La evaluación debe ir más allá de las tecnologías

Expertos sugieren medir la eficiencia de los procesos y los profesionales. Introducir innovación ayudaría a la mejora global del equipamiento.

Rosalía Sierra. Madrid | rsierra@diariomedico.com | 25/04/2014 00:00

Que en España falta cultura de evaluación no es ninguna novedad, tal y como confirmaron ayer los expertos reunidos en Madrid por la Fundación Tecnología y Salud y la Real Academia Nacional de Medicina en la conferencia Economía de la salud y mejora de los procesos. Y la que hay, se queda corta: "La eficiencia no debe ser el único criterio que defina la introducción de nuevas tecnologías, pero debe utilizarse sistemáticamente. Y no sólo en tecnologías: también en procesos", según afirmó Álvaro Hidalgo, director del Seminario de Investigación de Economía y Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha.

El problema, a su juicio, es que la evaluación "debe ser una herramienta para mejorar, no un arma arrojadiza como se utiliza ahora, algo que se ve agravado por una falta de transparencia que reduce los umbrales de comparación y mejora, que están muy por debajo de lo posible".

En cuanto a la evaluación puramente tecnológica, Hidalgo explicó que el error más habitual consiste en "medir la eficiencia justo cuando el producto va a entrar al mercado, momento en que aún falta mucha información sobre su efectividad". Por ello, recomienda realizar "una reevaluación continua de lo que ya está en el sistema".

No obstante, según dijo, es necesario tener presente que "la eficiencia no debe ser una coartada para no introducir innovación".

En este sentido, José Luis Carreras, catedrático de Medicina Nuclear de la Universidad Complutense, de Madrid, defendió: "No podemos renunciar a la innovación, porque con ella se arrastran el resto de medidas necesarias: si hay innovación, habrá renovación de equipos, reposición, mantenimiento, actualizaciones...", algo muy necesario en el sistema, según recordó el experto citando el informe sobre obsolescencia tecnológica en el SNS elaborado por Fenin.

Autonomía de gestión
Carreras coincide además con Hidalgo en la necesidad de dar un paso más en la medición de la eficiencia, llegando incluso a los equipos profesionales: "Si tenemos autonomía por la vía de la gestión clínica sabemos cuánto cuesta cada uno de los procesos y técnicas que utilizamos, y podemos compararnos con otros y autoevaluarnos".

Carreras, que sabe de lo que habla cuando habla de gestión clínica -es jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico San Carlos, donde este modelo regula el 80 por ciento de los servicios-, se lamentó de que "la autonomía a la que podemos acceder es muy limitada, y en recursos humanos, nula; el sistema funcionarial otorga al médico una marca de calidad de por vida que parece incuestionable".