"La Federación tiene que permanecer al margen de los juegos políticos"

Fernando Carballo, presidente electo que en 2016 relevará a Carlos Macaya.

Pilar Laguna. Murcia | dmredaccion@diariomedico.com | 09/12/2013 00:00

Luis Fernando Carballo, jefe del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), es el sucesor del sucesor, es decir, el presidente electo de Facme, que en 2016 relevará a Carlos Macaya. Hasta entonces, ocupará la Vicepresidencia de la Federación a propuesta de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), en la que también ostenta el cargo de presidente electo desde junio de 2012.

Antes de recalar en Facme, se ha curtido durante varios años en la Vocalía de Excelencia Clínica de la SEPD, y cree que llega a una Federación que últimamente "ha demostrado una gran potencialidad para gobernar intereses colectivos, y que, en estos momentos de crisis, pone en valor al profesional sanitario en aspectos técnicos, de gestión y de desarrollo profesional".

El digestólogo valora la presencia de Facme en el Foro de la Profesión, pero matiza que una de las patas esenciales de este órgano debe ser la científico-técnica, hasta ahora secundaria frente a iniciativas colegiales y sindicales. "Las sociedades científicas han percibido esto, y la actitud inteligente de los distintos presidentes de Facme ha hecho que se pongan en valor las posibilidades de mejora del SNS por encima de aspectos combativos". Según él, la Federación tiene que ser ajena a "juegos políticos", y lograr una consistencia jurídica "que le dé audiencia obligada ante la Administración sanitaria".

"Un tema difícil"
Dice que con los recortes se han cercenado posibilidades de formación continuada, y aboga por que las sociedades sean las que hagan "estrategias y planes que garanticen unas trayectorias curriculares que integren lo que el médico quiere saber con lo que debe saber".

Define la troncalidad como "un tema difícil", y defiende un sistema ideal en el que el MIR tuviera 4 años de entrenamiento con internado clínico y, después, la especialidad. "La realidad es otra porque hoy no hay integración entre grado y posgrado". La troncalidad, dice, está bien, siempre que no sea café para todos, pero tiene sus reservas sobre el periodo no troncal. "Está por ver cómo se puede reducir una especialidad de cuatro años a dos".