ESTUDIO | Repercusión
El acoso entre el personal sanitario
- En Reino Unido, les ocurre a una de cada cinco personas del servicio de salud
- En España, aún no hay datos nacionales disponibles, pero sí en Madrid
- El 31% de los médicos asegura haber sufrido 'mobbing'
Amenazas, coacciones y vejaciones en las cuatro paredes de la consulta médica. Por si fuera poco el maltrato que sufren muchos médicos y enfermeras por parte de sus pacientes, en algunos casos, también tienen que afrontar intimidación y acoso laboral de sus colegas de profesión. Según un estudio del 'British Medical Journal', en Reino Unido, les ocurre a una de cada cinco personas del Servicio Nacional de Salud (NHS, sus siglas en inglés). En España, sin embargo, aún no hay datos nacionales disponibles.
Hasta el momento, "no hay estudios epidemiológicos que estimen esta situación ni tampoco una recopilación de datos certera" con la que se pueda poner cifras a este problema social, explica Dolores Crespo, directora del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) del Colegio de Médicos de Madrid. "Es muy difícil objetivar el acoso laboral cuando hay muchos tipos de seudoacosos (conflictos laborales y personales)".
Lo que sí se conocen son los datos relacionados con los incidentes violentos generados por los pacientes hacia sus médicos y enfermeras. Según el Observario de Agresiones del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, el 25% de este tipo de situaciones que se producen en el trabajo se da en el sector sanitario.
Sin embargo, dicho porcentaje sólo muestra una realidad a medias. Falta saber hasta qué punto el personal sanitario tiene que soportar acoso laboral por parte de sus compañeros de trabajo. Sólo hay un estudio que se limita a Madrid, según el cual el 31% de los médicos asegura haber sufrido 'mobbing'. Las mujeres señalan más incidentes de tipo sexual y psicológico y los hombres más acoso político.
Tal y como reflejan las gráficas del trabajo, realizado por la doctora Crespo, psiquiatra en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, la falta de amiguismo y la formación son algunos de los principales motivos de discriminación profesional. Los acosadores también actúan por otras cuestiones como las diferencias salariales o el tipo de contrato.
Detrás del acoso en el ambiente laboral también se esconden razones personales. Las más frecuentes: embarazos, religión, edad, sexo, tendencias políticas, idioma, etc. "Lo que más vemos son conflictos de jerarquía entre dos iguales o con un superior. Generalmente, después de un choque se inicia el proceso de acoso en el que se intenta eliminar al otro a través de mecanismos psicológicos sutiles", argumenta la especialista. Empieza con un rechazo a la comunicación directa por parte del acosador, quien después no cejará tramar artimañas para descalificar, desacreditar y aislar a su víctima. Le someterá a todas las 'trampas' que se le ocurra para ridiculizarle.
Basta con que haya en el centro "un profesional con más nivel para que se desencadene el temor del acosador a que progrese más de la cuenta" y se despierte así "su poder ilimitado sus tendencias sádicas, sus ganas de someter a otro y de hacerle sufrir innecesariamente". Según el estudio británico, que se basó en las respuestas de casi 3.000 empleados del NHS, los gerentes son la fuente más común de acoso laboral (en el 51% de los casos), con cargas de trabajo inmanejable, retención de información clave y humillación pública, y los compañeros fueron responsables del acoso en el 31% de las situaciones.
El acoso laboral es una situación complicada que no sólo "desgasta psicológicamente a la víctima, también disminuye la producción, favorece el absentismo y destruye el ambiente de trabajo". La investigación británica revela que casi la mitad de los encuestados había sido testigo del acoso entre compañeros.
Dadas las repercusiones de este fenómeno, y después de que saliera en julio del año pasado la ley de mediación, en la Organización Médica Colegial (OMC) se está preparando a un equipo de mediadores sanitarios para que intervengan en estas situaciones. Para ver cómo funciona esta iniciativa, de momento, sólo se pondrá en marcha en el Colegio de Médicos de Madrid.
Hasta el momento, "no hay estudios epidemiológicos que estimen esta situación ni tampoco una recopilación de datos certera" con la que se pueda poner cifras a este problema social, explica Dolores Crespo, directora del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) del Colegio de Médicos de Madrid. "Es muy difícil objetivar el acoso laboral cuando hay muchos tipos de seudoacosos (conflictos laborales y personales)".
Lo que sí se conocen son los datos relacionados con los incidentes violentos generados por los pacientes hacia sus médicos y enfermeras. Según el Observario de Agresiones del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, el 25% de este tipo de situaciones que se producen en el trabajo se da en el sector sanitario.
Sin embargo, dicho porcentaje sólo muestra una realidad a medias. Falta saber hasta qué punto el personal sanitario tiene que soportar acoso laboral por parte de sus compañeros de trabajo. Sólo hay un estudio que se limita a Madrid, según el cual el 31% de los médicos asegura haber sufrido 'mobbing'. Las mujeres señalan más incidentes de tipo sexual y psicológico y los hombres más acoso político.
Tal y como reflejan las gráficas del trabajo, realizado por la doctora Crespo, psiquiatra en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, la falta de amiguismo y la formación son algunos de los principales motivos de discriminación profesional. Los acosadores también actúan por otras cuestiones como las diferencias salariales o el tipo de contrato.
Detrás del acoso en el ambiente laboral también se esconden razones personales. Las más frecuentes: embarazos, religión, edad, sexo, tendencias políticas, idioma, etc. "Lo que más vemos son conflictos de jerarquía entre dos iguales o con un superior. Generalmente, después de un choque se inicia el proceso de acoso en el que se intenta eliminar al otro a través de mecanismos psicológicos sutiles", argumenta la especialista. Empieza con un rechazo a la comunicación directa por parte del acosador, quien después no cejará tramar artimañas para descalificar, desacreditar y aislar a su víctima. Le someterá a todas las 'trampas' que se le ocurra para ridiculizarle.
Basta con que haya en el centro "un profesional con más nivel para que se desencadene el temor del acosador a que progrese más de la cuenta" y se despierte así "su poder ilimitado sus tendencias sádicas, sus ganas de someter a otro y de hacerle sufrir innecesariamente". Según el estudio británico, que se basó en las respuestas de casi 3.000 empleados del NHS, los gerentes son la fuente más común de acoso laboral (en el 51% de los casos), con cargas de trabajo inmanejable, retención de información clave y humillación pública, y los compañeros fueron responsables del acoso en el 31% de las situaciones.
El acoso laboral es una situación complicada que no sólo "desgasta psicológicamente a la víctima, también disminuye la producción, favorece el absentismo y destruye el ambiente de trabajo". La investigación británica revela que casi la mitad de los encuestados había sido testigo del acoso entre compañeros.
Dadas las repercusiones de este fenómeno, y después de que saliera en julio del año pasado la ley de mediación, en la Organización Médica Colegial (OMC) se está preparando a un equipo de mediadores sanitarios para que intervengan en estas situaciones. Para ver cómo funciona esta iniciativa, de momento, sólo se pondrá en marcha en el Colegio de Médicos de Madrid.
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