viernes, 26 de junio de 2015

IN MEMORIAM ▲ Doctor Julio César Genoud [1919-2015]

editado por expreso pedido de mi amiga, la Doctora María Esther Cabrera
adhiriendo en un todo a sus expresiones y sentimientos.

ADECRA

Semblanza del  Dr. Julio Cesar Genoud  15/03/1919- 21/05/2015


“Si vis pacem, para bellum”        Si quieres la paz, prepara la guerra.

            Dr. Julio César Genoud: luchador, autodidacta, amigo de sus amigos,  líder de grupo, visionario, consecuente con sus ideales. Genoud era así.

            Julio C. Genoud era así. Un luchador por sus sueños, por aquellas cosas en las que creía y de las que estaba convencido. Dispuesto a llevar sus convicciones hasta la concreción de las mismas. Fue un hombre de acción.

            Su vida tuvo un común denominador, en su actividad familiar, como médico, como amigo, como maestro  y en todas las cosas que hizo a favor de la atención médica: su incondicionalidad, su lealtad. Para que la  Atención Médica, en todos sus niveles, diera  la asistencia debida a aquellos que pudieran pagar por la misma, como también a todos los que necesitaran acceder a  ella  en forma gratuita.

            Su larga vida, más de 96 años, le exigieron tener que actualizarse a través del tiempo.

Su vida…

            Nació en la ciudad de Buenos Aires, luego fue a vivir a Haedo y a los 12 años volvió a Buenos Aires para ingresar al  Colegio Nacional Buenos Aires donde hizo sus estudios secundarios y encontró amigos que mantuvo hasta que el fue el único vivo de su promoción.

            Viajaba en tren desde Haedo a Buenos Aires y en ese tren conoció a su esposa, Alex Unía, (incansable compañera por más de 40 años).

Estudió Medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA.


Hizo sus prácticas médicas en el Hospital Fiorito.


            En lugar de enumerar todo lo que hizo en más de 50 años de actividad voy a recordar a las personas con las que se relacionó y las que, además,  contaban con su respeto y también, a veces, con su afecto:
Los doctores  Palá, M.; Carlos Rossi;  Areta, O.;  Brik, E.;  Gonzalez Esquivel, H.; Statti, M.;  Marco Ricaute; Gabriel Yohai; Ricci; Vilches, A.;  Castro;  Fernández Rabadan;  Sancholuz, J.; Luisa Müller (enfermera);  Malamud, E.; Mettler, E.; Jorge Firmat; Holmberg, E.; Mondet, A.; Beveraggi, E.; Logiudice;  Goldenberg, M.; Gianantonio, C.; Escardó, F.; Garcia Diaz, C.; Marracino, C.;  Dalbo , A.;  Marta Capuccio;  Slepoy, A;   Elsa Moreno;  Perrone, N.; Lores, H.; Pellin, O.;  Olivia Ogawa y  Schardgrosky, H. (ambos sus médicos hasta que falleció);  Bertranou, E.; CPN Pablo Tenaglia, y las secretarias, en sus distintos puestos de trabajo. Seguramente estos no son todos.

            Es curioso que muchos de estos nombres se repitan, como protagonistas de distintos escenarios,  a lo largo de la historia del sanitarismo argentino, desde el Regional en adelante.

            Menciono a médicos aunque  Genoud tenía también  mucho respeto por la gente que  se ocupa de  las áreas técnicas del hospital: mantenimiento, limpieza,  lavadero, la cocina supervisada por nutricionistas.  Lo mismo que  por los arquitectos sanitarios, destacándose  su  colaborador el Arquitecto Erik Guth.  Cuando hacía un cambio de estructura  siempre empezaba por el plano de planta.

