Preguntas que siempre caen en el examen MIR

En el examen MIR hay un conjunto de cuestiones básicas que siempre se preguntan. Por ejemplo, en la convocatoria pasada, de las 225 preguntas (más diez de reserva) que tiene el examen, 140 correspondieron a conceptos aparecidos en años anteriores.

Cristina Martín García | 15/06/2015 00:00

Los próximos opositores comienzan en unas semanas la preparación intensiva para la próxima convocatoria (DM)

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Estudio, estudio y estudio. Esa es la clave del éxito en el examen MIR. Por tratarse de una prueba sin convocatoria de temario, entra todo lo visto en la carrera de Medicina, pero es inabarcable querer interiorizarlo al completo. Por suerte para los aspirantes que han pasado por ello y, fundamentalmente, para los que en dos semanas se ponen intensivamente con la preparación, hay un conjunto de cuestiones básicas que siempre se preguntan.

En la convocatoria pasada, de las 225 preguntas (más diez de reserva) que tiene el examen, 140 correspondieron a conceptos aparecidos en años anteriores.

Bioestadística, Aparato Digestivo, Medicina Preventiva, Biología y Neumología suelen reunir cada año más de 20 preguntas

Asignaturas clave
Fernando de Teresa, coordinador de la academia AulaMir, asegura que cada año hay entre 120 y 130 que se sabe se van a preguntar, es decir, más de la mitad. Las disfrazan más o menos, hacen que parezcan distintas, pero siempre se mantiene la idea. "Las 100 restantes empiezan a salirse de ese núcleo, e incluso hay unas 20 ó 25 a las que hay que renunciar porque son muy complicadas".

Lo confirma Paula Fonseca, coordinadora en la academia MIR Asturias que, además, especifica las asignaturas más importantes: "Bioestadística, Aparato Digestivo, Medicina Preventiva, Biología y Neumología suelen reunir cada año más de 20 preguntas. Dermatología, Otorrinología, Oftalmología, unas cinco".

En Bioestadística, por ejemplo, destacan los ensayos clínicos. Dentro de Aparato Digestivo se trata mucho la enfermedad inflamatoria intestinal, y en Neumología, la tuberculosis, el cáncer de pulmón y el tromboembolismo pulmonar, que ha caído más de 18 veces. En Obstetricia, por poner otro ejemplo, son importantes las hemorragias del tercer trimestre. Pero si hubiera que escoger un concepto con alta probabilidad de entrar en el examen, Fonseca se decanta por la sarcoidosis como una enfermedad que debuta con adenopatías hiliares y laterales. "Esto ha caído casi 20 veces".

A esta tendencia se le une la aparición de especialidades y servicios novedosos que propician el desarrollo de nuevas preguntas. Ejemplos son la gestión clínica, las urgencias y los cuidados paliativos.

Aun así, sigue siendo gran cantidad de temario y la planificación es esencial. Algunas academias se organizan por vueltas, es decir, dividen el periodo de preparación en diferentes ciclos en los que se va repasando toda la materia una y otra vez.

Cada día hay que estudiar un número de temas establecido, generalmente, por la academia. Pero, ¿qué sucede si un día no da tiempo a estudiar lo previsto? Jorge Macarrón, profesor de la academia Grupo CTO, contesta: "Nosotros recomendamos tener en cuenta la importancia relativa de cada tema. En algunos casos merece la pena recuperarlo al día siguiente; en otros, es preferible sacrificarlo. Hay que ser consciente de que nadie domina todo".

De Teresa es más partidario de intentar, en todo caso, compensar lo posible al día siguiente. Pero reconoce que, al final de la semana, si sólo ha dado tiempo a ver un 85 por ciento de lo previsto, es mejor intentar recuperar el 15 por ciento restante más adelante.

Simulacros, esenciales
Al final, todo se va a volver a repasar, al menos en los simulacros. Estos son recreaciones del examen MIR que hacen todas las academias en numerosas ocasiones para poner en situación y acostumbrar a los alumnos. Sirven para afianzar algunas ideas y repasar otras, de tal manera que, aunque en teoría se esté centrado en otras asignaturas, periódicamente se revisen todas mediante la prueba.

Más allá de su simple realización, es esencial corregir estas simulaciones, ver en qué se ha fallado y repasar los conceptos. Macarrón lo tiene claro. "A veces se aprende más de una pregunta fallada que de una tarde entera de estudio". De todos modos, es una tarea que, como indica De Teresa, no debe sobrepasar las cinco horas de dedicación.

Sobre la posibilidad de estudiar únicamente a base de simulacros, el profesor de CTO avisa: "Es posible, pero no es un procedimiento que pueda recomendarse a todo el mundo. Si se trata de un alumno que ya se ha presentado al MIR, con buen resultado, y vuelve a hacerlo al año siguiente porque se ha equivocado al elegir especialidad, puede ser razonable entrenarse de esta manera. También sería un enfoque adecuado para alguien con poco tiempo para estudiar, o para quien parte de una base muy sólida. No obstante, lo más acertado es buscar un equilibrio entre estudio y práctica".