El Tribunal de Apelación británico dice ‘no' al suicidio asistido

El Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales ha declarado que corresponde al Parlamento y no a los tribunales de justicia decidir, llegado el caso, si y en qué condiciones es legal el suicidio asistido. De esta forma, ha rechazado dos reclamaciones presentadas simultáneamente para obtener ayuda médica con este fin.

G.E. | 01/08/2013 12:33

Los magistrados que integran la Sala Civil han estudiado el caso de Tony Nicklinson, quien en 2005 sufrió un ictus que le dejó paralizado de cuello para abajo. Al perder la sentencia en primera instancia rechazó cualquier tipo de alimentación y murió una semana más tarde, a la edad de 58 años. Su viuda ha continuado con la reclamación ahora resuelta por el Tribunal de Apelación. El otro caso integrado en la misma demanda es el de Paul Lamb, de 58 años, que sufre tetraplejia desde 1990, a causa de un accidente de tráfico. En ambos supuestos, se pedía que el médico que les ayudara a morir estuviera exento de cargos por asesinato.

La sentencia considera que, para resolver este debate ético, "el Parlamento, como conciencia de la nación, es el foro constitucional apropiado; y no los jueces, que pueden estar influidos por sus particulares perspectivas morales. El proceso judicial, que se centra en hechos y circunstancias concretos presentados ante el tribunal, no permite abordar convenientemente el conjunto de cuestiones en conflicto y los eventuales requisitos que una regulación adecuada del tema puede requerir. Y existe el riesgo de que una decisión judicial determinada, influida tal vez por la simpatía hacia el demandante, tenga consecuencias imprevistas, creando un desafortunado precedente que resulte vinculante para contextos completamente distintos".