La eHealth y la Agenda Digital para Europa (2020)
Mayo de 2013 - Xavier Agenjo Bullón. Fundación Ignacio Larramendi.
Con motivo de una jornada realizada en la Fundación Mapfre sobre distintos aspectos relacionados con la salud en España, tuve ocasión de presentar una pequeña contribución (1) basada en el análisis de la Agenda Digital para Europa (2) y cómo en ella está recogida la denominada eHealth o conjunto de tecnologías que tienen como objetivo utilizar las TIC en el área de la Salud y de las Ciencias de la Vida
Se trata de una Acción Clave de la Agenda Digital para Europa, lo cual es muy significativo porque esa Agenda pretende recoger y, sobre todo, coordinar las diferentes iniciativas basadas en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) que están relacionadas con la actividad social de los ciudadanos de Europa. Y es claro que todo lo relacionado con la Salud y las Ciencias de la Vida resulta esencial para considerar que el modelo económico, político y social que presupone la Agenda Digital para Europa sea verdaderamente efectivo.
Por otro lado, se ha podido comprobar que las TIC suponen -con una amplísima diferencia- el sector en el cual crece más el empleo en Europa, en un orden de magnitud del 700 por ciento con relación a otros sectores. Evidentemente, se trata de obtener un modelo sostenible y para ello los responsables de las TIC aplicadas a la salud han tenido muy presente todo lo que procede de tecnología de los Datos abiertos y vinculados (LOD, por sus siglas en inglés, Linked Open Data) no sólo por las funcionalidades verdaderamente potentes que esta tecnología conlleva sino también porque uno de los elementos clave de LOD es la reutilización de contenidos.
Es decir, será más sencilla (y optimizará los recursos económicos existentes) la aplicación de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones a la Salud y las Ciencias de la Vida si pueden reutilizarse datos procedentes de otras áreas. Un ejemplo quizá resultará la manera más clara de presentar esta tecnología. Si en una biblioteca digital se indizan nombres (descriptores) de enfermedades, tratamientos médicos, farmacopea, procedentes de la indexación de artículos y libros, o monografías en general, será posible reutilizar esos descriptores en el área de las Ciencias de la Salud a la hora de indexar, por ejemplo, una historia clínica o una prescripción o receta; lo mismo puede decirse a la hora de aplicar técnicas de digitalización (con sus correspondientes metadatos normalizados) a dichas historias clínicas, o a la transmisión utilizando el Esquema Europeo de Interoperabilidad, de la información entre distintos agentes vinculados con el área de la salud: hospitales, facultades de Medicina, profesionales del sector, Farmacia, así como las industrias que proporcionan desde medicamentos a dispositivos digitales para realizar escáneres, TAC y, en general, todos aquellos procedimientos que se emplean habitualmente en la Medicina.
Lo mismo puede decirse, obviamente, de la industria farmacéutica que naturalmente se ve necesitada de reutilizar contenidos procedentes de la investigación o directamente de las oficinas de patentes. La tecnología LOD lo permite. Por otra parte, al utilizarse fundamentalmente el denominado SKOS (por sus siglas en inglés Simple Knowledge Organization System, Sistema Simple de Organización del Conocimiento) que, entre otras características, permite el multilingüismo, puede salvarse así una de las barreras fundamentales del mercado interno de la Unión Europea, así como, naturalmente, interconectarse con otros sectores análogos en distintas áreas económicas, sociales y culturales del resto del mundo.
Es importante señalar que estas mismas tecnologías se están aplicando efectivamente en el resto del mundo y que el W3C (3) las impulsa y promueve a través de grupos específicos que intentan desarrollar el modelo LOD a esas distintas áreas de acción social y entre ellas -lógicamente- se encuentran la Salud y las Ciencias de la Vida. Es decir, que en esas otras áreas económicas, sociales y culturales del resto del mundo se están llevando iniciativas similares; y son similares porque están basados en un amplio conjunto de estándares promovidos por el referido W3C y ampliamente desarrollados por la Agenda Digital para Europa.
Así, la adopción de tecnologías LOD por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, creadora como es sabido de las bases de datos Medline o PubMed facilitará de un modo enorme el acceso a su información y, sobre todo, la hipervinculación de unos conceptos con otros, de tal manera que cuando alguno de los agentes que intervienen en el mercado común de la Unión Europea y, en concreto, en el área de la Salud podrán, a partir de una búsqueda simple; y mediante la aplicación de las citadas tecnologías LOD acceder a una información que, tal vez, les sería desconocida en una primera fase de su investigación y que, sin embargo, y gracias a esos vínculos establecidos e inteligibles por la propia red de ordenadores, es decir, la web semántica multiplicará de un modo exponencial los recursos disponibles para llevar a cabo la tarea médica.
eHealth y telemedicina
He querido dedicar un párrafo aparte a una de las iniciativas fundamentales de eHealth que no es otra que la telemedicina, entendida de una manera doble; por un lado, el acceso a fuentes de información médica de altísima calidad mediante todo tipo de dispositivos (se calcula que en 2013 el número de teléfonos inteligentes sobrepasará a la actual población de la tierra, es decir 7.000 millones de personas, y aunque es obvio que no todo el mundo dispondrá de esa tecnología, la tendencia es que cada vez los dispositivos móviles sean más asequibles) lo cual permite acceder a enormes recursos de conocimientos científicos sobre la Medicina simplemente con un dispositivo que ya se encuentra por término medio por debajo de los 100 €.
