INFORME DE LA CONSULTORA IMS
Los fármacos desfinanciados se desploman en ventas un 46%
El copago y la salida del reembolso ha afectado también a los genéricos. Aeseg pide fórmulas para mejorar la introducción de biosimilares.
Laura G. Ibañes. Madrid | laura.gutierrez@diariomedico.com | 03/06/2013 00:00
Nada ha cambiado en su eficacia, seguridad o utilidad, pero se consumen un 46 por ciento menos que hace apenas unos meses. La consultora IMS ha analizado qué ha ocurrido con los medicamentos genéricos que han salido del reembolso público, tras la desfinanciación de más de 400 fármacos acometida por el Ministerio de Sanidad en septiembre. Y el resultado ha sido claro: la salida del reembolso público afecta y mucho al consumo de los medicamentos, que han visto reducidas sus ventas en unidades un 46 por ciento.
El porqué de este desplome es más difícil de desentrañar, en tanto en él se dan cita varios factores y no es sencillo medir cuáles de ellos afectan más: la desaparición automática de estos fármacos de los sistemas de prescripción electrónica, el desincentivo para el paciente que representa adquirirlos pagando el cien por cien de su coste y la posible desviación de la prescripción hacia otras opciones terapéuticas que sí permanezcan reembolsadas.
Nuevo Nomenclátor
Aun cuando el porqué no pueda saberse, el dato es por sí mismo lo bastante significativo para, al menos, poner de relieve la escasa cultura de prescripción de fármacos no financiados que hay en España, una cuestión que podría cambiar en los próximos meses cuando las autonomías terminen de adaptar a sus sistemas informáticos el nuevo nomenclátor que ha lanzado este mes el Ministerio de Sanidad y que, por primera vez, incluye la posibilidad de prescripción de fármacos no financiados en las mismas condiciones que cualquier otro medicamento aun cuando, al llegar a la farmacia, el paciente deba desembolsar el cien por cien de su precio.
El estudio de la consultora IMS sobre la situación y las perspectivas del mercado de genéricos presentado hace tan sólo unos días, ha revelado además que el copago hace también mella en los medicamentos genéricos que han renunciado ya de forma definitiva a crecer dos dígitos, para situar su crecimiento anual alrededor del 5 por ciento. Una cuestión que no cambiará en los próximos años, según prevé IMS, por la escasez de vencimiento de patentes de grandes fármacos superventas gestionados desde atención primaria y la dificultad de introducción de los genéricos en otras especialidades y en los hospitales.
Desde la patronal de genéricos Aeseg se han planteado al Ministerio de Sanidad algunas fórmulas para tratar de paliar el lento crecimiento que experimentarán en adelante los genéricos. La principal de ellas, según ha explicado Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, es la recuperación de una opción que existía hace años y que consiste en permitir que el paciente, si desea adquirir la marca en lugar del genérico, pague la diferencia de precio entre ambas presentaciones. Según Rodríguez de la Cuerda, "esto facilitaría que marcas y genéricos se sitúen a diferentes precios y, con ello, se potenciaría el genérico, que tiene su razón de ser en un menor precio que la marca".
Biosimilares
Junto a esta iniciativa, Rodríguez de la Cuerda ha lanzado otras propuestas posibles para los biosimilares. En este caso, recuerda que en otros países se ha establecido un porcentaje mínimo de biosimilares que deben irse alcanzando para garantizar su introducción.
Critica sin embargo la intención de Sanidad de permitir la sustitución de medicamentos por "genéricos o biosimilares" como prevé la reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, que se está tramitando en el Congreso (ver información de la derecha), y exige una legislación propia para estos productos, en la comprensión de que no son medicamentos genéricos y no pueden ser sustituidos como tales.
El porqué de este desplome es más difícil de desentrañar, en tanto en él se dan cita varios factores y no es sencillo medir cuáles de ellos afectan más: la desaparición automática de estos fármacos de los sistemas de prescripción electrónica, el desincentivo para el paciente que representa adquirirlos pagando el cien por cien de su coste y la posible desviación de la prescripción hacia otras opciones terapéuticas que sí permanezcan reembolsadas.
Nuevo Nomenclátor
Aun cuando el porqué no pueda saberse, el dato es por sí mismo lo bastante significativo para, al menos, poner de relieve la escasa cultura de prescripción de fármacos no financiados que hay en España, una cuestión que podría cambiar en los próximos meses cuando las autonomías terminen de adaptar a sus sistemas informáticos el nuevo nomenclátor que ha lanzado este mes el Ministerio de Sanidad y que, por primera vez, incluye la posibilidad de prescripción de fármacos no financiados en las mismas condiciones que cualquier otro medicamento aun cuando, al llegar a la farmacia, el paciente deba desembolsar el cien por cien de su precio.
El estudio de la consultora IMS sobre la situación y las perspectivas del mercado de genéricos presentado hace tan sólo unos días, ha revelado además que el copago hace también mella en los medicamentos genéricos que han renunciado ya de forma definitiva a crecer dos dígitos, para situar su crecimiento anual alrededor del 5 por ciento. Una cuestión que no cambiará en los próximos años, según prevé IMS, por la escasez de vencimiento de patentes de grandes fármacos superventas gestionados desde atención primaria y la dificultad de introducción de los genéricos en otras especialidades y en los hospitales.
Desde la patronal de genéricos Aeseg se han planteado al Ministerio de Sanidad algunas fórmulas para tratar de paliar el lento crecimiento que experimentarán en adelante los genéricos. La principal de ellas, según ha explicado Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, es la recuperación de una opción que existía hace años y que consiste en permitir que el paciente, si desea adquirir la marca en lugar del genérico, pague la diferencia de precio entre ambas presentaciones. Según Rodríguez de la Cuerda, "esto facilitaría que marcas y genéricos se sitúen a diferentes precios y, con ello, se potenciaría el genérico, que tiene su razón de ser en un menor precio que la marca".
Biosimilares
Junto a esta iniciativa, Rodríguez de la Cuerda ha lanzado otras propuestas posibles para los biosimilares. En este caso, recuerda que en otros países se ha establecido un porcentaje mínimo de biosimilares que deben irse alcanzando para garantizar su introducción.
Critica sin embargo la intención de Sanidad de permitir la sustitución de medicamentos por "genéricos o biosimilares" como prevé la reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, que se está tramitando en el Congreso (ver información de la derecha), y exige una legislación propia para estos productos, en la comprensión de que no son medicamentos genéricos y no pueden ser sustituidos como tales.
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