Un ecosistema que impulsa las buenas ideas

El Consorcio Madrid-MIT M+Visión, una iniciativa de la Comunidad de Madrid junto al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha presentado IDEA2 Madrid, un programa diseñado para ayudar a que innovadores biomédicos y emprendedores de la región trabajen en sus ideas y consigan hacerlas realidad. La misión del consorcio es convertir las buenas ideas en productos reales y reforzar el ecosistema madrileño de innovación.

Cristina García | Rosalía Sierra | 14/06/2012 00:00

La unión entre el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés) y la Comunidad de Madrid en el proyecto Madrid-MIT M+Visión (ver DM del 28-VII-2011) empieza a dar sus frutos en forma de iniciativas que, si han funcionado en el MIT, ¿por qué no iban a hacerlo en nuestro país?

Así sucede con IDEA2, que surgió el pasado año como iniciativa para llevar a la práctica ideas innovadoras en materia de imagen médica gracias al trabajo conjunto del MIT y de la Universidad de Harvard, y que ahora se replica en Madrid bajo la coordinación de Julio Mayol, director de la Unidad de Innovación del Hospital Clínico San Carlos, y Norberto Malpica, del Departamento de Electrónica de la Universidad Rey Juan Carlos.

La versión española va, en esta ocasión, un poco más allá de la americana: "No se centra sólo en estudiantes de carreras técnicas con buenas ideas, sino que se amplía a residentes, profesionales sanitarios e incluso empresas recién nacidas que buscan definir sus ideas", ha explicado Mayol a Diario Médico. Además, los proyectos no se limitarán a versar sobre imagen biomédica, sino que "podrán estar enfocados a cualquier tipo de tecnologías y softwares aplicables en Medicina".

El objetivo de IDEA2 es poner en contacto a las mentes innovadoras con los expertos que pueden dar concreción a sus ideas, con las instituciones que les ayudarán a desarrollarlas y con las empresas que podrán hacerlas realidad: "No es una convocatoria al uso en la que se otorga financiación a un proyecto para ponerlo en marcha, sino que buscamos crear una red de investigadores, emprendedores, universidades y empresas que se complementen", es decir, crear un ecosistema de innovación. Estas entidades, entre las que se encuentran centros como el CSIC, el CNIO y el Clínico San Carlos, universidades como la Politécnica de Madrid y la Rey Juan Carlos, y empresas como Siemens, Philips y GE Healthcare, ejercerán de "catalizadores de las ideas de los emprendedores". O lo que es lo mismo, "darán apoyo empresarial, técnico y clínico, en función de las necesidades de asesoría que plantee cada idea, con el fin también de darles visibilidad", afirma Malpica.

Por el momento, está abierto el plazo para presentar las ideas, que se cerrará el 22 de junio (http://mvisionconsortium.mit.edu/ idea2madrid). Desde entonces y durante tres meses, los contactos entre los investigadores y los organismos colaboradores permitirán que los proyectos se vayan definiendo, de modo que en octubre se elijan una o varias ideas para desarrollarlas en profundidad.

Se trata de una forma de trabajar que está dando buenos resultados en el MIT y que, según sus coordinadores en Madrid, puede funcionar en España "aunque la cultura es totalmente diferente. Por eso no buscamos resultados tangibles, sino un cambio", dice Mayol; Malpica, por su parte, cree que "es un buen momento para cambiar esa cultura".

LA DELGADA LÍNEA ENTRE LA INNOVACIÓN Y LA LOCURA

Los cinco rasgos clave de una mente innovadora son: carácter visionario y pensamiento divergente, flexibilidad y capacidad para adaptarse a los retos, perseverancia ante los obstáculos, preferencia por el desorden y ambigüedad o inclinación hacia lo no habitual. Bruce Rosen, catedrático de Radiología y Ciencias de la Salud y Tecnología de la Facultad de Medicina de Harvard, y director del Athinoula A. Martinos Center for Biomedical Imaging del Massachusetts General Hospital, reflexiona acerca de estas características y a partir de su conocimiento sobre la mente humana, y llega a la conclusión de que "todos estos rasgos son también algunos de los que definen a la mente esquizofrénica; algo que no es de extrañar, puesto que la línea entre la locura y la innovación puede ser muy fina, y hay que ser un poco loco para dedicarse a innovar".Rosen, reconocido internacionalmente por su papel en el desarrollo y utilización de técnicas de resonancia magnética fisiológica y funcional desde la dirección del Athinoula A. Martinos Center, ha respondido a una invitación del consorcio Madrid-MIT M+Visión para reflexionar acerca de lo que significa la innovación desde el punto de vista de la imagen biomédica y el mapa del cerebro. De hecho, explica que una encuesta realizada entre un grupo de médicos estadounidenses que tuvieron que clasificar por orden y según su criterio 30 innovaciones médicas situó a las técnicas de imagen -resonancia magnética y TC- en primer lugar. En su opinión, estos resultados responden a los avances logrados con estas técnicas, pero aún quedan retos y oportunidades de innovación: "nuevos desarrollos relacionados con biomarcadores y su actividad recogida en imágenes y la mejora del soporte informático que permita analizar los datos a una escala mucho mayor de lo que se logra en la actualidad".