INDUSTRIA | Sobornos a médicos
Un estadounidense, detenido en China por corrupción en el sector farmacéutico
Las fuerzas de seguridad chinas han detenido a un ciudadano estadounidense por su supuesta relación con los escándalos de corrupción que afectan a varias compañías farmacéuticas que operan en el mercado chino, según ha informado el rotativo 'South China Morning Post.
El acusado, cuya identidad y la empresa donde trabaja no trascendieron, es el primer ciudadano extranjero retenido formalmente por las autoridades chinas después de la detención de cuatro directivos chinos de la farmacéutica británica GSK y el interrogatorio a tres gerentes de la firma anglo-sueca AstraZeneca.
La semana pasada las autoridades chinas ya prohibieron salir del país al británico Steve Nechelput, principal responsable de operaciones financieras de la farmacéutica GSK, aunque no ha sido formalmente arrestado.
Los directivos chinos de GSK fueron detenidos ante las acusaciones de que la empresa pagó cerca de 500 millones de dólares en sobornos a farmacéuticas, hospitales y médicos para promover sus ventas en el gigante asiático y subir los precios de sus fármacos.
Desde entonces, las investigaciones se han ampliado a otras compañías farmacéuticas -las autoridades también han visitado las oficinas en China de la compañía belga UCB- y a los profesionales del sector.
De hecho, la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar anunció ayer que 39 personas de un hospital de Cantón (sur del país) "serían castigadas" por aceptar sobornos de dos compañías farmacéuticas, sin especificar el nombre de las mismas.
Según el comunicado, el monto total de los sobornos ascendería a 2,82 millones de yuanes (460.000 millones de dólares, unos 350.000 euros) y se habrían llevado a cabo entre 2010 y 2012.
"El vicepresidente del sindicato del hospital y dos personas más relacionadas con dos compañías farmacéuticas se han transferido a la Justicia, mientras que nueve médicos que recibieron directamente los sobornos fueron despedidos, suspendidos o se les revocó sus licencias", dijo el comunicado.
La primera firma investigada, GSK, se comprometió a bajar los precios de sus medicamentos en China tras conocerse el escándalo y se disculpó ante las autoridades chinas, prometiendo "tolerancia cero" hacia las prácticas irregulares de sus ejecutivos en el país asiático.
El acusado, cuya identidad y la empresa donde trabaja no trascendieron, es el primer ciudadano extranjero retenido formalmente por las autoridades chinas después de la detención de cuatro directivos chinos de la farmacéutica británica GSK y el interrogatorio a tres gerentes de la firma anglo-sueca AstraZeneca.
La semana pasada las autoridades chinas ya prohibieron salir del país al británico Steve Nechelput, principal responsable de operaciones financieras de la farmacéutica GSK, aunque no ha sido formalmente arrestado.
Los directivos chinos de GSK fueron detenidos ante las acusaciones de que la empresa pagó cerca de 500 millones de dólares en sobornos a farmacéuticas, hospitales y médicos para promover sus ventas en el gigante asiático y subir los precios de sus fármacos.
Desde entonces, las investigaciones se han ampliado a otras compañías farmacéuticas -las autoridades también han visitado las oficinas en China de la compañía belga UCB- y a los profesionales del sector.
De hecho, la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar anunció ayer que 39 personas de un hospital de Cantón (sur del país) "serían castigadas" por aceptar sobornos de dos compañías farmacéuticas, sin especificar el nombre de las mismas.
Según el comunicado, el monto total de los sobornos ascendería a 2,82 millones de yuanes (460.000 millones de dólares, unos 350.000 euros) y se habrían llevado a cabo entre 2010 y 2012.
"El vicepresidente del sindicato del hospital y dos personas más relacionadas con dos compañías farmacéuticas se han transferido a la Justicia, mientras que nueve médicos que recibieron directamente los sobornos fueron despedidos, suspendidos o se les revocó sus licencias", dijo el comunicado.
La primera firma investigada, GSK, se comprometió a bajar los precios de sus medicamentos en China tras conocerse el escándalo y se disculpó ante las autoridades chinas, prometiendo "tolerancia cero" hacia las prácticas irregulares de sus ejecutivos en el país asiático.
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