            Genoud fue un autodidacta, un lector insaciable. Creador de las  residencias médicas de Mar del Plata y de Escuelas de Enfermería.  Capacitarse era obligatorio para que lo que estábamos haciendo saliera lo mejor posible. Cuando empecé a trabajar en el Hospital Privado, sin ninguna piedad,  me dio una copia del Manual de Acreditación  de la Joint Commission y me dijo: quiero que la farmacia que vamos a armar llegue a cumplir con esto, de a poco (no había espacio físico  para la farmacia y no teníamos apoyo político interno para crearla y hacerla andar).  Ocupamos  baldosa por baldosa para lograr un lugar para trabajar. Por suerte contábamos con el apoyo del Departamento de Enfermería, que lo acompañaban en la certeza de que hacía falta una farmacia y un programa de uso racional de medicamentos.
             Nos respaldó diariamente  para que pudiéramos ir avanzando.
            Creía en el crecimiento por medio de la discusión interdisciplinaria. Armaba comités,  (permanentes o circunstanciales) delegando en ellos  temas para que fueran analizados. Luego recogía  los resultados para ejecutar medidas correctivas o creativas, si correspondía. Claro está que, un problema serio era que había que convencerlo, por medio de las actas de reunión, que revisaba con interés.
            Respetó y estimuló las fundaciones, como parte del gobierno de los establecimientos de salud, con los aportes de personas ajenas al arte médico, que acercaban ideas interesantes  para el crecimiento institucional.  También creía en el trabajo del voluntariado.

Le entusiasmaba la Neurocirugía y así fue como empezó a frecuentar el Servicio de Cirugía General y Neurológica,  del Dr. Ricardo Finochietto, trabajó con el Dr. Dickman, en el Hospital Rawson.

            El matrimonio Genoud  (1947)  decidió ir a vivir a Mar del Plata.


Distintas cosas que hizo.

            Resulta imposible en el espacio de esta descripción de su vida, enumerar todo lo que hizo y como una cosa fue relacionándose con la siguiente. No pudieron con él, siempre volvió a empezar…………. No opino sobre lo hecho,  ya que he admirado su capacidad para plantear claramente  los objetivos que se proponía  y su aptitud estratégica para desarrollarlos, en este ámbito sanitario tan difícil y cambiante. No puedo ser objetiva. Fue mi maestro, en muchos aspectos de mi vida.

            Me enseñó algo muy importante, “no ponga un programa en marcha si no cuenta con el respaldo político para el mismo, la tarea resultará cansadora y estéril”.

            Se caracterizó por armar proyectos y desarrollos de distintas características  que deben de estar pensados, buscar los recursos organizacionales  para los mismos (económicos y humanos), fijar los principios en base a los que se ponen en marcha, establecer etapas progresivas (con fecha) y contar con una dirección que los supervise y responda por ellos y finalmente, no dejar de evaluarlos para retroalimentarlos.

            El Dr. Genoud hizo muchas tareas médicas en su vida. Sería muy largo enumerarlas y no es el propósito de esta nota.  Seguramente su espíritu épico se refleja en la puesta en marcha del Hospital de Reforma (Hospital Regional de Mar del Plata, Planta Piloto Nro. 1 que funcionó, mil días.
            Entre tantas cosas hechas, tuvo hijos dilectos, de los cuales algunos  están  aún en  funcionamiento: el Centro Médico de Mar del Plata, el  Hospital Privado de Comunidad de Mar del Plata y algunos de sus importantes  aportes al Hospital Italiano de Buenos Aires: el Plan de Salud, el Servicio de Pediatría, la Internación domiciliaria, el Reglamento del Cuerpo Médico. Tareas realizadas durante su gestión como  vicedirector  ejecutivo del Hospital Italiano de Buenos Aires.  Es curioso, un Hospital de Comunidad y un Hospital de Colectividad, en los  que se  pudieron implementar programas parecidos, en instituciones muy distintas.
  
            Fue  un defensor del pago por prestación. Trabajó en esto en el Centro Médico, luego lo aplicó en el Regional, pero debió aceptar  que, para que pudiera empezar a funcionar el Hospital Privado de Comunidad, fuera indispensable aceptar un sistema capitado de PAMI.

Dr. Genoud, espero que esta aventura que recién comienza, lo lleve a  esos espacios que no conocemos, donde pueda disfrutar su espíritu aventurero, ya que el espíritu no tiene nacimiento ni puede perecer jamás.   Estoy segura de que está en paz y que,  además, seguirá viviendo en cada uno de los que lo queremos y vamos a extrañarlo mucho.

            Como Ud. me enseñó, “no lo diga, escríbalo” y esto es lo que me he animado a hacer en este momento.

María Ester Cabrera (Marisa)
Farmacéutica de Hospital
Mar del Plata, junio del 2015.

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