"Recibo brutales presiones de las empresas afectadas para dimitir"

La presidenta del Colegio de Madrid denuncia coacciones a la junta directiva y a los compromisarios para intentar frenar su propuesta de reforma de estatutos.

Francisco Goiri | fjgoiri@diariomedico.com | 29/04/2013 00:00

Sonia López Arribas, presidenta del Colegio de Médicos de Madrid. ()

Menos de un año después de acceder a la Presidencia del Colegio de Médicos de Madrid, Sonia López Arribas abandera una reforma estatutaria que, entre otras cosas, afecta a muchos contratos que el colegio tiene en vigor con varias empresas. Sin pelos en la lengua, López Arribas habla de "presiones, amenazas y coacciones" de las empresas afectadas. El 10 de mayo acaba el plazo para que los colegiados presenten alegaciones a esa propuesta de reforma.

PREGUNTA. ¿Cuál es el objetivo último de su reforma?
RESPUESTA. Tan claro como liberar al colegio de las ataduras provocadas por contratos anteriores. Nada más llegar al colegio denunciamos 17 contratos existentes, en algunos casos porque si no se denunciaban con un año de antelación se autoprorrogaban durante 8 años, algo que está fuera de toda lógica. En esencia, la reforma está inspirada en la convicción de que muchas de esas empresas no tenían interés alguno en el colegio y que, además, estaban metidas a dedo, porque lograron un trato de privilegio.

P. ¿Un trato conseguido de directivas precedentes?
R. Pues no sé exactamente cómo ni de quién, pero si sé que se consiguió porque no existía lo que queremos implantar, una ley de contratos como la que rige en las administraciones públicas: una oferta abierta a todas las empresas, con un pliego de condiciones, y regida por un criterio de justiprecio, es decir, que no tiene por qué ganar la oferta más barata, sino la que ofrezca los mejores servicios a un precio competitivo. Si el colegio no puede hacer eso, pierde el derecho de ser colegio: es nulo de pleno derecho.

P. Algunos de esos contratos expiran este año, entre ellos el que el colegio tiene con Uniteco Profesional...
R. Prefiero que no hablemos de empresas concretas, porque desde mi posición no quiero perjudicar a nadie.

Compromisario, si votas en contra del cambio de estatutos que proponemos y permites que la situación que estoy denunciando se mantenga en este colegio, serás culpable"

P. Hablo expresamente de esa empresa porque la relación que mantiene con el colegio ha suscitado tradicionalmente mucha controversia ¿Qué relación tiene la actual directiva con Uniteco Profesional?
R. Bueno, es uno de los contratos denunciados.

P. ¿En concreto, el que se prorrogaría automáticamente 8 años?
R. Así es. Pero es sólo uno de los 17 denunciados.

P. Le consta que durante la campaña se vinculó directamente su candidatura con esa empresa...
R. Yo he recibido apoyos de muchas personas, pero el voto lo he recibido de quien lo he recibido, que al final son los compañeros. Que se me haya vinculado con algo no es indicio de nada. Eso hay que demostrarlo.

P. Hablo en concreto de respaldo económico.
R. En absoluto. No he recibido ningún dinero para presentarme. Toda la junta, salvo 2 miembros, ya trabajábamos en el colegio y decidimos unirnos para intentar aportar aire nuevo.

P. ¿Hay alguna vinculación entre esas denuncias y las voces que se han alzado últimamente contra la gestión de la directiva?
R. Todos los ataques contra la directiva, y especialmente contra la presidenta, empezaron desde el momento en que propusimos la reforma a la Asamblea.

P. ¿Cuál es su defensa ante esos ataques?
R. Mi estrategia quedó clara en el discurso que doy ante esa Asamblea de Compromisarios. Les pido ayuda para cambiar las relaciones contractuales, porque estamos viviendo una situación de máxima presión, de coacción hacia la directiva.

P. ¿Quién les coacciona?
R. Las empresas denunciadas. Sólo un dato: cuando llegamos, el colegio tenía déficit, y 6 meses después se cierra el ejercicio de 2012 con superávit, con la misma situación e incluso con más gente contratada. Eso significa que alguien ha perdido dinero por el camino, y no hablo de la junta, claro.

P. ¿En qué consisten exactamente esas presiones?
R. Son ataques sutiles, pero nada aleatorios, sino muy dirigidos contra miembros concretos de la junta directiva con el objetivo de desestructurarla. Por estatutos, si el presidente del colegio dimite durante los dos primeros años de mandato se convocan nuevas elecciones. El brutal nivel de ataque con fuego de morteros que estoy recibiendo habla de la prisa que tienen por que dimita y, con ello, minar la reforma, tan desfavorable para todos esos privilegiados.

P. ¿Son presiones a la directiva o también las sufren los compromisarios?
R. No me cabe duda. Pero el compromisario tiene que ejercer conforme a la enorme responsabilidad que tiene, porque cada uno representa a cien colegiados. Si tú, compromisario, permites que la situación que yo he denunciado continúe en este colegio, serás culpable.

P. ¿Cuál es la postura de los miembros de la junta ante esas presiones?
R. Diferente. A nadie le gusta estar en la prensa a diario y que le difamen.

P. ¿Pero ha cambiado la relación de sus miembros?
R. Sin duda. Los ataques externos han logrado dividir a la directiva y minarla.

P. ¿No descarta entonces una escisión institucional en el seno de la directiva?
R. Claro que puede haber una escisión, porque la junta está formada por personas y cada uno tiene sus intereses. Por estatutos, tendrían que dimitir dos tercios para que cayeran la directiva o su presidenta, y espero que no pase porque aspiro a liderar hasta el final una junta entera, unida y en bloque.

P. Por su tono de firmeza, deduzco que no tiene intención alguna de dimitir
R. Como buena militar, dejaré el barco la última, ya que yo lo comando.