editado por expreso pedido de mi amiga, la Doctora María Esther Cabrera
adhiriendo en un todo a sus expresiones y sentimientos.
ADECRA
Semblanza del Dr. Julio Cesar Genoud 15/03/1919- 21/05/2015
“Si vis pacem, para bellum” Si quieres la paz, prepara la guerra.
Dr.
Julio César Genoud: luchador, autodidacta, amigo de sus amigos, líder de grupo, visionario, consecuente con
sus ideales. Genoud era así.
Julio
C. Genoud era así. Un luchador por sus sueños, por aquellas cosas en las que
creía y de las que estaba convencido. Dispuesto a llevar sus convicciones hasta
la concreción de las mismas. Fue un hombre de acción.
Su
vida tuvo un común denominador, en su actividad familiar, como médico, como
amigo, como maestro y en todas las cosas
que hizo a favor de la atención médica: su incondicionalidad, su lealtad. Para
que la
Atención Médica , en todos sus niveles, diera la asistencia debida a aquellos que pudieran
pagar por la misma, como también a todos los que necesitaran acceder a ella en
forma gratuita.
Su
larga vida, más de 96 años, le exigieron tener que actualizarse a través del
tiempo.
Su
vida…
Nació
en la ciudad de Buenos Aires, luego fue a vivir a Haedo y a los 12 años volvió
a Buenos Aires para ingresar al Colegio
Nacional Buenos Aires donde hizo sus estudios secundarios y encontró amigos que
mantuvo hasta que el fue el único vivo
de su promoción.
Viajaba
en tren desde Haedo a Buenos Aires y en ese tren conoció a su esposa, Alex
Unía, (incansable compañera por más de 40 años).
Estudió Medicina en la Facultad de Ciencias
Médicas de la UBA.
Hizo sus prácticas médicas en el Hospital
Fiorito.
En
lugar de enumerar todo lo que hizo en más de 50 años de actividad voy a
recordar a las personas con las que se relacionó y las que, además, contaban con su respeto y también, a veces,
con su afecto:
Los doctores Palá, M.; Carlos Rossi; Areta, O.; Brik, E.; Gonzalez Esquivel, H.; Statti, M.; Marco Ricaute; Gabriel Yohai; Ricci; Vilches,
A.; Castro; Fernández Rabadan; Sancholuz, J.; Luisa Müller
(enfermera); Malamud, E.; Mettler, E.; Jorge
Firmat; Holmberg, E.; Mondet, A.; Beveraggi, E.; Logiudice; Goldenberg, M.; Gianantonio, C.; Escardó, F.; Garcia
Diaz, C.; Marracino, C.; Dalbo , A.; Marta Capuccio; Slepoy, A; Elsa
Moreno; Perrone, N.; Lores, H.; Pellin,
O.; Olivia Ogawa y Schardgrosky, H. (ambos sus médicos hasta que
falleció); Bertranou, E.; CPN Pablo
Tenaglia, y las secretarias, en sus distintos puestos de trabajo. Seguramente
estos no son todos.
Es
curioso que muchos de estos nombres se repitan, como protagonistas de distintos
escenarios, a lo largo de la historia
del sanitarismo argentino, desde el Regional en adelante.
Menciono
a médicos aunque Genoud tenía también mucho respeto por la gente que se ocupa de las áreas técnicas del hospital:
mantenimiento, limpieza, lavadero, la
cocina supervisada por nutricionistas. Lo mismo que por los arquitectos sanitarios, destacándose su
colaborador el Arquitecto Erik Guth. Cuando hacía un cambio de estructura siempre empezaba por el plano de planta.
Genoud
fue un autodidacta, un lector insaciable. Creador de las residencias médicas de Mar del Plata y de
Escuelas de Enfermería. Capacitarse era
obligatorio para que lo que estábamos haciendo saliera lo mejor posible. Cuando
empecé a trabajar en el Hospital Privado, sin ninguna piedad, me dio una copia del Manual de Acreditación de la Joint Commission y me dijo:
quiero que la farmacia que vamos a armar llegue a cumplir con esto, de a poco
(no había espacio físico para la
farmacia y no teníamos apoyo político interno para crearla y hacerla andar). Ocupamos
baldosa por baldosa para lograr un lugar para trabajar. Por suerte
contábamos con el apoyo del Departamento de Enfermería, que lo acompañaban en
la certeza de que hacía falta una farmacia y un programa de uso racional de
medicamentos.
