jueves, 9 de mayo de 2013

Absolución por no diagnosticar una leucemia asintomática - DiarioMedico.com

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Responsable de la muerte del niño

Absolución por no diagnosticar una leucemia asintomática

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha absuelto al Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) y a su compañía aseguradora de la demanda interpuesta por los padres de un menor que falleció de una leucemia.
G.E   |  08/05/2013 17:27 


En la demanda se atribuye al médico de atención primaria la responsabilidad de la muerte del niño por no haber prescrito las pruebas diagnósticas que, según los progenitores, podían haber detectado la patología del menor.

La sentencia se basa en los dictámenes periciales para declarar la ausencia de mala praxis médica en un caso en el que, según los jueces, los síntomas inespecíficos del enfermo no permitían diagnosticar la enfermedad por la que falleció.

Asintomático
Uno de los informes en los que se fundamenta la resolución fue el emitido por el médico forense que aclara que cuando el paciente acudió al médico de cabecera "presentaba una sintomatología común, asintomático de una congestión o catarro, propios del mes de noviembre" en las dos ocasiones en las que recibió asistencia en el centro de primaria.

Además, otro de los informes aportados al proceso declara que "la coincidencia de una neumonía o infección respiratoria activada con el debut de una leucemia aguda mieloblástica conlleva una situación de especial mal pronóstico con una mortalidad estimada del 67 por ciento".

Frente al argumento de la demanda de que la responsabilidad del médico de primaria se produjo por "una ausencia de pruebas y verificaciones precisas para seguir el curso del estado del paciente", la sentencia, que acoge las argumentaciones de Javier Moreno, letrado de Asjusa-Letramed, aclara que de la historia clínica y de las declaraciones e informes periciales se desprende "la imposibilidad de conocer el momento en el que la leucemia comienza a desarrollarse y manifestarse como tal".

La sentencia recoge que "la actuación fue conforme a la lex artis, sin que estuviera justificado realizar otras pruebas complementarias y que el fatal desenlace del paciente sólo puede ser achacable a una fulminante evolución de su dolencia, dadas las características de la leucemia mieloide aguda que precipitó su muerte".

La decisión del TSJ también señala que la leucemia mieloide es una patología "difícil de diagnosticar y de evolución muy variable, siendo su pronóstico desfavorable en coincidencia con un proceso respiratorio por las dificultades de su tratamiento conjunto".

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