Cada español pagó 433 euros en 2011
El gasto del paciente crece, pero menos que el público
El desembolso por español fue el 20% del gasto total de 2011. Los hospitales coparon el 42 por ciento de todo el coste sanitario.
Laura G. Ibañes | laura.gutierrez@diariomedico.com | 17/06/2013 00:00
Cada español pagó directamente de su bolsillo 433 euros en 2011 para hacer frente a cuestiones sanitarias, bien por copago farmacéutico, bien por seguros médicos privados o por servicios no cubiertos por el sistema público, como algunos tratamientos odontológicos. Así queda reflejado en las estadísticas que ha hecho públicas el Ministerio de Sanidad sobre el gasto público y privado en sanidad en el periodo 2003-2011. En casi una década, el gasto directo del paciente en sanidad creció un 25,8 por ciento, pasando de los 344 euros por ciudadano en 2003 a los citados 433 de 2011.
Este crecimiento del copago sanitario fue sin embargo menor que el que experimentó el gasto público en sanidad (en el conjunto de administraciones autonómicas, locales y de la Seguridad Social), lo que provocó que antes de la reforma del copago farmacéutico acometida en julio de 2012 el paciente pagara de su bolsillo proporcionalmente menos de lo que lo hacía hace una década. Concretamente, los pagos directos de los ciudadanos para cuestiones sanitarias representaron en 2003 el 23 por ciento de todo el gasto público y privado en sanidad, mientras que en 2011 ese peso era ya de sólo el 20,7 por ciento.
Por el contrario, el gasto de las administraciones públicas en sanidad ganó peso sobre el total del gasto sanitario, pasando de representar el 70,2 por ciento del total en 2003 a ser el 73 por ciento en 2011.
Entre otras cuestiones, este descenso del desembolso directo de los ciudadanos se debió al incremento del número de pensionistas y, con ello, del colectivo que hasta julio de 2012 estaba exento por completo de copago farmacéutico. De hecho, según los últimos datos ministeriales, que en este caso llegan hasta 2010, el copago farmacéutico apenas representó ese año el 6,4 por ciento del gasto público en medicamentos, una cifra inferior a la de 2003, cuando se situó en el 7,3 por ciento del total.
En conjunto, en 2011 el gasto total en sanidad ascendió en el país a 98.860 millones de euros, de los que el 73 por ciento correspondieron a financiación pública y el 27 por ciento a financiación privada, que ha perdido peso sobre el total, precisamente por esa caída de los gastos directos en sanidad de los hogares.
Por proveedores de la atención sanitaria (pública y privada) los hospitales fueron sin duda los que mayor gasto coparon (el 42,2 por ciento del total), seguidos de los proveedores de atención ambulatoria (26,1 por ciento), los minoristas de fármacos y productos sanitarios (20,1 por ciento) y, a mucha distancia, los establecimientos de atención medicalizada y residencial (6,4 por ciento), los de administración y seguros médicos (3,3 por ciento), los gastos en programas de salud pública (0,8 por ciento) y otros gastos sanitarios.
Teniendo en cuenta el gasto público y privado, cada ciudadano consumió al año 884 euros en hospitales, 134 en atención medicalizada, 547 en ambulatoria, 422 en fármacos y productos sanitarios, 17 en salud pública y 92 en otras cuestiones.
Este crecimiento del copago sanitario fue sin embargo menor que el que experimentó el gasto público en sanidad (en el conjunto de administraciones autonómicas, locales y de la Seguridad Social), lo que provocó que antes de la reforma del copago farmacéutico acometida en julio de 2012 el paciente pagara de su bolsillo proporcionalmente menos de lo que lo hacía hace una década. Concretamente, los pagos directos de los ciudadanos para cuestiones sanitarias representaron en 2003 el 23 por ciento de todo el gasto público y privado en sanidad, mientras que en 2011 ese peso era ya de sólo el 20,7 por ciento.
Por el contrario, el gasto de las administraciones públicas en sanidad ganó peso sobre el total del gasto sanitario, pasando de representar el 70,2 por ciento del total en 2003 a ser el 73 por ciento en 2011.
Entre otras cuestiones, este descenso del desembolso directo de los ciudadanos se debió al incremento del número de pensionistas y, con ello, del colectivo que hasta julio de 2012 estaba exento por completo de copago farmacéutico. De hecho, según los últimos datos ministeriales, que en este caso llegan hasta 2010, el copago farmacéutico apenas representó ese año el 6,4 por ciento del gasto público en medicamentos, una cifra inferior a la de 2003, cuando se situó en el 7,3 por ciento del total.
En conjunto, en 2011 el gasto total en sanidad ascendió en el país a 98.860 millones de euros, de los que el 73 por ciento correspondieron a financiación pública y el 27 por ciento a financiación privada, que ha perdido peso sobre el total, precisamente por esa caída de los gastos directos en sanidad de los hogares.
Por proveedores de la atención sanitaria (pública y privada) los hospitales fueron sin duda los que mayor gasto coparon (el 42,2 por ciento del total), seguidos de los proveedores de atención ambulatoria (26,1 por ciento), los minoristas de fármacos y productos sanitarios (20,1 por ciento) y, a mucha distancia, los establecimientos de atención medicalizada y residencial (6,4 por ciento), los de administración y seguros médicos (3,3 por ciento), los gastos en programas de salud pública (0,8 por ciento) y otros gastos sanitarios.
Teniendo en cuenta el gasto público y privado, cada ciudadano consumió al año 884 euros en hospitales, 134 en atención medicalizada, 547 en ambulatoria, 422 en fármacos y productos sanitarios, 17 en salud pública y 92 en otras cuestiones.
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