lunes, 1 de julio de 2013

"Aprender bioética a pie de cama fascina al alumno de Medicina" - DiarioMedico.com

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entrevista con pablo rodríguez del pozo

"Aprender bioética a pie de cama fascina al alumno de Medicina"

Del Pozo ha clausurado la última edición del curso de Experto en Ética Médica de la OMC. Qatar, que busca médicos españoles, tiene el tamaño de Murcia y el PIB más alto del mundo.
G. E. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  01/07/2013 00:00

Pablo Rodríguez del Pozo
Pablo Rodríguez del Pozo, en un momento de la entrevista, celebrada en Madrid. (José Luis Pindado)

El paro médico crece a un ritmo interanual superior al 30 por ciento, afecta particularmente a los médicos mayores de 44 años y añade unas expectativas de empleo muy limitadas para los MIR que acaban de terminar su formación. En este contexto cobran protagonismo las opciones laborales fuera de nuestras fronteras, y una de las ofertas que más expectación ha causado en las últimas semanas en España ha sido la del Centro Médico y de Investigación Sidra, en Doha (Qatar). Pero, ¿qué peculiaridades tiene el ejercicio profesional en un país del Golfo Pérsico?

Pablo Rodríguez del Pozo, profesor asociado en la División de Ética Médica de la Facultad de Medicina Weill-Cornell en Qatar (facultad gemela de su homónima en Nueva York, a la que Qatar Foundation ha encomendado la formación en Medicina en el país), explica a DM los principales aspectos socio-asistenciales de Qatar.

"Tiene un tamaño similar al de Murcia, pero, según el Fondo Monetario Internacional, tiene el PIB per cápita más alto del mundo, con 102.211 dólares por habitante, que supone el doble que Estados Unidos y más de 4 veces el español", dice Del Pozo, que ha visitado España para participar en la sesión de clausura del título de Experto en Ética Médica de la OMC y la Fundación Ortega-Marañón. Qatar tiene un sistema sanitario público de amplia cobertura, "y los médicos que ejercen en el país se han formado mayoritariamente en Estados Unidos y Europa, tanto los nacionales como los extranjeros. Sobre el papel se adhiere a un modelo ético centrado en la autonomía del paciente, y el consentimiento informado aparece en diversas normas".

El programa docente de la Facultad de Medicina Weill Cornell, la única del país, incluye 2 años iniciales generales (Química, Matemáticas, Física, Biología, Bioquímica...) y otros 4 que replican el programa de Cornell en Nueva York; quinto y sexto se cursan en hospitales docentes, haciendo rotaciones. Entre esas rotaciones, en sexto hay una específica en ética, "que se aísla de las responsabilidades clínicas. Usamos hospitales de crónicos, donde se trata al paciente con menos prisa". Esta aproximación activa a "la ética a pie de cama fascina al alumno, que se queja de no haberla hecho antes, pero probablemente no la aprovecharía tanto si no cursara antes el resto del currículo".

Pero la reflexión ética se inserta en otros elementos docentes. "Usamos la técnica del portafolio -desarrollada en la Universidad de Zaragoza por Rogelio Altisent y extendida ya por varios países- durante los 3 meses de la rotación en Medicina Interna, que se hace en quinto de carrera".

"Cuando tratas al paciente, tratas también a la familia"

El potente entramado social existente en la cultura del Golfo permea la relación médico-paciente, y en ese entramado el peso de la familia es clave, según Pablo Rodríguez del Pozo. "Se parece mucho a un pueblo de España a comienzos del siglo XX: lo que hagas tiene una trascendencia pública que afecta a la familia, por lo que ésta tiene algo que decir. El límite entre la familia y el individuo se diluye, porque tú eres tu familia y tu familia eres tú. Cuando tratas a un paciente en Qatar tratas también, por así decir, a su familia".

Un estudio sobre cáncer dirigido por el propio Rodríguez del Pozo y publicado el año pasado en The Oncologist revela que en Qatar el 90 por ciento de los médicos tiene por principio "informar siempre del diagnóstico" de cáncer. Al mismo tiempo, dos tercios reconoce "hacer excepciones" de modo habitual, y en casi la mitad de los casos las hace a petición de la familia. "Es muy común que la familia quiera ser la primera en tener la información para transmitirla, dosificarla o, no raramente en caso de diagnóstico grave, ocultarla".

El papel de la mujer también afecta al trabajo médico. "En la primera consulta de embarazo es habitual pedir la partida de matrimonio. El embarazo de una mujer soltera está sometido a un deber de informar, aunque se puede sortear con razonamientos como que la concepción pudo tener lugar en un viaje al extranjero". En caso de incapacidad del paciente, su representación legal se da a una lista jerarquizada en la que -salvo la madre- la mujer sólo aparece cuando no es posible contar con un varón con vínculos de sangre.

Un puente de conciliación entre culturas

Natural de Córdoba (Argentina), Rodríguez del Pozo conoció en el Hastings Center de Nueva York (referente en ética) a Joseph Fins, hoy director de Ética Médica en la Weill Cornell de Nueva York. "Cuando Cornell preparaba su facultad en Doha pensaron que el programa de ética no podía verse como colonización cultural, así que buscaron un perfil [el suyo] entre ambas culturas".

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