Urgencias insta a seguir el modelo de jefaturas catalán y andaluz

Expertos señalan las ventajas conseguidas dando entidad propia a Urgencias en los hospitales. La sociedad sigue pendiente del recurso contra la troncalidad.

Carmen Serrano. Zaragoza | dmredaccion@diariomedico.com | 15/06/2015 00:00

Francisco Aramburu, Carmen Navarro,Tomás Toranzo y Antoni Juan Pastor

Francisco Aramburu, médico del Complejo Hospitalario de Ourense; Carmen Navarro, coordinadora de Urgencias del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla; Tomás Toranzo, presidente de Honor de Semes, y Antoni Juan Pastor, director asistencial del ICS (Xavi Buil)

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A la ya clásica reivindicación de una especialidad de carácter troncal, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias (Semes) sumó el pasado viernes, en la clausura de su 27º congreso, que se ha celebrado en Zaragoza, la petición de que el reconocimiento de la figura del jefe de servicio de Urgencias, que ya han hecho Cataluña y Andalucía, se extienda a todas las autonomías. A los representantes catalán -Antoni Juan Pastor, director asistencial del Instituto Catalán de la Salud (ICS)- y andaluza -Carmen Navarro, coordinadora del Servicio de Urgencias del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla-, se sumaron Francisco Aramburu, urgenciólogo del Complejo de Orense, y Tomás Toranzo, presidente de honor de Semes. La coincidencia fue plena: la generalización de la iniciativa catalana y andaluza mejora la estructura de los servicios y los sitúa al mismo nivel que el resto, contribuye a mejorar las condiciones laborales y retributivas del profesional, y les dota de una independencia en la toma de decisiones que ahora no tienen. Toranzo resaltó que el logro de ambas autonomías contrasta "con la dejación de la Administración central en este punto".

Juan Pastor puso de manifiesto su "sorpresa" ante la buena e inmediata acogida del Consejo de Administración del ICS de la iniciativa catalana, que, según él, pretendía "equiparar las responsabilidades y retribuciones del jefe del servicio de Urgencias con el resto, y que la jefatura se desvinculara de la posesión de la especialidad, ya que ésta no existe". Según Pastor, la jerarquización que se ha logrado con este reconocimiento "refuerza los servicios, garantiza proyectos a medio/largo plazo, aclara la situación laboral y docente de los urgenciólogos y evita injerencias de otros especialistas". A esos logros, el ICS suma, según su director asistencial, nuevos retos, entre ellos "avanzar en un modelo retributivo especial, sobre todo para noches y fines de semana" y "definir la carrera profesional hasta la jubilación". Todas esos retos pasan, según el representante del ICS, por lo que todos reconocen como primordial: "Que se reconozca la especialidad".

Objetivos concretos
En el caso de Andalucía, Navarro recordó que la nueva normativa crea los Servicios de Urgencia Hospitalaria (SUH) como una unidad independiente de gestión, y los equipara al resto de los servicios. Aunque, según ella, aún quedan flecos técnicos por aclarar, la nueva regulación ha atajado el malestar de los coordinadores, "que ni siquiera tenían hilo directo con la dirección del centro y veían cómo se desarrollaban trabajos de Urgencias en los centros andaluces de primaria al margen de ellos". A juicio de Navarro, la nueva normativa andaluza ha permitido fijar objetivos: "Mejorar los tiempos, los ingresos, resolver aglomeraciones...".

En contraste con las iniciativas autonómicas, Toranzo se quejó de la "dejación" del Gobierno central, y Aramburu dijo que la troncalidad no se adapta a la realidad laboral de los servicios

Los datos recogidos en una encuesta realizada en toda la autonomía se han traducido en recomendaciones concretas, que Navarro enumeró: "Implantar o desarrollar un sistema de triaje estructurado, mejorar el registro de las actuaciones realizadas en la historia clínica, mejorar el tiempo de atención y respuesta, configurar aspectos organizativos para que la respuesta a cada paciente sea la mejor para él, establecer mejoras en la organización global del hospital que faciliten el trabajo en Urgencias, y analizar y adecuar las estructuras para afrontar las aglomeraciones".

En contraste con los modelos catalán y andaluz, Aramburu se quejó de la actitud del Gobierno central, que tildó de "claramente beligerante" con los urgenciólogos. Resaltó que la Administración hace "oídos sordos" a la evidencia científica, la directiva comunitaria y la tendencia general en Europa, e insistió en que la regulación que consagra el decreto de troncalidad "no se adecúa a la realidad laboral y científica del trabajo en las Urgencias".