El hospital Clínico cierra los seis quirófanos del Pabellón 8
Los pacientes y trabajadores se trasladan el 1 de julio
Ni un cartel, ni una circular colgada en algún tablón de anuncios. En el Pabellón 8, el antiguo Centro Nacional de Especialidades Quirúrgicas, no se encuentra un solo aviso a los centenares de pacientes que lo visitan cada día. Preguntados varios de ellos, ayer aseguraban desconocer que este edificio de la Universidad Complutense, que forma parte del hospital Clínico, cierra sus dependencias y traslada toda su actividad el 1 de julio. Sí lo saben los aproximadamente 200 trabajadores, con los que de manera discreta se han ido reuniendo responsables del Clínico.
Sin hacer ruido, evitando el revuelo mediático que generó el cierre del vecino Instituto de Cardiología —la Consejería de Sanidad llegó a modificar su página web para eliminar la palabra hospital de la descripción del centro cuando se conoció la noticia—, la Comunidad de Madrid echa el cierre a este edificio que alberga seis quirófanos y decenas de consultas, principalmente de oftalmología, pero también de dermatología, traumatología y otorrinolaringología. La hospitalización en la veintena de camas que conservaba el centro ya se cerró hace semanas.
Prácticamente toda la actividad quirúrgica y de consultas de oftalmología del hospital Clínico se realiza ahora en el Pabellón 8. Según el Plan de Ordenación de Recursos Humanos —la Consejería se negó a facilitar datos sobre actividad y personal a este diario—, este servicio realizó más de 10.700 operaciones de esta especialidad el año pasado. Los quirófanos funcionaban hasta ahora en turno de mañana y tarde, aseguran varios trabajadores, que se preguntan si el Clínico será capaz de absorber toda esa actividad, si aumentarán las listas de espera o la derivación a clínicas concertadas de intervenciones sencillas como la de cataratas.
Sanidad aseguró ayer en una respuesta escrita que “ha planificado la actividad” que se lleva a cabo en el Pabellón 8 “para realizarla en las propias instalaciones del hospital [Clínico], sin que ello paralice ninguna de las actividades previstas”. Sin embargo, médicos y otros trabajadores sanitarios explicaron ayer que se siguen dando citas, y que habrá que ir llamando a los pacientes para avisarles de que ya no tienen que ir a Ciudad Universitaria, sino a Moncloa. Según fuentes del centro, solo la actividad de Oftalmología reúne allí a unos 500 pacientes al día.
El Pabellón 8, inaugurado en 1952 junto a la Facultad de Medicina, albergó el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad del Trabajo, que después pasó a llamarse Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Este organismo, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, ocupó el 20% del edificio hasta hace dos meses. El resto se lo había cedido la Complutense al hospital Clínico, según la Consejería de Sanidad “durante las obras de reforma”. Una fuente del centro explicó que el Clínico usaba este pabellón desde 1990.
Sin hacer ruido, evitando el revuelo mediático que generó el cierre del vecino Instituto de Cardiología —la Consejería de Sanidad llegó a modificar su página web para eliminar la palabra hospital de la descripción del centro cuando se conoció la noticia—, la Comunidad de Madrid echa el cierre a este edificio que alberga seis quirófanos y decenas de consultas, principalmente de oftalmología, pero también de dermatología, traumatología y otorrinolaringología. La hospitalización en la veintena de camas que conservaba el centro ya se cerró hace semanas.
Prácticamente toda la actividad quirúrgica y de consultas de oftalmología del hospital Clínico se realiza ahora en el Pabellón 8. Según el Plan de Ordenación de Recursos Humanos —la Consejería se negó a facilitar datos sobre actividad y personal a este diario—, este servicio realizó más de 10.700 operaciones de esta especialidad el año pasado. Los quirófanos funcionaban hasta ahora en turno de mañana y tarde, aseguran varios trabajadores, que se preguntan si el Clínico será capaz de absorber toda esa actividad, si aumentarán las listas de espera o la derivación a clínicas concertadas de intervenciones sencillas como la de cataratas.
Sanidad aseguró ayer en una respuesta escrita que “ha planificado la actividad” que se lleva a cabo en el Pabellón 8 “para realizarla en las propias instalaciones del hospital [Clínico], sin que ello paralice ninguna de las actividades previstas”. Sin embargo, médicos y otros trabajadores sanitarios explicaron ayer que se siguen dando citas, y que habrá que ir llamando a los pacientes para avisarles de que ya no tienen que ir a Ciudad Universitaria, sino a Moncloa. Según fuentes del centro, solo la actividad de Oftalmología reúne allí a unos 500 pacientes al día.
El Pabellón 8, inaugurado en 1952 junto a la Facultad de Medicina, albergó el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad del Trabajo, que después pasó a llamarse Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Este organismo, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, ocupó el 20% del edificio hasta hace dos meses. El resto se lo había cedido la Complutense al hospital Clínico, según la Consejería de Sanidad “durante las obras de reforma”. Una fuente del centro explicó que el Clínico usaba este pabellón desde 1990.
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