año más de
40.000 personas por enfermedades vinculadas al tabaquismo, 6 mil de ellas son
fumadoras pasivas.
Los ambientes 100% libres de
humo de tabaco evitan y/o reducen el inicio del consumo; protegen la salud de
los no fumadores; disminuyen los costos en el sistema de atención; reducen el
consumo en los fumadores; aumentan los niveles de cesación de fumadores y desnaturalizan el consumo de tabaco frente a los niños y
jóvenes.
Más información sobre el Área de Control del Tabaco en: www.msal.gov.ar/inc/index.php/ programas/area-de-control-del- tabaco
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