Bengoa recalca que la OPE hará a Osakidetza “más fuerte y más pública”
El País Bilbao 16 JUN 2012 - 00:34 CET
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, defendió ayer que la Oferta Pública de Empleo (OPE) cuyas pruebas inició ayer Osakidetza busca dotar a la sociedad de una sanidad “más fuerte y más pública”. La oposición, que comenzó ayer en el BEC de Barakaldo y concluirá mañana, es la mayor que se celebra este año en toda España: 64.908 personas aspiran a una de las 1.493 plazas ofertadas en diversas categorías. De forma paralela, otros 4.804 ciudadanos aspiran a uno de los 531 puestos que ofrece Educación.
Horas antes de que comenzase en el recinto ferial la primera prueba, para administrativo, Bengoa aprovechó un acto con medios de comunicación en Bilbao para recordar que la OPE era una promesa del Gobierno autónomo y un compromiso. “No porque cambien las cosas en el entorno político, uno tiene que cambiar toda su política sanitaria”, dijo el consejero en palmaría alusión a la llegada del PP a La Moncloa y su apuesta por paralizar las ofertas de empleo público, especialmente en el ámbito educativo.
La oposición, cuya organización supone un coste de 1,8 millones de euros, ya que suma 60 convocatorias específicas, pretende “estabilizar el empleo a mucha gente” para lograr “más calidad clínica”.
Por la tarde, antes de la primera prueba, el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, recalcó que la OPE es “completamente incomparable” con la oferta de empleo de los servicios de salud de otras comunidades.
Horas antes de que comenzase en el recinto ferial la primera prueba, para administrativo, Bengoa aprovechó un acto con medios de comunicación en Bilbao para recordar que la OPE era una promesa del Gobierno autónomo y un compromiso. “No porque cambien las cosas en el entorno político, uno tiene que cambiar toda su política sanitaria”, dijo el consejero en palmaría alusión a la llegada del PP a La Moncloa y su apuesta por paralizar las ofertas de empleo público, especialmente en el ámbito educativo.
La oposición, cuya organización supone un coste de 1,8 millones de euros, ya que suma 60 convocatorias específicas, pretende “estabilizar el empleo a mucha gente” para lograr “más calidad clínica”.
Por la tarde, antes de la primera prueba, el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, recalcó que la OPE es “completamente incomparable” con la oferta de empleo de los servicios de salud de otras comunidades.
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