En México, desde 2012, se incorporó la figura del medicamento biotecnológico biocomparable a la Ley General de Salud, iniciativa que ha colocado a nuestro país como líder en Latinoamérica, en comparación con Estados Unidos que no ha emitido su normatividad al respecto.Así lo expuso el doctor Francisco Kuribreña Romero de Terreros, director de nuevos desarrollos de Landsteiner Scientific, al participar en la mesa de análisis “Medicamentos biocomparables”, celebrada en el Auditorio “Dr. Francisco Bolívar Zapata” del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Morelos.
Reconoció que si bien es una tarea compleja en términos de normatividad y que ha sido necesario mucho tiempo para aterrizarlo en normas, reglamentos y guías, esta labor empieza a tomar dimensiones por la suma de medidas entre academia, gobierno y empresas (la llamada triple hélice).
Romero de Terreros dijo que lo anterior se traduce en un estímulo para que haya más innovación en nuestro país, pues la industria también está interesada en que el uso de medicamentos biotecnológicos comparables esté bien regulado.
Mientras tanto, la doctora Laura Alicia Palomares Aguilera, investigadora del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos de dicho instituto, recordó que una medicamento biotecnológico es producido mediante la biotecnología moderna y se caracteriza por emplear un gen humano que, a su vez, es introducido a una célula de diversos tipos: bacteriana, levadura o animal.
Precisó que la célula produce una proteína muy parecida o, en algunos casos, idéntica a la humana. Las proteínas cubren una carencia o crean una función nueva que probablemente no existía en el cuerpo humano.
“Esta tecnología ha permitido diseñar proteínas que no estaban en la naturaleza y que ahora pueden emplearse para tratar enfermedades crónicas de forma muy eficiente, entre las que destacan diabetes, cáncer e insuficiencia renal”.
Además, dijo, las vacunas biotecnológicas juegan un papel primordial en la prevención de padecimientos y, por eso, ya se han desarrollado para la hepatitis B, el papiloma humano y la influenza.
En su intervención, el doctor Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich, director del Instituto de Biotecnología de la Universidad UNAM, coincidió en que medicamentos biotecnológicos innovadores han venido a resolver enfermedades que la medicina moderna no ha podido detener, y recordó que están en el mercado desde hace tres décadas porque las primeras patentes vencieron.
Aseguro que esto ha permitido entrar en una ‘nueva ola’ para desarrollar medicamentos biocomparables, lo que implica la participación de otras empresas y, por tanto, un mayor competencia y la caída de los precios.
Con la baja de precios, enfatizó, se tendrá una mayor cobertura en el sistema de salud, grandes beneficios para los pacientes y ahorros importantes para los gobiernos.
Aseveró que esto ocurrió con la entrada de medicamentos biocomparables en México, por ejemplo, la eritropoyetina empezó a comercializarse en el año 2000 y los precios cayeron en orden de magnitud.
“Esto significa que el Seguro Social, por ejemplo, puede atender 10 veces más pacientes con el mismo recurso económico”, acentuó.
Palomares Aguilera añadió que los medicamentos biotecnológicos innovadores han demostrado su seguridad, calidad y eficacia, cuyas características están claramente respaldadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Finalmente, el director del Instituto de Biotecnología destacó el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación en diversos sectores de la población, a fin de ofrecer bienestar basado en el conocimiento a las sociedades modernas.
El evento forma parte del Seminario permanente las ciencias y las tecnologías en México en el siglo XXI, un programa incluyente de largo plazo para acercar la ciencia a la sociedad que cuenta con el respaldo del Conacyt, a través del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C. (CIBNOR).
Es de destacar que estas y otras acciones emprendidas a través de dicho proyecto buscan ampliar la cultura científica y tecnológica en México para contribuir al desarrollo del país, al fortalecimiento de su sociedad y al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario