Menos salud, más propaganda
40 millones de pesos fueron sacados de hospitales y programas de Desarrollo Social para incrementar el gasto en publicidad. El dinero destinado a la propaganda creció en forma exponencial en los últimos tres años.
Por Werner Pertot
En tiempos de campaña, el gobierno de Mauricio Macri aumentó en un 11 por ciento su presupuesto de publicidad y propaganda oficial. Lo hizo a costa de hacer recortes en 28 hospitales y centros de salud porteños, y en diversos programas de Desarrollo Social por un total de 40 millones de pesos. Según un informe de La Fábrica Porteña –que conduce el ministro de Trabajo, Carlos Tomada–, la gestión PRO ajustó programas como el de Atención a la Niñez y Adolescencias Vulnerables o Asistencia Integral a los Sin Techo para destinar ese dinero a mayor publicidad en un año electoral.
Según detalla el informe, que se basa en documentos publicados en el Boletín Oficial porteño, el presupuesto en publicidad y propaganda del gobierno porteño creció en forma exponencial en los últimos tres años: en 2010 era de 68 pesos por habitante y este año alcanza los 357 pesos por habitante. Son 357 millones de pesos.El equipo de La Fábrica Porteña detectó en los anexos del Boletín Oficial una transferencia presupuestaria que parte de la resolución 582/13 del Ministerio de Hacienda. La resolución había sido firmada el 5 de julio de este año, pero recién se conoció la semana pasada. Según pudo saber este diario, el recorte lo solicitó el secretario general, Marcos Peña, que es el responsable de la comunicación del gobierno porteño y, a la vez, de la campaña del PRO. Para ambas tiene contratada a la agencia de publicidad Don, de Juan Manuel “Papón” Ricciardelli, quien tiene a su gente instalada en el segundo piso de Bolívar 1. Cerca del secretario general negaron estar involucrados en el ajuste.
A través de la Resolución 582/13 se reasignaron 40 millones de pesos que iban a los hospitales y a programas de desarrollo social, y los asignaron al rubro de publicidad y propaganda. Esos 40 millones de pesos representan el 11 por ciento del presupuesto para publicidad que la Legislatura le asignó originalmente a la gestión PRO (un total de 357.586.432 pesos). Según indica el informe de La Fábrica Porteña, “el dinero estaba destinado inicialmente a la atención de hospitales y centros de salud mental, y a programas sociales que afectan a la tercera edad y a la niñez y adolescencia vulnerables”. Con precisión de bisturí, le recortaron exactamente 20 millones a cada ministerio.
Del Ministerio de Salud recortaron entre 600 mil y 1.300.000 pesos a 28 hospitales y centros de salud. Por ejemplo, al Hospital Borda le descontaron 600 mil pesos, la misma cifra que les quitan a los talleres protegidos de rehabilitación psiquiátrica; al Fernández, 1.300.000; al Muñiz, otros 600 mil; al Penna, la misma cifra; al Tobar García, 500 mil pesos; al Argerich, también 1.300.000 pesos. En total reasignaron 20 millones a la partida de publicidad y propaganda del Ministerio de Salud.
Del Ministerio de Desarrollo Social quitaron entre 1 y 4 millones de pesos a distintos programas, como el Hogar de Residencia Permanente para la Tercera Edad (un millón menos), Integración Social de Adultos Mayores (otro millón de ajuste), Desarrollo Integral Infantil (4 millones menos) o Atención a la Niñez y Adolescencias Vulnerables (un millón y medio de recorte). Al programa Ciudadanía Porteña –al que los macristas habían prometido no tocar– le recortan dos millones y medio de pesos de actividades comunes con otros programas, como Asistencia Socio Habitacional, Asistencia a las Familias de Alta Vulnerabilidad Social, Asistencia Integral a los Sin Techo, Asistencia Inmediata ante la Emergencia Social, Formación e Inclusión para el Trabajo, entre otros. El programa Ciudadanía Porteña es un subsidio a personas en situación de pobreza o indigencia que sirve para gastos en alimentos o higiene personal. De estos recortes obtienen otros 20 millones que van a publicidad y propaganda de Desarrollo Social.
En cada caso, el dinero se centralizó en el ministerio correspondiente, y se lo asignó a la partida de publicidad y propaganda. El informe de La Fábrica Porteña reseña otra resolución de 2009 que especifica el destino para esas partidas: “Gastos en concepto de publicidad y propaganda por medio de radiodifusoras, televisión, cines, teatros, periódicos, revistas, folletos, carteles, etcétera”. Incluso agrega los “contratos con las agencias publicitarias y productoras cinematográficas y televisivas”.
“Hospitales sin insumos ni enfermeros y servicios sociales cerrados son la contracara del mundo feliz que Macri muestra en su publicidad”, consideró Matías Barroetavena, coordinador de La Fábrica Porteña y subsecretario de Políticas de Empleo del Ministerio de Trabajo nacional. El dirigente consideró que “esa publicidad ahora es, paradójicamente, financiada con el presupuesto que les quita a esas áreas”.
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