lunes, 6 de mayo de 2013

"Es imposible retribuir bien con la rigidez pública" - DiarioMedico.com

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Entrevista a Fernández-Lasquetty

"Es imposible retribuir bien con la rigidez pública"

El consejero echa en falta herramientas privadas en el sector público, al que califica de muy rígido, y critica el actual modelo de financiación sanitaria.
José A. Plaza / David Rodiguez Carenas   |  06/05/2013 00:00 


En charlas de hora y media, lo  que duró esta entrevista, un tema lleva a otro. Hablando de posibles inequidades en el acceso a fármacos, caballo de batalla de las sociedades científicas, Javier Fernández-Lasquetty niega la mayor -"en Madrid no las hay"- y vincula esta queja a otro debate: "Es una manifestación de otra realidad: tenemos, porque así se ha querido, un sistema sanitario financiado sólo con impuestos, no con cotizaciones ni de otra forma".

El consejero se mueve a gusto criticando el modelo de financiación, pero echa en falta compañía: "Los impuestos dependen de cómo vaya la economía: lo que se nutre de impuestos, como la sanidad, acaba afectado".

Fijarse en otros
Querría escuchar más esta reflexión, pero "no la veo por ningún lado: hay que debatir cómo se financia la sanidad, ver cómo lo hacen otros o, mejor aún, cómo se organiza la financiación".
  • Tenemos, así lo hemos querido, una sanidad financiada sólo con impuestos; somos los únicos entre los grandes países europeos; igual no lo hemos pensado bien"
No duda de que el SNS "da resultados excelentes", pero mira hacia fuera, a los sistemas sanitarios alemanes, ingleses, franceses, suecos, etc., y dice que se les ve "como algo exótico, como si ellos no se hubieran pensado bien las cosas". Y le da la vuelta a la tortilla: "Igual quien no lo ha pensado bien es España".

Hay otro punto que escuece al consejero, al que, de nuevo, llega de forma indirecta. Reflexionando sobre los motivos para externalizar (ojo: "Hablamos sólo de  sanidad pública: yo de la privada no me ocupo"), habla de la eficiencia y cita "las herramientas del sector privado que, desgraciadamente, no tiene el sistema público". La pregunta estaba cantada: ¿cuáles? Responde sin dudar, repitiendo un término continuamente: "La rigidez de un sistema de empleo sanitario basado en funcionarios vitalicios; la rigidez derivada de las leyes nacionales que regulan el estatuto del sanitario y de todos los funcionarios, y la rigidez añadida por la jurisprudencia a lo largo de los años".

Esta falta de flexibilidad pública es, a su juicio, una lacra: "Dificulta mucho gestionar los recursos humanos y hace imposible algo crucial para ser más eficiente: retribuir más y mejor a quien mayor calidad y eficiencia aporta". Ventajas del sector privado que "desgraciadamente no se han logrado para los empleados públicos".

Es lógico, pero dificulta  
Vuelve a mirar a Europa con envidia sana: "Quizá por eso somos el único de los grandes países europeos en el que la manera de trabajar en la sanidad pública es con funcionarios vitalicios e inamovibles".

La rigidez, que también afecta "a las compras, suministros y gestión de los abastecimientos", va de la mano de lo público, y el consejero se resigna: "En el fondo, estas reglas son lógicas porque deben garantizar el buen empleo de los fondos públicos, que son de todos". Pero insiste: "Lo hacen todo más difícil". 

Euro por receta: Sanidad no pagará lo no ahorrado

Una de las medidas que ha quedado en segundo plano, fagocitada por la externalización y congelada tras la suspensión del Tribunal Constitucional, es el polémico euro por receta. Fernández-Lasquetty no duda de que formaba parte de su marco competencial y define la medida como "conveniente pa-ra ajustar la dispensación de fármacos a las necesidades reales del paciente". En los 22 días que estuvo vigente significó un ahorro de 4,5 millones de euros, no sólo por la tasa en sí, "sino por lo que se redujo el gasto en dispensación de fármacos". De haberse mantenido durante todo 2013, "hubiera significado un ahorro adicional en farmacia de 70 millones". La pelota está ahora, como otras tantas de carácter sanitario, en el tejado del TC, "que suspendió la norma sin entrar en el fondo del asunto", matiza Fernández-Lasquetty. Madrid acatará su decisión, pero es optimista: "Creemos que nos darán la razón". Parece que la consejería no pagará los ahorros perdidos: "Hacienda no nos ha pedido un esfuerzo adicional; está supliendo ese ahorro a través de vías no sanitarias".

Se ha tratado "hasta el final" de evitar jubilaciones

El Plan autonómico de Recursos Humanos se ha malinterpretado en parte, según el consejero: "Se le ha dado un significado que no tiene: no es nada nuevo, sólo establece procedimientos para aplicar medidas ya previstas en las leyes". Así, ni la reordenación de efectivos ni la jubilación de profesionales "son un invento de este plan". Había capítulos que, de facto, ya se estaban aplicando: "Ahora sólo les damos formalidad". El consejero ha aprovechado para dejar un recado a los sindicatos: "Soy comprensivo, pero había muchísimo más grado de acuerdo que el que sus comunicados dan a entender". Las jubilaciones, comunicadas la semana pasada, han sido una última opción: "Hemos tratado de evitarlo; ahora era inevitable". La medida llega matizada: "Reservamos un 30 por ciento para que algunos sanitarios sigan aportando". Esto no ha impedido las quejas de los sindicatos y del Colegio de Médicos de Madrid, que han criticado la forma (por escrito) en la que se han comunicado los despidos. Un total de 650 profesionales (541 médicos) han pedido la prórroga a su jubilación; uno de cada tres (177) seguirá trabajando.

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