Salud
Jueves 27 de junio de 2013 | Publicado en edición impresaSalud
La odisea de conseguir cama en una clínica
El problema se agrava en invierno, pero ya es crónico
Por estos días, encontrar una cama libre en un hospital, una clínica o un sanatorio es un verdadero desafío. Los servicios de emergencias sufren grandes demoras para conseguir un lugar de internación, hay pacientes que recorren varios centros en una ambulancia y otros que deben esperar horas y hasta días en las camillas de las guardias.
La falta de camas es un problema conocido y no precisamente nuevo en los hospitales públicos, pero ahora también afecta al sector privado, como afirman en la Asociación de Médicos de la Argentina (AMRA). Las asociaciones que representan a los centros privados con y sin fines de lucro del país coinciden en que la escasez de plazas para internación es común en esta época del año, por las infecciones respiratorias. Pero en la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra) dijeron que la situación ya se ha vuelto crónica."Hasta hace unos años, los problemas de disponibilidad de camas eran estacionales: se agudizaban en invierno, principalmente por las enfermedades respiratorias y las complicaciones. Ahora, el problema es todo el año y empeora más en esta época del año", dijo el contador Jorge Cherro, presidente de Adecra, que reúne al 80% de las clínicas y los sanatorios del país.
Lo atribuyó a "una gran inclusión social", como definió al aumento de afiliados en las obras sociales nacionales y provinciales, el PAMI y las empresas de medicina prepaga, pero "sin la inversión acorde para sostener la calidad de los servicios" por la falta de crédito para una actividad considerada de alto riesgo y los aumentos salariales de alrededor del 30% anual que se acuerdan en negociaciones paritarias.
"Hay un aumento de la demanda de camas en el sistema", coincidieron desde la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), que reúne a una parte de las instituciones de salud sin fines de lucro, que son las que incluyen actividades de atención, docencia e investigación, como los hospitales de comunidad. En total, las instituciones sin fines de lucro aportan 8500 a las más de 60.000 camas que ofrecen todas las instituciones privadas del país para atender unas 750.000 internaciones anuales.
"El mayor ingreso de la población al sistema pago explica en gran parte que no hayan camas disponibles. Pero el factor estacional sigue existiendo y, aunque el contexto [económico] es más complicado, en los hospitales y los sanatorios privados sin fines de lucro estamos invirtiendo también en los servicios de internación", explicó el vocero de Acami.
Ni bien ni pésimo
En el sitio www.indexmundi.com , que organiza rankings mundiales temáticos con la información que proporciona cada país, la Argentina aparece en el puesto 49 entre 192 países con 4,5 camas por cada 1000 habitantes. "No está del todo bien, pero tampoco es pésimo", evaluaron desde Adecra. La Organización Mundial de la Salud recomienda ocho camas por cada 1000 habitantes.Un estudio realizado por el licenciado Jorge Colina sobre la estructura de costos de un seguro de salud privado mostró que el 80% de los gastos anuales se destinan a las prestaciones médicas y que la mitad de esos gastos es por internaciones.
En esa estimación, realizada sobre una muestra de 450.000 beneficiarios de las instituciones de la Asociación de Entidades de Medicina Privada (Ademp), se puede leer que poco menos del 85% de las 750.000 internaciones anuales en clínicas y sanatorios son por causas clínicas y quirúrgicas, y más del 11% son por maternidad. El resto son internaciones en neonatología, hemodinamia, cirugía cardiovascular y psiquiatría.
Otro estudio de Colina con la licenciada Carolina Fernández, del Departamento de Investigaciones Económicas de Adecra, indica que hay "25 millones de ciudadanos con seguros de salud que mayoritariamente contratan prestaciones médicas a las clínicas y sanatorios privados".
En la Asociación de Médicos de la República Argentina (Sindicato Médico AMRA), la evaluación va más allá de una dificultad estacional para conseguir camas, tanto en hospitales públicos como en las clínicas y los sanatorios. Aseguran que es una falla estructural del sistema de salud.
"Desde lo estructural, faltan camas en los hospitales. Dicen que se abren hospitales, pero o faltan camas o falta personal. No hay plata para esos médicos, evidentemente -señaló el doctor Juan Enrique Cataldo, secretario gremial-. En los hospitales públicos, hay una escasez de planes de contingencia por gripe estacional que todos los años desbordan las guardias y las salitas de primeros auxilios. No hay camas para internar. Las shock rooms [o salas de las guardias para atender a los pacientes de mayor riesgo] están abarrotadas con pacientes con suero. El problema estructural impide prevenir los faltantes de camas, profesionales e insumos."
Y un escenario similar describieron representantes de centros privados. "En las camas de terapia intensiva, en especial pediátricas, es donde más se ven los faltantes", coincidieron dos fuentes consultadas que pidieron reserva de su nombre. "Son camas que no se consiguen", y explicó: "Son camas carísimas para mantener porque una cama que esté operativa en el mes de julio hay que tenerla operativa también en el mes de enero. En esta «temporada alta», con las infecciones respiratorias infantiles, en especial la bronquiolitis, se repiten las esperas durante horas en las guardias y las ambulancias pueden pasar horas y horas con un paciente de un lado al otro. Evidentemente, la situación tiende a agravarse".
Por su parte, el doctor Aldo Neri, ex ministro de Salud durante el gobierno del doctor Ricardo Alfonsín, opinó como sanitarista y actual político ocupado de los temas sociales en general: "No creo que el país tenga un problema dramático o muy significativo de camas ni en el sector estatal ni en el privado. Lo que sí puede haber es algunos desajustes".
Recordó que es un problema "clásico y antiguo" en el sector estatal la distribución geográfica de camas en un país tan extenso. "En algunos lugares faltan camas y en otros sobran", dijo. Sobre el sector privado, en el que estimó que se atiende no menos de dos tercios de los argentinos, "un factor que podría incidir bastante, pero no el único, es que en los últimos 12 años pudo haber un desajuste en el ritmo de construcción de camas, junto con cambios muy profundos en el mercado de trabajo [que la gente tenga o no obra social] -resumió-. Con la recuperación económica después de 2001-2002, muchísima gente pasó a tener cobertura y demandar servicios. Es posible que haya un desajuste entre la oferta de camas y el acelerado cambio en el mercado laboral". Se refirió también a algo "que nadie sabe cuantificar": algunas empresas acuerdan con obras sociales o prepagas para cubrirles el servicio de salud a sus trabajadores en negro como un beneficio adicional.
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