120 expertos piden como prioridad dar poder al paciente

El Ministerio acogió ayer la presentación de un libro consensuado entre economistas, gestores y clínicos.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 18/06/2015 19:35

Carlos Moreno, director de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad; Alberto Giménez, presidente de la Fundación Económica y Salud, y Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso, ayer (Lenda)

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Más de 120 expertos en Economía y Salud se reunieron en Madrid el pasado mes de octubre para debatir sobre el SNS y proponer medidas concretas para mejorar su desarrollo. Ayer se presentó en el Ministerio de Sanidad el libro, impulsado por la Fundación Economía y Salud, que recoge las principales conclusiones alcanzadas en ese debate y en posteriores reuniones mantenidas por los grupos de trabajo generados entre los especialistas. Lo más importante es, por orden y según su opinión, empoderar al paciente, evaluar más en el SNS y flexibilizar la gestión.

Al acto acudieron Rubén Moreno, secretario general de Sanidad; Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso; Alberto Giménez Artés, presidente de la Fundación Economía y Salud, y Carlos Alberto Arenas, economista de la salud y gerente del Área de Salud IX de la Vega Alta del Segura, en Murcia, que presentó el libro.

Tras admitir que muchas de las propuestas ya se han escuchado en los últimos años, y que el objetivo es convencer a políticos y gestores de su progresiva implantación, el documento establece una lista de prioridades, ordenadas por relevancia, según la opinión de los casi 120 expertos.

Cuidar la transparencia, evaluar al profesional por desempeño y con incentivos, potenciar la atención domiciliaria y la interoperabilidad de sistemas son otras de las prioridades elegidas

La decisión fundamental, señalan, es el "empoderamiento y autocuidado del paciente", seguida de la necesidad de "evaluar de forma exhaustiva las tecnologías", planteando cierta "desinversión", y de "flexibilizar la gestión", realizando "cambios legislativos" para lograrlo.

El proceso debe, en cuarto lugar, realizarse con "buen gobierno y buena gestión", además de con más "transparencia", basándose en la "integración sociosanitaria y el trabajo multidisciplinar". La siguiente medida en orden de necesidad sería "evaluar el desempeño e incentivar por resultados" el trabajo de los profesionales sanitarios, petición a la que sigue "desarrollar las nuevas tecnologías de la información en salud".

El perseguido (y esquivo) "Pacto de Estado sobre la salud y los servicios sociales", basado en la "despolitización sanitaria", ocupa el octavo lugar en importancia, por delante de "potenciar la atención domiciliaria multidisciplinar" y de "mejorar la financiación sociosanitaria".

Las últimas recomendaciones (las menos votadas por los expertos para cerrar el decálogo) son lograr la "interoperabilidad entre los sistemas de información sanitaria" y llevar a cabo una tarea de "benchmarking y de competencia interna para mejorar".

Los expertos, que han dividió la obra en tres bloques (innovación y nuevas definiciones de salud y gestión; mejora de la eficiencia y la sostenibilidad, y contribución de la inversión en salud al crecimiento social y económico), señalan que las conclusiones sólo son "un punto de partida" y prometen seguir evaluando el SNS y la implantación de sus propuestas. Se reunirán de nuevo en octubre del próximo año.