Nos respaldó diariamente para que pudiéramos ir avanzando.
Creía
en el crecimiento por medio de la discusión interdisciplinaria. Armaba comités,
(permanentes o circunstanciales) delegando
en ellos temas para que fueran
analizados. Luego recogía los resultados
para ejecutar medidas correctivas o creativas, si correspondía. Claro está que,
un problema serio era que había que convencerlo, por medio de las actas de
reunión, que revisaba con interés.
Respetó
y estimuló las fundaciones, como parte del gobierno de los establecimientos de
salud, con los aportes de personas ajenas al arte médico, que acercaban ideas
interesantes para el crecimiento
institucional. También creía en el
trabajo del voluntariado.
Le entusiasmaba la Neurocirugía y así
fue como empezó a frecuentar el Servicio de Cirugía General y Neurológica, del Dr. Ricardo Finochietto, trabajó con el
Dr. Dickman, en el Hospital Rawson.
El
matrimonio Genoud (1947) decidió ir a vivir a Mar del Plata.
Distintas
cosas que hizo.
Resulta
imposible en el espacio de esta descripción de su vida, enumerar todo lo que
hizo y como una cosa fue relacionándose con la siguiente. No pudieron con él,
siempre volvió a empezar…………. No opino sobre lo hecho, ya que he admirado su capacidad para plantear
claramente los objetivos que se
proponía y su aptitud estratégica para
desarrollarlos, en este ámbito sanitario tan difícil y cambiante. No puedo ser
objetiva. Fue mi maestro, en muchos aspectos de mi vida.
Me
enseñó algo muy importante, “no ponga un programa en marcha si no cuenta con el respaldo político para el
mismo, la tarea resultará cansadora y estéril”.
Se
caracterizó por armar proyectos y desarrollos de distintas características que deben de estar pensados, buscar los
recursos organizacionales para los
mismos (económicos y humanos), fijar los principios en base a los que se ponen
en marcha, establecer etapas progresivas (con fecha) y contar con una dirección
que los supervise y responda por ellos y finalmente, no dejar de evaluarlos
para retroalimentarlos.
El
Dr. Genoud hizo muchas tareas médicas en su vida. Sería muy largo enumerarlas y
no es el propósito de esta nota. Seguramente
su espíritu épico se refleja en la puesta en marcha del Hospital de Reforma
(Hospital Regional de Mar del Plata, Planta Piloto Nro. 1 que funcionó, mil
días.
Entre
tantas cosas hechas, tuvo hijos dilectos, de los cuales algunos están aún en funcionamiento: el Centro Médico de Mar del
Plata, el Hospital Privado de Comunidad
de Mar del Plata y algunos de sus importantes aportes al Hospital Italiano de Buenos Aires:
el Plan de Salud, el Servicio de Pediatría, la Internación
domiciliaria, el Reglamento del Cuerpo Médico. Tareas realizadas durante su
gestión como vicedirector ejecutivo del Hospital Italiano de Buenos
Aires. Es curioso, un Hospital de
Comunidad y un Hospital de Colectividad, en los
que se pudieron implementar
programas parecidos, en instituciones muy distintas.
Fue
un defensor del pago por prestación. Trabajó
en esto en el Centro Médico, luego lo aplicó en el Regional, pero debió aceptar
que, para que pudiera empezar a
funcionar el Hospital Privado de Comunidad, fuera indispensable aceptar un
sistema capitado de PAMI.
Dr. Genoud, espero que esta aventura que
recién comienza, lo lleve a esos espacios
que no conocemos, donde pueda disfrutar su espíritu aventurero, ya que el
espíritu no tiene nacimiento ni puede perecer jamás. Estoy
segura de que está en paz y que, además, seguirá viviendo en cada uno de los
que lo queremos y vamos a extrañarlo mucho.
Como
Ud. me enseñó, “no lo diga, escríbalo” y esto es lo que me he animado a hacer
en este momento.
María Ester Cabrera (Marisa)
Farmacéutica de Hospital
Mar del Plata, junio del 2015.
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