Limitar recetas al crónico desplazado, ¿grave o no?

Colegios y AP quitan peso a la limitación de recetas a los crónicos desplazados a Valencia; la SEGG sí lo critica.

Enrique Mezquita. Valencia | 22/07/2013 00:00

La Comunidad Valenciana puso en marcha el pasado 1 de julio una orden que supone que los enfermos crónicos de otras comunidades autónomas que acudan a la región menos de 90 días deberán traer desde sus regiones de origen la medicación o, en su defecto, las recetas que vayan a necesitar.

La medida se ha tomado para evitar los "riegos o fraudes" que pueden producirse en caso de tener que repetir pruebas para confirmar que esos pacientes padecen una enfermedad crónica. Si un crónico llega sin fármacos o receta, se admitiría un informe clínico de su médico de cabecera, que acredite que tiene una enfermedad y precisa tratamiento".

Fuentes consultadas por DM han señalado que, aunque la orden en sí no plantea problemas prácticos, su desconocimiento por parte de los pacientes afectados sí puede provocar impacto en la atención.

José Antonio Herranz, presidente del Colegio de Médicos de Castellón, ha hecho hincapié en que "no altera la continuidad asistencial entre comunidades y, de hecho, no añade ninguna novedad significativa a lo que ya se hace".

En este contexto, Camilo Fuster, vocal de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en la Comunidad Valenciana, ha apuntado: "Creo que esta medida debería haber ido precedida de una campaña informativa para que los pacientes de otras regiones la conocieran y que no se vea como una orden coercitiva".

Además, ha añadido que "resulta curioso que se pida que traigan fármacos para 90 días, cuando los pacientes de esta región no pueden hacerlo al marcharse; el sistema Abucasis no permite adelantar tanto".

Algunas críticas
En la misma línea, Álvaro Bonet, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, ha apuntado que "parece bastante razonable que los pacientes de estas características vengan surtidos de sus propios fármacos o recetas", aunque ha matizado su valoración: "Teniendo en cuenta que, por ejemplo, las comunidades con receta electrónica sólo pueden suministrar fármacos para dos meses, podrían producirse problemas de abastecimiento para algunos pacientes".

En contraste, Francisco Tarazona, presidente de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología, se ha mostrado mucho más crítico y contrario a este tipo de iniciativas en cualquier comunidad autónoma. "Que los pacientes crónicos tengan que estar pendientes y hacer acopio de fármacos, recetas o el propio informe, al final pone en peligro la correcta adherencia a su tratamiento".

En resumen, muchas de estas reacciones entroncan con las afirmaciones de la Consejería de Sanidad, que han insistido en que este procedimiento no es ninguna novedad, ya que "se está implantando en varias comunidades autónomas". El propio consejero, Manuel Llombart, ha dicho que no responde a "motivos economicistas", sino a que un médico tenga que recetar sin conocer el historial médico del enfermo".