martes, 26 de junio de 2012

La responsabilidad del médico en el derroche - DiarioMedico.com

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OBLIGADOS A MIRAR EL EURO

La responsabilidad del médico en el derroche

Tanto el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud como el Código Deontológico aluden a las obligaciones del médico en la buena gestión de los recursos. Pero cargar el peso del ahorro en la actividad asistencial no parece ni razonable ni deseable. La polémica no es nueva, pero se ha encendido con la opinión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, instando al facultativo a contener el gasto en sus decisiones. Expertos en Derecho Sanitario y Bioética opinan sobre esta cuestión.
Soledad Valle   |  26/06/2012 00:00

 
La necesidad de reducir el gasto del sistema sanitario público está llegando a cuestionar el buen criterio del médico en su capacidad de prescribir tanto fármacos como pruebas diagnósticas.
La necesidad de reducir el gasto del sistema sanitario público está llegando a cuestionar el buen criterio del médico en su capacidad de prescribir tanto fármacos como pruebas diagnósticas. (DM)
 
 
 
Es quien prescribe y, por tanto, el que ordena el gasto. El médico tiene la última palabra sobre lo que cuesta cada enfermo y es lógico pensar que le corresponde una buena parte de la responsabilidad en el derroche que ha protagonizado la sanidad pública.
  • "Los médicos no pueden estar bajo sospecha porque ellos no gestionan la Sanidad", según López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo"
Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), admitió ese mal del Sistema Nacional de Salud (SNS) en una conversación con Diario Médico, pocos días después de que el Gobierno anunciarse el primer recorte millonario que se iba a aplicar a la Sanidad (ver DM del 13-IV-2012). Pero no ha sido el único facultativo con responsabilidad dentro de la profesión médica que admite ese gasto sin sentido. Álvaro Gándara, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), cuestionó la gran inversión destinada a comprar la última tecnología quirúrgica, mientras la atención terminal no llega a todo el que lo necesita (ver DM del 25-V-2012).

Los profesionales reconocen el derroche de los recursos públicos, lo que hace inevitable la pregunta de por qué no lo denunciaron antes. Pero la respuesta a esta cuestión parte de admitir que el médico tiene culpa de la mala gestión. Y ¿la tiene? El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, afirmó en una entrevista que "todos sabemos que hay un gasto superfluo en la Sanidad. Quien lo ve de cerca es el profesional y creo que es necesario que, para la supervivencia del SNS, haga un esfuerzo y evite con sus decisiones todo gasto que sepa que no es estrictamente necesario o determinante para el diagnóstico y el tratamiento".

Varios médicos han opinado sobre estas declaraciones en la página web del periódico manifestándose en desacuerdo. La polémica no es nueva, pero cobra actualidad en el momento en el que vivimos, cercano al rescate económico, cuando los recortes pueden dejar "herida de muerte" la sanidad pública, como ha alertado la OMC.
  • El deber de dar a cada paciente lo mejor es difícil de equilibrar con hacer un uso racional de los recursos", dice De Montalvo, doctor en Derecho Constitucional
Alfonso López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Complutense de Madrid y experto en Derecho Sanitario, responde a esta cuestión advirtiendo de su complejidad. "Al tratar la contención del gasto, debemos tener en cuenta que los médicos no deben estar bajo sospecha porque ellos no gestionan la sanidad. Los facultativos prescriben y ejecutan tratamientos. Los gestores de la Sanidad son otros".

Medicina defensiva

Las sospechas sobre la actuación profesional del médico pueden tener unas repercusiones nada deseables. Según De la Osa, "la tranquilidad del médico es determinante para trabajar correctamente, pues es quien realiza directamente la prestación asistencial, y si no viene dada por el sistema, el facultativo optará por vías alternativas para lograrla". Entre estos otros caminos está la medicina defensiva, a la que se responsabiliza de buena parte del despilfarro. La razón hay que buscarla en el aumento de las demandas por negligencias sanitarias, mientras que no hay casos conocidos de médicos expedientados por gastar mucho.

Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad UP Comillas (Icade), señala que la única referencia que conoce de esta exigencia de responsabilidades es por motivos de prescripción de fármacos, en los que se llegue a demostrar, por ejemplo, que se ha recetado un medicamento para favorecer a una compañía farmacéutica y no por el bien del paciente.
  • El Código Deontológico recoge que el médico en cargos directivos debe velar para que las prestaciones se adapten a las necesidades reales de la población
De Montalvo apunta que "el médico tiene dos compromisos ético-legales: uno hacia el paciente al que atiende y otro hacia la sociedad, de modo que lo que puede ser lo mejor para un paciente puede perjudicar al resto de la sociedad". Y admite que "el deber del médico de dar a cada enfermo lo mejor es difícil de equilibrar con el deber de hacer un uso racional y adecuado de los recursos".

El artículo 19 del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud recoge entre los deberes del médico el uso de "los medios, instrumental e instalaciones de los servicios de salud en beneficio del paciente, con criterios de eficiencia, y evitar un uso ilegítimo en beneficio propio o de terceras personas". En este sentido, el Código Deontológico de la profesión señala que "los médicos que ocupan cargos directivos en instituciones sanitarias deben velar para que las prestaciones se adapten a las auténticas necesidades de la población y a las posibilidades reales de financiación, evitando que se ofrezcan servicios sanitarios sin la debida dotación de medios humanos y materiales".
Así, la ley y la deontología hacen una reserva de responsabilidad para el médico en la buena gestión de los recursos que, sin embargo, parece difícil de llevar a la práctica.

José Jara, médico y presidente de la Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid (Abimad), opina que el margen de decisión del médico sobre el gasto es muy pequeño, y pone un ejemplo de lo que califica como un macroderroche: "La voladura controlada del edificio de la Maternidad del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, realizada hace unos años, cuando en absoluto se encontraba en un estado tan deteriorado como para que fuera demolida, y la posterior construcción de una nueva maternidad que fue suntuosamente encargada al arquitecto Rafael Moneo. ¿Cuántas reducciones de nómina serán necesarias para equilibrar ese gasto que difícilmente se puede justificar como necesario?". 

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