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“En materia de gestión soy reticente a aventuras, y desde luego a aventuras privatizadoras”, dice José Ramón González Juanatey

Madrid (01-04/11/2013) - Redacción

• En una charla entre el presidente ya en funciones de la Sociedad Española de Cardiología con el presidente saliente, Vicente Bertomeu, el primero incide en que "no es de recibo que haya que contratar a gestores externos para que orienten a los gestores públicos", y en la necesaria profesionalización de la gestión
• Juanatey y Bertomeu censuran la ausencia de controles de calidad sobre productos innovadores, de transparencia y de normas sobre la asistencia existentes en el sistema público, lo que lleva a la falta de homogeneidad y a la inequidad, y piden una reorganización del sistema

En una interesantísima y clarificadora conversación, en el marco del Congreso SEC 2013 de las Enfermedades Cardiovasculares, en la que el hasta ahora presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Vicente Bertomeu, ha dado formalmente paso a su sucesor en el cargo, José Ramón González Juanatey, hasta entonces presidente electo de la Sociedad y desde ahora ya en funciones, González Juanatey ha resumido así sus impresiones en materia de gestión: "Dentro de la gestión, soy reticente a aventuras... y desde luego, a aventuras privatizadoras; al menos en este país, la experiencia ha sido desastrosa", ha dicho.
"Las iniciativas (en materia de gestión) deben partir de la mayor implicación de los profesionales del sistema sanitario público, el mayor logro social de este país. Y si no es normal que a los profesionales nos tuvieran que traer a profesionales privatizados para que nos orientaran en nuestra labor, es de poco recibo que haya que contratar a gestores externos para que gestionen a gestores públicos", ha explicado José Ramón González Juanatey, para quien el sistema público "debería profesionalizar la gestión sanitaria, para que no quedara al albur de los cambios políticos: deben existir unos mínimos en la profesionalización de los gestores". Vicente Bertomeu ha mostrado su conformidad.
El presidente saliente se ha referido a que, en todo caso, la crisis económica existente, aunque está afectando a la asistencia sanitaria y a la salud cardiovascular, debe ser una oportunidad para que las sociedades científicas logren hacerse oír por quienes tienen responsabilidades de gestión, Ministerio de Sanidad y consejerías, porque "es el momento oportuno para cambiar para el futuro: tenemos el respaldo de la sociedad y de la evidencia", ha dicho.
El doctor González Juanatey ha alertado de que España debe aprender de lo sucedido en países como Grecia o Islandia, donde el colapso financiero llevó a un severo incremento de las enfermedades cardiovasculares y a la mortalidad por ellas. "Bien está que hay que adaptar los presupuestos, pero recortando en lo superfluo para concentrar los recursos en lo más trascendente, como es evitar que la salud cardiovascular se deteriore; una sociedad científica como la nuestra debe poner en marcha y hacerse oír para que la calidad sanitaria del sistema público se mantenga o siga aumentando", señala.
En materia de innovación
En este sentido, el doctor Bertomeu se ha referido a que la introducción en España de nuevos fármacos y dispositivos está siendo "más lenta", aunque ha defendido que la innovación "deber ser liderada por los profesionales: éstos son quienes deben decidir qué productos innovadores aportan beneficios". Y del mismo modo, ha censurado que el sistema público "adolece de controles de calidad, de medir lo que se hace; y con toda la buena intención, a veces no se hace un buen uso de los recursos".
Para Juanatey, el SNS deber ser "más transparente en sus resultados, tanto hacia los profesionales como hacia la propia sociedad. Y las sociedades científicas son las que tienen la autoridad científica para establecer unos mínimos, en nuestro caso para decir 'por encima de esto no debería ofrecerse Cardiología a la población'. Hay una falta de homogeneidad en el sistema extraordinaria: que para un mismo proceso, cuando se pagan los mismos impuestos y los profesionales en teoría cobran lo mismo, en un sitio la mortalidad sea un 4 y en otro un 10, no es de recibo".
Vicente Bertomeu, en este sentido, se ha referido a una experiencia que se está desarrollando en Cataluña y que "sería deseable que se ampliara". En Cataluña, ha explicado, "ya se han presentado los primeros resultados asistenciales de los hospitales, y esto va a tener mucho impacto en los próximos años: ver lo que se está haciendo, con transparencia, para corregir en su caso".
En el caso particular de la Cardiología, según el estudio RECALCAR de la SEC muestra la "tremenda variabilidad existente entre los hospitales: se ha seguido la política de poner instalaciones que después están infradotadas: la tercera parte las Unidades de Cardiología que tienen más de 1.500 ingresos, con salas de Hemodinámica y de Arritmias no tienen guardias de presencia física del cardiólogo", señala el presidente saliente de la SEC.
"Es tremendo que los enfermos del corazón, cuando están peor, no tengan al pie de su cama a quien más sabe de su dolencia, orientando el proceso diagnóstico y terapéutico. Nuestra Sociedad debe poner la voz en este asunto: las sociedades tenemos la responsabilidad en establecer la norma, anticiparnos al problema de la crisis y decir que por encima de esa norma no se puede ofrecer Cardiología: ésta es la norma, y vamos a medir lo que hacemos, quien no cumpla esta norma debería reevaluar lo que está haciendo. Sería una forma de que, en primer lugar, la gente midiera lo que sucede; y después, que se pusieran en marcha medidas para corregirlo", destaca González Juanatey.
Reorganizar el sistema
Otro dato que subraya el doctor Bertomeu es que el 24 por ciento de los pacientes que ingresa en los hospitales lo hace con un diagnóstico de insuficiencia cardiaca, y el 18 por ciento de esos pacientes reingresa antes de seis meses. "Es decir, que si no se organiza la actividad asistencial, la asistencia a los pacientes crónicos, el sistema es un despilfarro de dinero con sucesivos reingresos", concluye, y censura que "ni la mitad de las Unidades de Cardiología (44 por ciento) tiene unidad de Insuficiencia Cardiaca; hay que hacer menos salas de Hemodinámica y de Arritmias, y manejar menor a los pacientes", dice.
El nuevo presidente de la SEC está conforme con este punto de vista, pero incide en que lo principal es hacer las cosas "con un estándar lo más cuantitativo posible: si se da ese nivel de reingresos, hágaselo mirar; y si hay una mortalidad por infarto de miocardio superior al ocho por ciento, lo mismo. Eso sería la norma de la que hablábamos, que la deben poner los profesionales, y a partir de ahí vamos a auditar y a hacer cosas: es la oportunidad que da la crisis para que el sistema sanitario gane en calidad".
Vicente Bertomeu, al hilo de otro dato estadístico, el de estancias medias de pacientes en centros con unidades de Insuficiencia Cardiaca respecto a aquellos que no las tienen, incide en la "inequidad tremenda: hay que organizar los procesos". González Juanatey vuelve a coincidir en el método "para evitar que la crisis le afecte directamente al paciente, dentro del mayor logro social de este país que es el sistema sanitario público".
Quizás la próxima charla, igual de clarificadora pero con una perspectiva más alentadora, la mantengan dentro de dos años el presidente González Juanatey con el doctor Andrés Íñiguez, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que en estos dos años será responsable de formación continuada.