La carrera profesional, ajena a la promoción real

La carrera profesional debería generar una percepción en el facultativo de que asiste a un verdadero desarrollo profesional, pero no es así. Ésta es la conclusión de la tesis doctoral La carrera profesional en España. Aplicación, resultados y propuestas de un nuevo modelo de la exjefa del Área de Planificación y Desarrollo de Recursos Humanos del Hospital de Fuenlabrada en Madrid. Defiende que la promoción del médico podría haber sido una gran herramienta de desarrollo profesional para mantener competencias, pero dice que se ha utilizado inadecuadamente.

Alicia Serrano | 12/06/2012 00:00

La teoría es muy bonita: la carrera profesional del licenciado sanitario es un elemento motivador que debe mantener y desarrollar competencias, pero se ha quedado en un café para todos en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Ésta es la principal conclusión de la tesis La carrera profesional en España. Aplicación, resultados y propuestas de un nuevo modelo realizada por Raquel Pérez, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y exjefa del Área de Planificación y Desarrollo de Recursos Humanos del Hospital Universitario de Fuenlabrada en Madrid. "La mayor ventaja para el profesional es el incremento salarial que ha experimentado en su nómina, pero la aplicación de los modelos de carrera no ha demostrado ser una herramienta de desarrollo, no implica mayor competencia profesional -o sus efectos no son a día de hoy evaluables-, no existe un mayor prestigio y reconocimiento público una vez alcanzado el nivel de carrera y tampoco se asocia como un certificado de excelencia independientemente del ámbito donde se ejerza ", dice Pérez.

La promoción profesional debería recompensar la calidad de la atención prestada, la formación, la docencia, la investigación y la gestión

La autora de la tesis que pone en entredicho los modelos de carrera profesional en el SNS explica que ésta no contempla la promoción real del facultativo, de manera que no se acompaña de nuevas actividades o responsabilidades profesionales: "La carrera planteada hasta el momento en el sistema sanitario es jerárquica, se apoya en el nombramiento de cargos y no está basada en la adquisición de un patrimonio personal, base de conocimientos y experiencia. Y es una pena, porque se trata de una herramienta de desarrollo profesional muy buena, pero que no se ha aplicado de forma adecuada en las comunidades autónomas". Pérez incluso va más lejos, y explica que la esencia de la carrera profesional se empezó a desvirtuar cuando se introdujo el periodo extraordinario, "que permitía que el médico accediese a determinados niveles por su antigüedad y no por méritos".

Es cierto que en estos momentos, por la crisis y los recortes presupuestarios, la mayoría de las comunidades autónomas -excepto Navarra y País Vasco- han congelado el pago o el reconocimiento de sus niveles de carrera profesional (cada una lo ha hecho según sus criterios y sin una uniformidad regional), pero esta situación -según Pérez- también responde a la inexistencia de una planificación respecto a lo que la carrera puede suponer para los presupuestos autonómicos: "Esta falta de planificación ha supuesto un agravio comparativo para los profesionales, que ahora no pueden acceder a ninguno de los niveles, perdiendo cualquier atisbo de motivación para ellos. Los 18 modelos de carrera dificultan la libre circulación de profesionales".

La consecuencia más grave de la carrera en España es que ha logrado que no todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud sean iguales

La tesis hace hincapié en que no se premian los esfuerzos del galeno y que algunos de los factores evaluables de la carrera pueden desmotivarle desde el punto de vista personal y profesional, pero este estudio también promueve una serie de incentivos para motivarle: "La carrera debe recompensar la calidad de la atención prestada, la formación continuada, la docencia, la investigación y la gestión clínica".

No se investiga mejor

En este punto, la tesis de Pérez pone negro sobre blanco que los modelos de carrera actuales no demuestran haber permitido un incremento de actividades investigadoras y docentes de mayor calidad. En su opinión, la consecuencia más grave de la promoción profesional del facultativo en España es que ha logrado que no todos los facultativos del SNS sean iguales, "ya que algunas regiones son laxas en la aplicación de sus criterios y otras lo ponen mucho más complicado para alcanzar cierto grado o nivel". Por ello, concluye que la carrera deberá cambiar para forjarse como una herramienta real de motivación.

ONCE PROPUESTAS PARA UN NUEVO MODELO

1. Interiorizar la carrera profesional como un elemento de desarrollo continuo.
2. Utilizarla como valor para conseguir otros beneficios.
3. Exposición pública y reconocimiento del grado adquirido.
4. Posibilidad de poner en marcha cambios en las responsabilidades del puesto de trabajo una vez que se pase de nivel de carrera.
5. Establecer niveles o grados discriminativos que requieran esfuerzo duradero en el tiempo.
6. 'Númerus clausus' para la consecución de la carrera profesional.
7. La misma retribución por niveles o grados en todo el SNS.
8. Homogeneidad para todas las autonomías.
9. Considerar diferencias entre carrera administrativa o de gestión y/o asistencial.
10. Posibilidad de perder el nivel de carrera profesional conseguido en el caso de no tener una actuación profesional correcta.
11. Hay que basar la carrera en la calidad de la atención prestada y complementariamente en la formación continuada, la docencia, la investigación y la gestión clínica.