IntraMed - Artículos - ¿Qué es un "equipo de rotación"?
22 JUL 13 | Nueva estrategia para reducir las úlceras por presión en la UTI ¿Qué es un "equipo de rotación"? La implementación de un equipo dedicado a rotar y reposicionar a todos los pacientes cada 2 horas podría disminuir la formación de úlceras por presión en la unidad quirúrgica de cuidados intensivos. |
Dres. Still MD, Cross LC, Dunlap M, Rencher R, Larkins ER, Carpenter DL, Buchman TG, Coopersmith CM
J Am Coll Surg 2013; 216(3): 373-379
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Artículo
IntroducciónLos pacientes críticamente enfermos tienen un riesgo alto de desarrollar úlceras por presión adquiridas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) [1,2]. El riesgo aumentado de alteración circulatoria por la inmovilidad, inestabilidad hemodinámica, exposición a terapia vasopresora, percepción sensorial alterada y falla orgánica, contribuyen todos a ese riesgo mayor. Consideradas una vez como una consecuencia inevitable de la estadía prolongada en el hospital o en la unidad de cuidados intensivos, muchas úlceras por presión son entendidas en la actualidad como evitables [3].
Más de 2,5 millones de pacientes en los Estados Unidos, atendidos en centros asistenciales para agudos, sufren úlceras por presión y 60.000 fallecen por complicaciones de las úlceras por presión cada año [4]. Las úlceras por presión representan 1 de los 5 peligros más comunes experimentados por los pacientes en los centros asistenciales [5].
Las úlceras por presión son comunes en los pacientes adultos en UCI, con tasas que van desde el 8,8% al 23%, dependiendo del tipo de UCI examinada [4,6-8]. Basado en su gravedad, las úlceras por presión son categorizadas en estadio I a estadio IV, lesión de tejido profundo o imposible de estadificar, de acuerdo con el sistema ideado por el National Pressure Ulcer Advisory Panel [9].
Para señalar, en un estudio transversal observacional de más de 90.000 pacientes a través de los EEUU, en el año 2009, un total de 3,3% de úlceras por presión en las UCI fueron consideradas como “severas”, definidas como estadio III, estadio IV, imposible de estadificar o lesión de tejido profundo [4].
Establecer con precisión que úlceras son prevenibles es incierto. Los Centers for Medicare and Medicaid Services han declarado que las úlceras en estadio III y estadio IV representan un “evento negativo” (evento que no debe suceder) y no reembolsan a los hospitales por su desarrollo [10]. Similarmente, el National Quality Forum apoya la medición de la prevalencia de las úlceras por presión de estadio II o mayor, como una medida del desempeño [11].
La definición de los Centers for Medicare and Medicaid Services de las úlceras por presión evitables, es específica para la atención médica prolongada y establece que el centro asistencial no logra implementar intervenciones coherentes con las necesidades de los pacientes y los estándares de práctica y falla en monitorear, evaluar y revisar las intervenciones [12].
La opinión experta subsiguiente ha definido a las úlceras por presión evitables, como aquellas en las que el proveedor no evaluó la condición clínica y riesgo individuales, no definió ni implementó intervenciones específicas o prácticas reconocidas para las necesidades individuales y no monitoreó ni revisó las intervenciones para ver si eran apropiadas [3].
El riesgo de un paciente para desarrollar una úlcera por presión puede determinarse calculándose el puntaje en la escala de Braden [13,14]. Esta herramienta, ampliamente usada y validada, analiza la percepción sensorial del paciente, la actividad y la movilidad, para determinar la intensidad y la duración de la exposición a la presión y analiza también la nutrición, humedad y fricción, para determinar la tolerancia del tejido a la presión [15,16]. La escala de Braden va desde 6 a 23 (los puntajes más bajos indican riesgos más altos), representando los puntajes menores a 18 a un paciente en riesgo de desarrollar una ulcera por presión.
Aunque no todas las úlceras por presión son prevenibles, se ha propuesto un número de estrategias para disminuir su desarrollo. La rotación y el reposicionamiento de pacientes inmóviles pueden ser beneficiosos al remover la presión sobre el tejido vulnerable. Aunque no está clara la frecuencia óptima de la rotación [17,18], una reciente declaración de consenso sobre la prevención de las úlceras por presión, apoyó como norma que se realice cada 2 horas; sin embargo, eso no fue sostenido como un tratamiento estándar [3].
Desafortunadamente, la inestabilidad hemodinámica puede exacerbarse al rotar a los pacientes, lo que puede conducir a un aumento del riesgo en esa población de enfermos [19,20], como también la presencia de dispositivos médicos (tubos endotraqueales, sondas nasogástricas, manguitos de presión), en pacientes críticamente enfermos [21].
Otras características claves que han demostrado disminuir el riesgo de úlceras por presión, incluyen el uso de colchones de baja presión, la implementación de un protocolo estandarizado de atención y aumentar la conciencia del equipo profesional con la retroalimentación de las tasas de úlceras por presión [22,26]. El seguimiento de esas prácticas ha conducido a reducciones significativas de las úlceras por presión en múltiples escenarios de atención médica [27-30].
Este estudio comprobó la hipótesis de que la implementación de un equipo responsable por rotar y reposicionar a todos los pacientes hemodinámicamente estables cada 2 horas, podría disminuir la formación de las úlceras por presión en la unidad quirúrgica de cuidados intensivos (UQCI)
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