SISTEMA DE DOBLE CAJÓN
El hospital rural, privilegiado para introducir prácticas innovadoras
Según expertos, su tamaño y complejidad dan cabida a formas de organización nuevas. El cambio necesario está en la gobernanza y una organización menos jerarquizada.
Covadonga Díaz. Oviedo | dmredaccion@diariomedico.com | 13/04/2015 00:00
Los hospitales rurales, por su tamaño y complejidad, están en una situación más favorable para introducir algunas prácticas innovadoras desde el punto de vista de gestión y organización que otro tipo de centros, como los de carácter universitario y de referencia. Así se manifestó en una mesa redonda titulada Innovación organizativa ¿existen otros caminos?, en las jornadas sobre Hospitales Rurales del Futuro, organizadas en Tapia de Casariego por las gerencias de las áreas de Jarrio y Avilés y la Asociación para la Calidad Asistencial de Principado de Asturias la pasada semana.
- "Los centros rurales son ideales para desarrollar la idea de hospital capaz de adaptarse a los cambios, sin muros, que abre las fronteras", dijo Carlos Arenas
Iñaki González, técnico en gestión de Recursos Humanos, Desarrollo y Formación en la Fundación Hospital de Calahorra, relató la experiencia de su centro en el que llevan trabajando en la implementación de experiencias innovadoras desde hace más de una década, y de entre ellas destacó el sistema pull y de almacenaje kanban, que se instala en las distintas plantas de hospitalización y consultas para reducir el stock en el almacén central.
Consiste en un sistema de doble cajón que permite reponer con eficacia los productos una vez que se van consumiendo por su identificación con un código de barras, lo que exige definir claramente y de forma previa niveles de usabilidad y tiempo de respuesta por parte de proveedores.
- La atención a la cronicidad supone definir rutas y procesos integrados con trabajo multidisciplinar y colaboración de todos los profesionales implicados
Otra de las herramientas es Jidoka, basada en el empleo de pistolas y pantallas táctiles de lectura de códigos, "que contribuye también a ajustar el stock, generando el pedido automáticamente a medida que el nivel de consumo lo exige".
Con estas herramientas, que se complementan, han conseguido en cuatro años reducir desde 400.000 a 250.000 euros el valor de las necesidades de almacenamiento. "Es fácil apreciar la importancia de esta disminución en unos hospitales que nunca están sobrados de recursos y que así pueden destinarlos a otro fin".
Con la comunidad
La idea fue retomada por Carlos Arenas, gerente del área IX Vega Alta del Segura, del Servicio Murciano de Salud, quien se refirió al concepto de hospital líquido, y explicó que "los centros rurales son ideales para desarrollar esta idea de hospital capaz de adaptarse a los cambios, sin muros, que abre las fronteras, menos intrusivo, muy cercano a la población, con una responsabilidad social corporativa, abierto a la acogida de iniciativas culturales y de voluntariado, y que da valor a las tecnologías de la información para comunicarse con los pacientes y con la comunidad".
La idea fue retomada por Carlos Arenas, gerente del área IX Vega Alta del Segura, del Servicio Murciano de Salud, quien se refirió al concepto de hospital líquido, y explicó que "los centros rurales son ideales para desarrollar esta idea de hospital capaz de adaptarse a los cambios, sin muros, que abre las fronteras, menos intrusivo, muy cercano a la población, con una responsabilidad social corporativa, abierto a la acogida de iniciativas culturales y de voluntariado, y que da valor a las tecnologías de la información para comunicarse con los pacientes y con la comunidad".
En la consecución de este modelo Arenas señaló que "se han dado pasos importantes en lo que a búsquedas de alternativas a la hospitalización se refiere y responsabilidad social corporativa, y queda aún mucho más por hacer en cuanto a buen gobierno y consecución de una organización menos jerarquizada y con más líderes naturales".
En esta tarea, la atención a la cronicidad es un elemento clave y a ello se refirió Carmen Ferrer, gerente del Hospital de Guadarrama y co-coordinadora de la Estrategia Nacional de Abordaje de la Cronicidad.
El desarrollo de esta estrategia pasa por generar líneas de trabajo que sitúen al paciente como eje del sistema, con un papel activo y corresponsable, y un mayor desarrollo del autocuidado. Esto supone definir rutas y procesos integrados, con trabajo multidisciplinar "que exige cuestiones como, por ejemplo, un encuentro previo de todos los profesionales implicados antes de dar el alta al paciente para que éste se sienta acompañado y asegurar la derivación al recurso más adecuado a sus necesidades".
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