"Los valores humanos en la profesión médica ahora están más vivos que en épocas atrás", destaca el presidente de la OMC
Madrid (16/04/2013) - Redacción
Juan José Rodríguez Sendín se ha expresado así en la inauguración del tercer módulo presencial del curso de 'Título de Experto en Ética Médica'
El presidente de la Organización Médica Colegial, el doctor Juan José Rodríguez Sendín, es consciente de que los valores humanos en la profesión médica están más vivos, incluso, que en épocas atrás, y así lo manifestó en la inauguración del tercer módulo presencial del curso de 'Título de Experto en Ética Médica', que ya va por su segunda edición, gracias al empeño puesto en este tipo de formación por parte de la OMC, a través de su Fundación para la Formación (FFOMC), junto a la Fundación Ortega-Marañón.
Una actividad formativa que, como recordó el doctor Rodríguez Sendín al alumnado, se sustenta en la necesidad detectada desde la OMC de ofrecer formación a los profesionales sobre todo aquello que tiene que ver con la ética, la deontología, y las humanidades médicas. Una necesidad formativa, de actualización y de tener presente la ética y la deontología -como transmitió- en el 'continuum' formativo y en toda la vida profesional que recobra sobre todo valor para aquellos sectores de la profesión médica que lo necesitan y que se enfrentan a diario a una serie de conflictos de valores.
Los médicos tienen posibilidad de hacerlo mejor con los mejores dispositivos y se mostró convencido de la vigencia, en la actualidad de los valores humanos en esta profesión. "Otra cosa es que nunca sean suficientes", apuntó.
Como concretó, "ahora ningún médico soportaría que un ciudadano no tenga la mejor atención posible ante una necesidad, mientras que antes era distinto, se soportaba porque el rico era rico y el pobre era pobre, pero esto cambió hace 30-40 años, a partir de que la profesión asumiera que eso no es tolerable". "En cualquier parte de la geografía española" -añadió- podemos encontrar tanto un líder en su especialidad como un centro de salud donde sus médicos tienen las mismas posibilidades de puesta al día y de revisar los valores profesionales en las mismas condiciones que los de la ciudad. Valores que hemos ido heredando de maestros y compañeros y que han sido guardados a lo largo del tiempo, con mayor o menor acierto, por los Colegios de Médicos".
Para concluir, agradeció la colaboración de la Fundación Ortega-Marañón, "y a la sensibilidad de sus dirigentes que nos ha permitido seguir adelante con nuestro proyecto". También al director académico del Curso, el doctor Rogelio Altisent, por la labor al frente de esta actividad, que ha dado como fruto la creación de este espacio académico, sin precedentes en la formación de los médicos españoles y en concreto para los miembros de las Comisiones Deontológicas.
Formación en cuestiones éticas
Precisamente, como recordó el doctor Altisent, éste ha sido uno de los principales objetivos del curso, así como conseguir que los médicos desarrollen habilidades para el análisis de cuestiones éticas de la práctica asistencial. "Promover un curso de estas características era una aspiración que se venía valorando desde hace tiempo como una necesidad y, a la vez, como una obligación, porque los Colegios de Médicos como instituciones de derecho público reciben la encomienda de la sociedad para asumir la responsabilidad en la promoción y la regulación de la Deontología Médica", manifestó el director académico del curso.
Este experto en ética médica animó a ir tomando conciencia de la dimensión ética del ejercicio profesional que, como indicó, "no es un espacio limitado para un reducto de aficionados, sino que debe interesarle a cualquier profesional, y cualquier profesional de la medicina necesita una formación básica en los aspectos éticos al formar parte del núcleo de la excelencia profesional a la que, en principio, todos aspiramos".
Para la Fundación Ortega-Marañón, como señaló su director, el profesor Antonio López Vega, "se trata de un curso especialmente significativo. Aludiendo a Marañón recordó que "no hay enfermedades sino enfermos", de ahí que el tema de la ética clínica sea tan "delicado", dado que "nunca dispondremos de pautas comunes que se puedan implantar de manera dogmática. Es por ello que en cada caso concreto que se plantea al médico hay que estudiar cómo se implantan esas pautas éticas comunes y códigos deontológicos.
Desde su punto de vista, habría que hacer un replanteamiento no sólo a los propios desafíos que se le presentan al profesional en su quehacer cotidiano, sino a cómo el propio sistema les permite a los médicos afrontar el cotidiano quehacer para recuperar el perfil humano que podría haberse visto afectado por los efectos adversos de la socialización de la Medicina.