También se pretende -por otro lado- que uno de los objetos fundamentales de esta acción específica de la Agenda Digital para Europa (2020) sea el acceso de los propios ciudadanos a todo tipo de recursos de carácter médico, pues está comprobado que ello reduce enormemente los costes y que si la información se haya correctamente codificada, y cuando se dice correctamente codificada quiere decirse conforme a los estándares promovidos por el W3C y por la Agenda Digital para Europa, el paciente, utilizando asimismo un dispositivo móvil, y en Europa la práctica totalidad de la población dispone ya de uno de estos dispositivos, podrán solventar innumerables dudas, y conocer, y poner a disposición de quien sea necesario sus datos biomédicos, así como su propia historia clínica, tan útil cuando el paciente se desplace, se encuentre en otro país, o en situaciones de aislamiento.
A nadie se le oculta además que cada vez es mayor el número de aplicaciones sencillas, las denominadas API, que permiten el control de todo tipo de parámetros de carácter clínico. Si antes era perfectamente factible que un paciente se tomara la tensión, ahora cada vez lo será mayor (por citar un par de casos) la tendencia a medir sus índices de glucemia en sangre, o incluso el INR, que tantas vidas está salvando en personas que padecen patologías de carácter cardiovascular (que no olvidemos que es la primera causa de muerte en la Unión Europea), y al mismo tiempo supone un enorme esfuerzo para los servicios públicos de Salud, simplemente por la toma regular de ese índice por parte de personal médico.
No será necesario insistir en que esos datos estarán intercomunicados (y protegidos por la Ley) y por lo tanto los especialistas o los médicos de familia o de cabecera estarán perfectamente informados del estado clínico de cada paciente en todo momento, y se diseñarán -se están desarrollado ya- sistemas que basados en las tecnologías LOD, tan repetidamente mencionadas, permitan indicar qué acciones deben tomarse ante determinados resultados o parámetros.
Quiero terminar esta breve nota poniendo de manifiesto como la enorme cantidad de información que se irá reuniendo (que se está reuniendo ya) a partir de la creciente utilización de las TIC en el área de la Salud (el denominado big data) permitirá el desarrollo de todo tipo de estudios epidemiológicos de enorme utilidad para las autoridades sanitarias y aún para los propios servicios de salud específicos.
Por otro lado, se ha podido comprobar que las TIC suponen -con una amplísima diferencia- el sector en el cual crece más el empleo en Europa, en un orden de magnitud del 700 por ciento con relación a otros sectores. Evidentemente, se trata de obtener un modelo sostenible y para ello los responsables de las TIC aplicadas a la salud han tenido muy presente todo lo que procede de tecnología de los Datos abiertos y vinculados (LOD, por sus siglas en inglés, Linked Open Data) no sólo por las funcionalidades verdaderamente potentes que esta tecnología conlleva sino también porque uno de los elementos clave de LOD es la reutilización de contenidos.
Es decir, será más sencilla (y optimizará los recursos económicos existentes) la aplicación de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones a la Salud y las Ciencias de la Vida si pueden reutilizarse datos procedentes de otras áreas. Un ejemplo quizá resultará la manera más clara de presentar esta tecnología. Si en una biblioteca digital se indizan nombres (descriptores) de enfermedades, tratamientos médicos, farmacopea, procedentes de la indexación de artículos y libros, o monografías en general, será posible reutilizar esos descriptores en el área de las Ciencias de la Salud a la hora de indexar, por ejemplo, una historia clínica o una prescripción o receta; lo mismo puede decirse a la hora de aplicar técnicas de digitalización (con sus correspondientes metadatos normalizados) a dichas historias clínicas, o a la transmisión utilizando el Esquema Europeo de Interoperabilidad, de la información entre distintos agentes vinculados con el área de la salud: hospitales, facultades de Medicina, profesionales del sector, Farmacia, así como las industrias que proporcionan desde medicamentos a dispositivos digitales para realizar escáneres, TAC y, en general, todos aquellos procedimientos que se emplean habitualmente en la Medicina.
Lo mismo puede decirse, obviamente, de la industria farmacéutica que naturalmente se ve necesitada de reutilizar contenidos procedentes de la investigación o directamente de las oficinas de patentes. La tecnología LOD lo permite. Por otra parte, al utilizarse fundamentalmente el denominado SKOS (por sus siglas en inglés Simple Knowledge Organization System, Sistema Simple de Organización del Conocimiento) que, entre otras características, permite el multilingüismo, puede salvarse así una de las barreras fundamentales del mercado interno de la Unión Europea, así como, naturalmente, interconectarse con otros sectores análogos en distintas áreas económicas, sociales y culturales del resto del mundo.
