España queda rezagada en el índice de bienestar que elabora la OCDE
Los 11 indicadores comparables la sitúan en el puesto 20 entre 36 países analizados
El balance entre vida y trabajo y la salud son las áreas en las que sale mejor parada
Solo México y Turquía puntúan menos en aspectos relacionados con el trabajo
La alternativa al PIB que trata de forjar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para medir el bienestar económico y social no deja en buen lugar a España. Entre los 36 países que analiza la OCDE, la mayoría economías avanzadas, aunque también emergentes, como Rusia o Brasil, el promedio de los indicadores utilizados sitúa a España en el puesto 20, en una clasificación encabezada por Australia, Suecia y Canadá. Los que sacan peores resultados son Turquía, México y Chile.
El Índice para una Vida Mejor se construyó a partir de las recomendaciones de una comisión dirigida por dos premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, y el economista francés Jean-Paul Fitoussi para desarrollar nuevas formas de evaluar el bienestar material y la calidad de vida. El índice integra diversas estadísticas relacionadas con 11 áreas: vivienda, ingresos, empleo, comunidad, educación, medio ambiente, compromiso cívico, salud, satisfacción ante la vida, seguridad y balance entre vida y trabajo.
El análisis de los datos de España (referenciados a 2012 o 2011, según la estadística) arroja resultados muy favorables en el balance entre vida y trabajo, donde la nota alcanza un 9. Aquí pesa que la proporción de empleados que trabajan más de 50 horas a la semana es baja, mientras que el número de horas que se dedican al día al ocio y al cuidado personal (lo que incluye dormir), se acerca a 16. También es notable el desempeño en el área de salud (un 8,6), gracias a la elevada esperanza de vida (más de 82 años) y la alta proporción de ciudadanos (el 75%) que califican de bueno o muy bueno su estado de salud.
España cosecha los peores resultados en empleo, fiel reflejo del lamentable estado del mercado laboral con una tasa de paro cercana al 27%. Solo Turquía y México tienen una calificación peor que la española (3,9). Tampoco es buena la relativa a los ingresos: aunque el promedio de renta familiar se sitúa ligeramente por debajo de la media de la OCDE, España está entre los países más desiguales. "La población que ocupa el 20% superior de la escala de ingresos gana más de seis veces lo que percibe la población que ocupa el 20% inferior", concluye el informe.
En educación, la proporción de adultos con un título de educación secundaria (53%) está muy lejos del promedio de la OCDE (74%). En el flanco medioambienteal, también son peores que los resultados medios de la OCDE el nivel de partículas atmosféricas emitidas y la satisfacción con la calidad del agua.
La OCDE ofrece por primera vez en español la herramienta interactiva en la que plasma los resultados de su Índice para una Vida Mejor. Es una web que se estrenó en 2011, que ya tenía versiones en inglés, francés y ruso. Y que ha recibido más de 1,8 millones de visitas en dos años. "Nuestro índice va más allá de las frías y duras cifras del PIB para intentar entender realmente qué quieren y esperan las personas para sus propias vidas y sus sociedades”, indicó en un comunicado Ángel Gurría, secretario general del club de países avanzados.
El Índice para una Vida Mejor se construyó a partir de las recomendaciones de una comisión dirigida por dos premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, y el economista francés Jean-Paul Fitoussi para desarrollar nuevas formas de evaluar el bienestar material y la calidad de vida. El índice integra diversas estadísticas relacionadas con 11 áreas: vivienda, ingresos, empleo, comunidad, educación, medio ambiente, compromiso cívico, salud, satisfacción ante la vida, seguridad y balance entre vida y trabajo.
El análisis de los datos de España (referenciados a 2012 o 2011, según la estadística) arroja resultados muy favorables en el balance entre vida y trabajo, donde la nota alcanza un 9. Aquí pesa que la proporción de empleados que trabajan más de 50 horas a la semana es baja, mientras que el número de horas que se dedican al día al ocio y al cuidado personal (lo que incluye dormir), se acerca a 16. También es notable el desempeño en el área de salud (un 8,6), gracias a la elevada esperanza de vida (más de 82 años) y la alta proporción de ciudadanos (el 75%) que califican de bueno o muy bueno su estado de salud.
España cosecha los peores resultados en empleo, fiel reflejo del lamentable estado del mercado laboral con una tasa de paro cercana al 27%. Solo Turquía y México tienen una calificación peor que la española (3,9). Tampoco es buena la relativa a los ingresos: aunque el promedio de renta familiar se sitúa ligeramente por debajo de la media de la OCDE, España está entre los países más desiguales. "La población que ocupa el 20% superior de la escala de ingresos gana más de seis veces lo que percibe la población que ocupa el 20% inferior", concluye el informe.
En educación, la proporción de adultos con un título de educación secundaria (53%) está muy lejos del promedio de la OCDE (74%). En el flanco medioambienteal, también son peores que los resultados medios de la OCDE el nivel de partículas atmosféricas emitidas y la satisfacción con la calidad del agua.
La OCDE ofrece por primera vez en español la herramienta interactiva en la que plasma los resultados de su Índice para una Vida Mejor. Es una web que se estrenó en 2011, que ya tenía versiones en inglés, francés y ruso. Y que ha recibido más de 1,8 millones de visitas en dos años. "Nuestro índice va más allá de las frías y duras cifras del PIB para intentar entender realmente qué quieren y esperan las personas para sus propias vidas y sus sociedades”, indicó en un comunicado Ángel Gurría, secretario general del club de países avanzados.
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