Los profesionales médicos de Navarra dejan sola a Marta Vera en su nuevo modelo de Sanidad

Pamplona (19/06/2012) - Nerea Garay

La consejera se enfrenta al rechazo de los grupos de trabajo creados por Osasunbidea

La responsable del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS), Marta Vera, no ha logrado que los sanitarios de la Comunidad Foral se adhieran al nuevo modelo asistencial que viene defendiendo desde su entrada al frente de la Sanidad navarra. Más bien todo lo contrario, la consejera navarra ha conseguido algo impensable hace poco tiempo. A saber: sindicatos, sociedades científicas, plataformas en defensa de la Sanidad pública, usuarios... han sumado sus fuerzas contra el nuevo modelo asistencial diseñado por Salud.
Uno de los principales reproches al proyecto es el haber sido redactado sin la participación y el consenso de los profesionales, aunque desde el departamento se insiste en que estos han sido invitados a realizar aportaciones en diferentes foros y encuentros.

Asimismo, Salud ha destacado la labor realizada con todos los municipios y agentes sociales con el doble objetivo de dar a conocer su modelo y de recabar aportaciones para tenerlas en cuenta en la implantación posterior.

Los colectivos profesionales muestran su malestar por haber sido ignorados por el departamento de Vera, al que acusan de organizar encuentros para maquillar de consenso un proyecto ya definido "y que oculta una finalidad economista, de ahorro, más que de mejora de la atención. Incluso reprochan al Gobierno el haber abierto la puerta a la privatización de la Sanidad navarra".

A las quejas de los más de 9.600 profesionales se suman las de las sociedades científicas, asociaciones, sindicatos y profesionales, que se niegan a colaborar en la implantación del nuevo modelo.

Los grupos de trabajo se paralizan

La confrontación entre los profesionales de Navarra y la Consejería de Salud se ha puesto de manifiesto en la paralización de los grupos de profesionales creados por Salud para el estudio de la reforma. En esta línea, la titular del departamento informaba en comisión parlamentaria de finales de mayo de la constitución de dos grupos de trabajo para recabar la participación de los sanitarios en la implantación del modelo. La intención era que durante un mes analizaran en profundidad el documento elaborado por Salud, sin embargo, tras las primeras reuniones, los participantes optaron por retirarse.

La previsión de Salud era que los grupos estuvieran formados por 14 representantes de los directores de los centros urbanos y rurales, la Asociación de Enfermería Comunitaria, la Asociación de Administrativos de Atención Primaria, la Sociedad Navarra de Medicina de Familia y Atención Primaria (SNMFyAP), Plataforma 10 minutos y Asociación Navarra de Pediatría (ANPE), junto con representantes de los SUR, de la dirección de Recursos Humanos y de la Dirección de Primaria. Algunos de ellos, como ANPE o la Plataforma 10 minutos, ni siquiera llegaron a participar en las reuniones, aunque su inclusión en los grupos fue anunciada por la consejera, mientras que otros se descolgaron en encuentros posteriores.

Aunque los grupos han quedado "en suspense", según el departamento de Salud de Navarra, las aportaciones se están recibiendo "en un ambiente mutuo caracterizado por la amplitud de ideas y flexibilidad y el deseo de llegar a acuerdos porque, en esencia, los principios y objetivos que sustentan el nuevo modelo se comparten".

Quejas en la Atención Primaria

Las Asociaciones de Atención Primaria de Navarra están molestas, ya que es inviable el modelo "que se nos propone". "El margen de hacer más con menos es muy pequeño, por lo que el modelo puede ser inviable si no hay recursos suficientes. Cuando se implantó el modelo actual se nos dijo que era la forma en que mejor se aseguraba la atención continuada y de urgencias en Navarra, tanto en las zonas rurales como urbanas, y los profesionales y ciudadanos así lo entendimos. Ahora, de repente, se dice que no, que éste es un modelo mejor y que no está originado por los recortes. No se entiende", censuran.

"Los principales escollos son las guardias localizadas, que suponen empeorar la calidad de la asistencia y las condiciones de trabajo, ya que deberemos hacer muchas más horas, y la desaparición del SUR, pues se va a coordinar todo desde la Atención Primaria, cuando lo que debería haber es un servicio de urgencias independiente. Se está imponiendo un cambio sin pedir opinión a los principales afectados, tanto personal como pacientes", argumentan.

Los centros urbanos sin expectativas

Para los responsables de los centros urbanos, la reforma sanitaria implicaría aspectos negativos para la profesión y la ciudadanía. "Se crean expectativas no reales a la población: puede usted acudir al centro de 8-20 horas, pero su médico puede estar o no. Esto producirá desajustes en el proceso de atención y se potenciaría el usuario hiperfrecuentador, con mas desajustes de gasto. La oposición es porque se da un documento ya elaborado con escasa justificación. Salud debe diseñar uno nuevo con profesionales. Con éste, la sanidad no ganaría nada".

"Creemos que el nivel de exigencia para Atención Primaria es mayor que para Atención Hospitalaria. Salud debe comenzar por aplicar los puntos en los que hay acuerdo y afianzar el sistema, como pueden ser: eliminar puntos de atención continuada que por la evolución de la población y la infraestructuras no son necesarios, revisar los sueldos desmesurados dependientes de guardias, eliminar pruebas que no han probado evidencia pero generan gasto", añaden.