RELATIVO A LA REPRESENTACIÓN
EEUU: aumentan los interlocutores del paciente ajenos a la familia
El representante era un miembro de la familia nuclear, pero en el 7,1 por ciento se trata de alguien ajeno a este círculo.
G.E. Madrid | 10/04/2015 00:00
La Ley de Autonomía del Paciente otorga "a las personas vinculadas a él por razones familiares o de hecho" el papel de destinatarios de la información cuando el enfermo "carezca de capacidad para entender la información", cuando concurra el "estado de necesidad terapéutica" o cuando "el paciente lo permita de manera expresa o tácita. Estas personas también adquieren un derecho de representación "cuando el paciente no sea capaz de tomar decisiones. Por razones lógicas, los clínicos tienden a dirigirse a los familiares más próximos en un orden lógico que, en el caso de los adultos, suele priorizar al cónyuge o a los hijos mayores edad.
Sin embargo, y como pone de relieve un estudio publicado en JAMA, existe ya un número significativo de casos donde el representante preferido por el paciente no pertenece al núcleo familiar más próximo. Cuando un paciente ingresa en cualquiera de los hospitales de la Administración de Veteranos en Connecticut se le pregunta por quién es la persona de contacto o interlocutor más próximo, dato que se incorpora a la historia clínica informatizada.
Esto ha permitido a Andrew B. Cohen y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale revisar cómo ha evolucionado la designación gracias a una muestra de 109.803 pacientes atendidos entre 2003 y 2013.
Un amigo...
En la inmensa mayoría de los casos (89,9 por ciento), el representante era un miembro de la familia nuclear, pero en el 7,1 por ciento se trataba de alguien ajeno a este círculo. En particular, 3.190 pacientes (el 2,9 por ciento) designaron a un pariente algo más lejano y en el 4,2 por ciento de los casos la persona no tenía relación sanguínea o legal con el enfermo. En estas ocasiones lo más común era un amigo o una relación análoga a la matrimonial (pareja de hecho, pareja del mismo sexo...). La probabilidad de que el interlocutor designado por el paciente fuera ajeno al núcleo familiar íntimo aumentaba en los pacientes menores de 65 años.
En la inmensa mayoría de los casos (89,9 por ciento), el representante era un miembro de la familia nuclear, pero en el 7,1 por ciento se trataba de alguien ajeno a este círculo. En particular, 3.190 pacientes (el 2,9 por ciento) designaron a un pariente algo más lejano y en el 4,2 por ciento de los casos la persona no tenía relación sanguínea o legal con el enfermo. En estas ocasiones lo más común era un amigo o una relación análoga a la matrimonial (pareja de hecho, pareja del mismo sexo...). La probabilidad de que el interlocutor designado por el paciente fuera ajeno al núcleo familiar íntimo aumentaba en los pacientes menores de 65 años.
"A veces los médicos tienen dudas sobre si una persona que no es un familiar puede tomar decisiones en situaciones de incapacidad del paciente, en particular cuando se trata de circunstancias complejas en una enfermedad grave. Esta incertidumbre puede interferir en la aplicación a tiempo de un tratamiento o incluso de no tratar", comentan los autores, por lo que tener claro quién es la persona designada por el enfermo se torna importante.
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