sábado, 15 de junio de 2013

Ahondar en el diagnóstico de ciertos síndromes geriátricos - DiarioMedico.com

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pocas consultas en incontinencia urinaria

Ahondar en el diagnóstico de ciertos síndromes geriátricos

No son patologías puras, pero disminuyen la calidad de vida. Incontinencia urinaria y deterioro cognitivo son las más frecuentes.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  14/06/2013 00:00

Francisco José Tarazona
Francisco José Tarazona, presidente de los geriatras valencianos. (Enrique Mezquita)

Los expertos que participan en el LV Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) que se celebra en Valencia han alertado sobre la necesidad de mejorar el diagnóstico y abordaje de determinados síndrome geriátricos muy prevalentes e impactantes. Francisco José Tarazona, presidente de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología (SVGG), ha dicho que "no son enfermedades en sí, por lo que están desgraciadamente infradiagnosticadas y, por tanto, infratratadas". Un ejemplo paradigmático es la incontinencia urinaria, aunque también señaló otro como el deterioro cognitivo.
  • Los síndromes geriátricos alteran la vida del anciano porque, además, elevan las posibilidades de sufrir otras complicaciones médicas, sociales y psicológicas"
El primero es uno de los problemas de salud más frecuentes y específicos de la población de edad avanzada y está reconocido como uno de los grandes síndromes geriátricos.


Elevada prevalencia
La prevalencia de este problema de salud alcanza ya a un 60 por ciento de las personas mayores de 85 años e institucionalizadas. La aparición de incontinencia supone un cambio importante en las condiciones de vida de la persona mayor, con bastantes posibilidades de sufrir otras complicaciones tanto médicas como psicológicas o sociales. Según los expertos, algunas de las principales complicaciones médicas derivadas de la incontinencia urinaria son las úlceras cutáneas, las infecciones de orina y las caídas. Además, destacan especialmente las repercusiones a nivel psicológico, como la pérdida de autoestima, la ansiedad, el bajo estado de ánimo y la depresión. También, a nivel social y familiar, repercute la incontinencia urinaria, ya que las personas mayores con incontinencia suelen estar más aisladas, con más necesidad de cuidados, así como con un mayor riesgo de ingresar en una residencia para su atención integral, hechos que globalmente deterioran la calidad de vida.


Buscar soluciones
Según los especialistas, el impacto de la incontinencia sería tan elevado como el que provocan otras enfermedades crónicas tales como la diabetes, la artritis o incluso el ictus.

Otro aspecto sorprendente es el bajo índice de consulta por este problema de salud. Son varios los factores que influyen en esto, algunos de ellos dependientes de los pacientes y otros relacionados con los profesionales. La SEGG transmite un mensaje claro: no se debe aceptar la incontinencia como algo inevitable de la edad y se debe consultar con el médico lo antes posible y con absoluta normalidad para intentar buscar las soluciones más adecuadas a la situación.

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