EE UU acepta un cambio en la lucha contra las drogas
Kerry admite que son necesarias más políticas sociales para reducir la demanda, pero pide un debate prudente y equilibrado
“Sí, tenemos que fijarnos en la demanda”. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, sentenció este miércoles con estas palabras un cambio de rumbo en la lucha contra las drogas en el continente americano. Esa era la voluntad de Guatemala y de un grupo de 14 países en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebra en Antigua, y las palabras de Kerry fueron un logro más que suficiente. Hace solo un año, destacaban varias fuentes diplomáticas, era impensable siquiera abrir el debate. “Damos la bienvenida a una discusión sana”, dijo Kerry. “El presidente Obama ha sido muy claro en su voluntad de generar cambios en la dinámica entre Estados Unidos y otros países sobre las drogas”.
La reunión de la OEA fue reclamada por Guatemala para imponer una discusión sobre la lucha antidrogas en el continente, un problema de rango mundial pero que en América se muestra con crudeza sus consecuencias en su fase de producción en Sudamérica, en el narcotráfico en Centroamérica y en el consumo en Norteamérica. La criminalización mundial de las drogas data de los años sesenta. El objetivo de esta reunión es producir un consenso mínimo que permita en unos meses tener una posición común como continente que influya en un cambio sustancial en la conferencia sobre drogas convocada por la ONU en 2016.
La posición de Estados Unidos no ha cambiado exactamente. Lo que ha hecho es introducir un matiz, el de dar más importancia a las políticas sociales para reducir la demanda de drogas, que se añade al enfrentamiento total contra el tráfico y la producción. Tanto en su declaración ante la Asamblea como ante los periodistas, Kerry se expresó siempre en términos muy generales, pero dejando claro que Estados Unidos no se cierra al debate en organismos internacionales. "Creo que es importante seguir comprometidos con un enfoque equilibrado y amplio", afrimó.
El secretario de Estado trató de rebajar políticamente la discusión sobre las drogas. “Nos estamos basando en ciencia, no en ideología” para enfocar parte de la lucha hacia la reducción de la demanda, explicó. Estados Unidos no quería que el documento final de la Asamblea convocara una asamblea extraordinaria para el año que viene monográfica sobre este asunto, pero el canciller guatemalteco, Fernando Carrera, aseguró el miércoles por la noche que había consenso en convocarla. El objetivo inicial de Guatemala era convocar una cumbre de presidentes.
“Estados Unidos no puede pretender tener el monopolio sobre la mejor manera de luchar contra las drogas. No hay respuestas sencillas ni soluciones definitivas. Todos los países deben considerar sus propias circunstancias y experiencias”, dijo ante la Asamblea el secretario de Estado.
Kerry puso como ejemplo de políticas exitosas de reducción del consumo de sustancias las aplicadas en el tabaco y el alcohol, pero también aseguró que en los últimos cinco años Estados Unidos ha logrado un descenso de entre el 40% y el 50% del consumo de drogas, especialmente cocaína. “Una de las formas es ayudar al adicto”, dijo Kerry, refiriéndose a los usuarios de drogas como enfermos, un matiz importante frente al enfoque penal de las drogas. “Estados Unidos ya ha dado pasos en la reducción de la demanda”. El secretario de Estado recalcó la importancia de trabajar en la educación y la rehabilitación de adictos.
Dos Estados de EE UU, Colorado y California, comparten con Uruguay la experiencia de haber despenalizado la marihuana para uso recreativo. México también está ensayando una despenalización de algunos consumos personales.
La otra mitad del discurso de Kerry era que “también hay que centrarse en la prohibición”. “Hay que mantener la fuerza [contra el narcotráfico] para no inundar el país con tentaciones mientras intentas reducir la demanda”, dijo Kerry. “Lo que entra, se consume. Hay que romper ese círculo”.
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