Tras la inauguración del curso, los alumnos asistieron a las clases impartidas por los profesores Joan Monés y Jacinto Batiz, quienes abordaron temas de gran interés formativo como las denuncias judiciales y comportamiento de los colegiados y la metodología en la elaboración de informes de las comisiones deontológicas, impartidos por el doctor Monés, miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC y del Colegio de Médicos de Barcelona.
Por su parte, el profesor Bátiz, presidente de la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Vizcaya, se centró en la formación en Deontología desde las Comisiones Deontológicas provinciales y los tipos de informes que se realizan desde las mismas.
Una actividad formativa que, como recordó el doctor Rodríguez Sendín al alumnado, se sustenta en la necesidad detectada desde la OMC de ofrecer formación a los profesionales sobre todo aquello que tiene que ver con la ética, la deontología, y las humanidades médicas. Una necesidad formativa, de actualización y de tener presente la ética y la deontología -como transmitió- en el 'continuum' formativo y en toda la vida profesional que recobra sobre todo valor para aquellos sectores de la profesión médica que lo necesitan y que se enfrentan a diario a una serie de conflictos de valores.
Los médicos tienen posibilidad de hacerlo mejor con los mejores dispositivos y se mostró convencido de la vigencia, en la actualidad de los valores humanos en esta profesión. "Otra cosa es que nunca sean suficientes", apuntó.
Como concretó, "ahora ningún médico soportaría que un ciudadano no tenga la mejor atención posible ante una necesidad, mientras que antes era distinto, se soportaba porque el rico era rico y el pobre era pobre, pero esto cambió hace 30-40 años, a partir de que la profesión asumiera que eso no es tolerable". "En cualquier parte de la geografía española" -añadió- podemos encontrar tanto un líder en su especialidad como un centro de salud donde sus médicos tienen las mismas posibilidades de puesta al día y de revisar los valores profesionales en las mismas condiciones que los de la ciudad. Valores que hemos ido heredando de maestros y compañeros y que han sido guardados a lo largo del tiempo, con mayor o menor acierto, por los Colegios de Médicos".
Para concluir, agradeció la colaboración de la Fundación Ortega-Marañón, "y a la sensibilidad de sus dirigentes que nos ha permitido seguir adelante con nuestro proyecto". También al director académico del Curso, el doctor Rogelio Altisent, por la labor al frente de esta actividad, que ha dado como fruto la creación de este espacio académico, sin precedentes en la formación de los médicos españoles y en concreto para los miembros de las Comisiones Deontológicas.
Formación en cuestiones éticas
Precisamente, como recordó el doctor Altisent, éste ha sido uno de los principales objetivos del curso, así como conseguir que los médicos desarrollen habilidades para el análisis de cuestiones éticas de la práctica asistencial. "Promover un curso de estas características era una aspiración que se venía valorando desde hace tiempo como una necesidad y, a la vez, como una obligación, porque los Colegios de Médicos como instituciones de derecho público reciben la encomienda de la sociedad para asumir la responsabilidad en la promoción y la regulación de la Deontología Médica", manifestó el director académico del curso.
Este experto en ética médica animó a ir tomando conciencia de la dimensión ética del ejercicio profesional que, como indicó, "no es un espacio limitado para un reducto de aficionados, sino que debe interesarle a cualquier profesional, y cualquier profesional de la medicina necesita una formación básica en los aspectos éticos al formar parte del núcleo de la excelencia profesional a la que, en principio, todos aspiramos".
Para la Fundación Ortega-Marañón, como señaló su director, el profesor Antonio López Vega, "se trata de un curso especialmente significativo. Aludiendo a Marañón recordó que "no hay enfermedades sino enfermos", de ahí que el tema de la ética clínica sea tan "delicado", dado que "nunca dispondremos de pautas comunes que se puedan implantar de manera dogmática. Es por ello que en cada caso concreto que se plantea al médico hay que estudiar cómo se implantan esas pautas éticas comunes y códigos deontológicos.
Desde su punto de vista, habría que hacer un replanteamiento no sólo a los propios desafíos que se le presentan al profesional en su quehacer cotidiano, sino a cómo el propio sistema les permite a los médicos afrontar el cotidiano quehacer para recuperar el perfil humano que podría haberse visto afectado por los efectos adversos de la socialización de la Medicina.
Tras la inauguración del curso, los alumnos asistieron a las clases impartidas por los profesores Joan Monés y Jacinto Batiz, quienes abordaron temas de gran interés formativo como las denuncias judiciales y comportamiento de los colegiados y la metodología en la elaboración de informes de las comisiones deontológicas, impartidos por el doctor Monés, miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC y del Colegio de Médicos de Barcelona.
Por su parte, el profesor Bátiz, presidente de la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Vizcaya, se centró en la formación en Deontología desde las Comisiones Deontológicas provinciales y los tipos de informes que se realizan desde las mismas.
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