Pharma Talents analiza la importancia de los resultados en salud y la evidencia en la vida real
Madrid (11-13/05/2013) - Ana Montero
Los expertos han asegurado que existen los conocimientos y las herramientas necesarias para avanzar en un abordaje global del proceso asistencial incorporando la perspectiva del paciente para trasladar los resultados en salud de los ensayos clínicos al mundo real, ya que, como han evidenciado, cualquier estrategia en resultados en salud tiene que tener el foco en el paciente
En el encuentro, María José Calvo, responsable del Área de Planificación, Compras y Proyectos Farmacéuticos del Servicio Madrileño de Salud, ha explicado que aunque los ensayos clínicos nos permiten conocer la eficacia de una estrategia clínica o un determinado medicamento ante una enfermedad, estos se realizan en entornos clínicos controlados con grupos de pacientes muy seleccionados, sin embargo, no hay evidencia de qué ocurre con ese medicamento cuando pasa a estar disponible para toda la población, “es una equivocación asumir que los resultados de eficacia de puedan aplicar fielmente a la práctica clínica”, ha apuntado. En este sentido, existen estudios epidemiológicos que generan información sobre los resultados en salud de un medicamento concreto en una población amplia, menos restrictiva y no controlada, y su análisis, es la evidencia en vida real, (RWE, de sus siglas en inglés Real World Evidence).
Asimismo, como han concluido los expertos la investigación en RWE ha adquirido gran relevancia en un entorno económico tan complejo como el actual, ya que permite al sistema sanitario conocer cómo se comporta en la población un tratamiento que está financiando, la idoneidad de los protocolos de tratamiento existentes, o los modelos de decisión que siguen los clínicos ante grupos concretos de pacientes. Así pues, con la RWE se amplían las evaluaciones de seguridad, valor y efectividad de los productos a su ciclo de vida completo.
Al hilo, la responsable del Área de Planificación, Compras y Proyectos Farmacéuticos del Servicio Madrileño de Salud, ha explicado cómo funcionan las fuentes de datos de la Comunidad de Madrid, Farm@madrid, AP_Madrid o eSOAP (Seguimiento de Objetivos en Atención Primaria), que revelan indicadores, tales como prescripción, seguridad, efectividad y control, para trasladar la evidencia científica, “estos indicadores permiten la comparación e identifican áreas de mejora”, ha señalado Calvo.
Además, la experta ha señalado que están trabajando en resultados en salud pensando en el paciente, entre otras razones, para mejorar su cumplimiento terapéutico, “hay que avanzar en la adherencia terapéutica de los pacientes, por las repercusiones económicas y clínicas que se derivan de la falta de adherencia a los tratamientos”. En este sentido, Calvo ha recordado que, en España, se depositan 79,8 gramos de medicamentos por habitante y año en el punto SIGRE, según cifras de 2012. En otro orden de cosas, Calvo se ha referido al programa de atención al mayor polimedicado de la Comunidad de Madrid, como ejemplo de herramienta para medir la adherencia.
“Disponemos de los conocimientos y las herramientas para avanzar en un abordaje global del proceso asistencial incorporando la perspectiva del paciente para trasladar los resultados en salud de los ensayos clínicos al mundo real”, ha concluido la responsable del Área de Planificación, Compras y Proyectos Farmacéuticos del Servicio Madrileño de Salud.
Por su parte, Sandra Flores, farmacéutica hospitalaria del Servicio Andaluz de Salud y evaluadora, ha explicado cuáles son los aspectos a valorar en las evaluaciones de medicamentos, tales como eficacia-efectividad, seguridad y eficacia, con el objetivo de comparar el medicamento nuevo con los ya existentes y definir su papel en terapéutica; de valorar las aportaciones del nuevo fármaco en términos de beneficio clínico, de resultados en salud; de determinar la relación coste-efectividad; además de identificar las situaciones clínicas específicas, es decir, los subgrupos de pacientes con una mejor relación coste-eficacia.
En sentido, tal y como ha evidenciado Flores, una de los principales retos con los que se encuentra el evaluador es definir el comparador. “Para el evaluador, el comparador es la mejor alternativa terapéutica para la indicación clínica en la que estamos evaluando el medicamento, ya sea farmacológico o no”, ha señalado la experta, a lo que ha añadido que las guías de práctica clínica, los artículos de revisión, los protocolos farmacoterapéuticos y los documentos de recomendaciones son buenas herramientas para determinar cuál es el mejor comparador.
Del mismo modo, la evaluadora ha repasado experiencias de gestión en la comunidad andaluza, a partir de los informes de evaluación, tales como: la Comisión de Armonización para medicamentos de especial impacto sanitario, social y económico; los nuevos acuerdos de gestión y los contratos de riesgo compartido; las estrategias de equivalencia terapéutica; y las políticas de desinversión para aquellos medicamentos, dispositivos, aparatos, procedimientos o servicios con escaso valor clínico.
“La adopción del criterio de eficiencia no debe llevar implícito el convertirlo en el único criterio de decisión, es necesario la evaluación continua, así como el desarrollo de nuevas herramientas de gestión ligadas a la generación de conocimiento”, ha manifestado Flores, para quien el objetivo “debe ser la mejora de la calidad de los cuidados de salud, y no simplemente la contención de costes o la ampliación de las barreras de entrada”.
En otro orden de cosas, al ser preguntada Flores por la subasta de fármacos en Andalucía, la experta ha argumentado que “la subasta no es una desfinanciación sino una priorización en la compra de medicamentos, bajo el criterio de la optimización de los recursos”.
Creación de valor
Por último, Paulo Gonçalves, socio responsable del Área de Sanidad y Farmacia de The Boston Consulting Group, colaborador en la iniciativa de Pharma Talents, ha subrayado la importancia de hablar del criterio “valor”, “hoy día el foco está en el presupuesto y en la reducción de costes, pero también hay que ponerlo en el valor, y el enfoque en resultados de salud permite crear valor”, ha apuntado. Además, Gonçalves ha destacado que en esa asistencia de mayor calidad, a igual o menor coste, que lleva a un sistema con mayor valor, éste se puede compartir con todos los agentes involucrados en el proceso y un buen ejemplo de esto serían los contratos de riesgo compartido, como ha explicado.
Además, el experto ha presentado una iniciativa, el Consorcio Internacional para la Medición de los Resultados en Salud (ICHOM, de sus siglas en inglés International Consortium for Health Outcomes Measurement), cuyo objetivo es la medición global de los resultados en salud de todas las enfermedades y la definición de los indicadores se deben utilizar, con el fin de vincular los problemas de los pacientes al sistema sanitario, “cualquier estrategia en resultados en salud tiene que tener el foco en el paciente”, ha concluido.
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