CURSOS DE VERANO | Santander
El Carlos III reconoce el daño de la 'política restrictiva' en ciencia
Feliz y satisfecho por el trabajo "titánico" de estos cuatro meses, el tiempo transcurrido desde que sustituyó a Joaquín Arenas al frente del Instituto Carlos III. Así se ha presentado Antonio L. Andreu en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha querido enviar un mensaje de optimismo a una comunidad científica, que ha protagonizado fuertes protestas en la calle, con el envío incluso de una carta a Mariano Rajoy donde hablaban de "situación de desbarajuste".
Entre las quejas de los investigadores está, sin contar los recortes (también en personal), el hecho de que el Ministerio de Hacienda o de Economía frene partidas aprobadas por otros ministerios, como el de Sanidad o el de Cultura. El Carlos III depende "orgánicamente de Economía, y orgánica y funcionalmente de Sanidad", ha recordado Andreu, pero lo que los investigadores perciben como un contra, el Instituto lo considera positivo porque "tenemos dos aliados en lugar de uno".
"Cuando yo llegué al Instituto todavía había muchas incertidumbres", ha manifestado el director del Carlos III. Unas incertidumbres centradas en el presupuesto para investigaciones, el alcance final -si se puede hablar de final- de los recortes y el tener que sacar adelante la Acción Estratégica de Salud. Sin embargo, y a pesar de admitir que "la política restrictiva está afectando de una manera muy dura la I+D+i", asegura que esas incertidumbres "se están despejando".
Así lo demuestra, a su entender, que en cuatro meses de trabajo desde su llegada hayan logrado convocar la Acción Estratégica en Salud, estructurada en tres ejes con una financiación de 100 millones de euros, y el hecho de que el Gobierno aprobase la semana pasada un crédito extraordinario para la convocatoria del Plan Nacional.
Por todo ello, Andreu ha admitido que cree que "lo peor ha pasado", en un mensaje esperanzador para la comunidad investigadora. Pero tiene otro mensaje: que a partir de ahora lo que hay que hacer es alzar la voz "alta y clara" de cara a los presupuestos del año que viene para "ser capaces de tener un incremento financiero que nos permita dar un paso adelante", del cual, ha admitido, "estamos muy necesitados". Ha recordado algo que entre los gestores y el sector investigador no hay duda, que "este país necesita seguir apostando por la I+D+i". Porque sin él, ha apostillado, "no hay futuro".
Emplear a los talentos
Una de las grandes preocupaciones en el ámbito investigador, el de la 'fuga de cerebros', admitida a finales de año por la propia secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, se ha intentado paliar con un programa "ilusionante", como lo ha calificado el doctor Andreu. Se trata del programa Juan Rodés, que tiene como objetivo incorporar a las plantillas asistenciales, en los hospitales donde exista un instituto de investigación sanitaria, "a profesionales que hayan finalizado la formación sanitaria especializada y que hayan finalizado un programa de investigación del programa Río Hortega", ha comunicado el director del Instituto.
Con esto se trata, asegura el director del Carlos III, de asegurarse la "empleabilidad del talento" en un claro guiño por evitar la sangría de salidas al extranjero de profesionales cualificados.
También ha entrado a valorar la repercusión en investigación de la privatización de hospitales, otro ámbito de polémica con los profesionales sanitarios. En este sentido, Andreu cree que es prematuro valorarlo, pero considera que "los centros que han privatizado su gestión son los que menos capacidad de I+D+i tienen".
La comunidad investigadora tiene algo a lo que agarrarse en un curso en el que se recuerdan más las penas que las alegrías, y en el que todavía quedan muchas reivindicaciones pendientes.
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