Es importante señalar que estas mismas tecnologías se están aplicando efectivamente en el resto del mundo y que el W3C (3) las impulsa y promueve a través de grupos específicos que intentan desarrollar el modelo LOD a esas distintas áreas de acción social y entre ellas -lógicamente- se encuentran la Salud y las Ciencias de la Vida. Es decir, que en esas otras áreas económicas, sociales y culturales del resto del mundo se están llevando iniciativas similares; y son similares porque están basados en un amplio conjunto de estándares promovidos por el referido W3C y ampliamente desarrollados por la Agenda Digital para Europa.
Así, la adopción de tecnologías LOD por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, creadora como es sabido de las bases de datos Medline o PubMed facilitará de un modo enorme el acceso a su información y, sobre todo, la hipervinculación de unos conceptos con otros, de tal manera que cuando alguno de los agentes que intervienen en el mercado común de la Unión Europea y, en concreto, en el área de la Salud podrán, a partir de una búsqueda simple; y mediante la aplicación de las citadas tecnologías LOD acceder a una información que, tal vez, les sería desconocida en una primera fase de su investigación y que, sin embargo, y gracias a esos vínculos establecidos e inteligibles por la propia red de ordenadores, es decir, la web semántica multiplicará de un modo exponencial los recursos disponibles para llevar a cabo la tarea médica.
eHealth y telemedicina
He querido dedicar un párrafo aparte a una de las iniciativas fundamentales de eHealth que no es otra que la telemedicina, entendida de una manera doble; por un lado, el acceso a fuentes de información médica de altísima calidad mediante todo tipo de dispositivos (se calcula que en 2013 el número de teléfonos inteligentes sobrepasará a la actual población de la tierra, es decir 7.000 millones de personas, y aunque es obvio que no todo el mundo dispondrá de esa tecnología, la tendencia es que cada vez los dispositivos móviles sean más asequibles) lo cual permite acceder a enormes recursos de conocimientos científicos sobre la Medicina simplemente con un dispositivo que ya se encuentra por término medio por debajo de los 100 €.
También se pretende -por otro lado- que uno de los objetos fundamentales de esta acción específica de la Agenda Digital para Europa (2020) sea el acceso de los propios ciudadanos a todo tipo de recursos de carácter médico, pues está comprobado que ello reduce enormemente los costes y que si la información se haya correctamente codificada, y cuando se dice correctamente codificada quiere decirse conforme a los estándares promovidos por el W3C y por la Agenda Digital para Europa, el paciente, utilizando asimismo un dispositivo móvil, y en Europa la práctica totalidad de la población dispone ya de uno de estos dispositivos, podrán solventar innumerables dudas, y conocer, y poner a disposición de quien sea necesario sus datos biomédicos, así como su propia historia clínica, tan útil cuando el paciente se desplace, se encuentre en otro país, o en situaciones de aislamiento.
A nadie se le oculta además que cada vez es mayor el número de aplicaciones sencillas, las denominadas API, que permiten el control de todo tipo de parámetros de carácter clínico. Si antes era perfectamente factible que un paciente se tomara la tensión, ahora cada vez lo será mayor (por citar un par de casos) la tendencia a medir sus índices de glucemia en sangre, o incluso el INR, que tantas vidas está salvando en personas que padecen patologías de carácter cardiovascular (que no olvidemos que es la primera causa de muerte en la Unión Europea), y al mismo tiempo supone un enorme esfuerzo para los servicios públicos de Salud, simplemente por la toma regular de ese índice por parte de personal médico.
No será necesario insistir en que esos datos estarán intercomunicados (y protegidos por la Ley) y por lo tanto los especialistas o los médicos de familia o de cabecera estarán perfectamente informados del estado clínico de cada paciente en todo momento, y se diseñarán -se están desarrollado ya- sistemas que basados en las tecnologías LOD, tan repetidamente mencionadas, permitan indicar qué acciones deben tomarse ante determinados resultados o parámetros.
Quiero terminar esta breve nota poniendo de manifiesto como la enorme cantidad de información que se irá reuniendo (que se está reuniendo ya) a partir de la creciente utilización de las TIC en el área de la Salud (el denominado big data) permitirá el desarrollo de todo tipo de estudios epidemiológicos de enorme utilidad para las autoridades sanitarias y aún para los propios servicios de salud específicos.
Referencias bibliográficas
1. http://www.slideshare.net/DIGIBIS/e-health-y-agenda-digital-para-europa7
2. http://ec.europa.eu/digital-agenda/en/digital-life/health
3. http://www.w3.org/blog/hcls/
2. http://ec.europa.eu/digital-agenda/en/digital-life/health
3. http://www.w3.org/blog/hcls/
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