SALUD PÚBLICA | Infecciosas
Vacunas contra el sarampión para los adolescentes ingleses
Un adolescentes vacunándose del sarampión. | Afp
- Las autoridades sanitarias lanzan una campaña ante el aumento de los casos
- El brote se debe a la desconfianza generada por los padres en los años 90
Afp | Londres
Actualizado viernes 26/04/2013 13:00 horas
Inglaterra quiere plantarle cara al sarampión. Tras un repunte de los casos, las autoridades sanitarias del país han decidido poner en marcha una campaña de vacunación dirigida a los jóvenes, muchos de los cuales no recibieron la inmunización de niños.
Durante la década de los 90 se popularizó en el país cierta desconfianza hacia las vacunas, lo que hizo que muchos padres no completaran la cartilla de vacunación de sus hijos. Pero precisamente esa falta de protección generalizada es la que está dando alas a un nuevo brote de enfermedades como el sarampión.
En lo que va de año, se han registrado 583 casos de la enfermedad, que produjo nada menos que 20.000 infecciones en 2012. En Gales, el país vecino, se han contabilizado 886 casos en los últimos seis meses, 378 sólo en el mes de abril. Un hombre de 25 años, que padecía la enfermedad, falleció la semana pasada. Si los análisis confirman que el sarampión era la causa, se trataría del primer fallecimiento desde 2008 que se produce en Reino Unido a causa de este trastorno.
Para el ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, es hora de "acabar con el mito" que desde hace años liga a la vacuna de la triple vírica (sarampión, paperas, rubeola) con el autismo.
La polémica relación comenzó con la publicación, en 1998, de un artículo en la revista 'The Lancet' que asociaba las vacunas con el trastorno del desarrollo. Pese a que en innumerables ocasiones se ha desmentido la validez del trabajo liderado por Andrew Wakefield, la sospecha ha encontrado hueco en algunos grupos de padres.
El mismo Tony Blair contribuyó a sembrar la duda cuando, en 2001, no quiso aclarar si había vacunado a su hijo Léo.
En 2005, las tasas de vacunación en Reino Unido cayeron -de media- por debajo del 80% (en algunas regiones la inmunización fue mucho más baja). Hoy en día, las cifras de 'pinchazos' se sitúan en torno al 88%.
El ministro de Sanidad ha confirmado en comparecencia parlamentaria que los adolescentes actuales corren un riesgo especial dado que no fueron vacunados de bebés y que en estos meses hay una circulación mucho mayor de la enfermedad.
Según ha señalado Helen Bedford, del Instituto de sanidad infantil del University College de Londres, en la capital británica, el riesgo es especialmente alto ya que, hace 10 años, las tasas de vacunación en Londres se redujeron al 50% en ciertos barrios.
Las estimaciones que barajan las autoridades muestran que "cerca de 330.000 jóvenes de edades comprendidas entre los 10 y los 16 años, lo que equivale al 8% de toda la población de ese grupo, no ha sido vacunada. Además, "otros 330.000 necesitarían al menos un nuevo pinchazo para estar completamente protegidos".
Un tercer grupo similar formado por niños de menos de diez años y adolescentes mayores de 16, también necesitarían la vacuna, aseguran las autoridades. En total, un millón de jóvenes estarían llamados a vacunarse en estos días.
Durante la década de los 90 se popularizó en el país cierta desconfianza hacia las vacunas, lo que hizo que muchos padres no completaran la cartilla de vacunación de sus hijos. Pero precisamente esa falta de protección generalizada es la que está dando alas a un nuevo brote de enfermedades como el sarampión.
En lo que va de año, se han registrado 583 casos de la enfermedad, que produjo nada menos que 20.000 infecciones en 2012. En Gales, el país vecino, se han contabilizado 886 casos en los últimos seis meses, 378 sólo en el mes de abril. Un hombre de 25 años, que padecía la enfermedad, falleció la semana pasada. Si los análisis confirman que el sarampión era la causa, se trataría del primer fallecimiento desde 2008 que se produce en Reino Unido a causa de este trastorno.
Para el ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, es hora de "acabar con el mito" que desde hace años liga a la vacuna de la triple vírica (sarampión, paperas, rubeola) con el autismo.
La polémica relación comenzó con la publicación, en 1998, de un artículo en la revista 'The Lancet' que asociaba las vacunas con el trastorno del desarrollo. Pese a que en innumerables ocasiones se ha desmentido la validez del trabajo liderado por Andrew Wakefield, la sospecha ha encontrado hueco en algunos grupos de padres.
El mismo Tony Blair contribuyó a sembrar la duda cuando, en 2001, no quiso aclarar si había vacunado a su hijo Léo.
En 2005, las tasas de vacunación en Reino Unido cayeron -de media- por debajo del 80% (en algunas regiones la inmunización fue mucho más baja). Hoy en día, las cifras de 'pinchazos' se sitúan en torno al 88%.
El ministro de Sanidad ha confirmado en comparecencia parlamentaria que los adolescentes actuales corren un riesgo especial dado que no fueron vacunados de bebés y que en estos meses hay una circulación mucho mayor de la enfermedad.
Según ha señalado Helen Bedford, del Instituto de sanidad infantil del University College de Londres, en la capital británica, el riesgo es especialmente alto ya que, hace 10 años, las tasas de vacunación en Londres se redujeron al 50% en ciertos barrios.
Las estimaciones que barajan las autoridades muestran que "cerca de 330.000 jóvenes de edades comprendidas entre los 10 y los 16 años, lo que equivale al 8% de toda la población de ese grupo, no ha sido vacunada. Además, "otros 330.000 necesitarían al menos un nuevo pinchazo para estar completamente protegidos".
Un tercer grupo similar formado por niños de menos de diez años y adolescentes mayores de 16, también necesitarían la vacuna, aseguran las autoridades. En total, un millón de jóvenes estarían llamados a vacunarse en estos días.
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