45.000 euros de indemnización
La ejecución de una sentencia debe cumplir toda la condena
Un juez da quince días al Servicio Canario de Salud para emitir una orden de cese de cualquier actividad contra la integridad de un facultativo.
S.Valle | soledad.valle@unidadeditorial.es | 20/05/2013 00:00
El Servicio Canario de Salud (SCS) ha indemnizado con 45.000 euros a un médico especialista por los daños morales debidos a la situación de acoso sufrida en un servicio hospitalario de un hospital de Canarias, de donde, además, fue trasladado y, hace tres meses, ha vuelto a incorporarse. Estas medidas, adoptadas por la Consejería de Sanidad de Canarias,figuran en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia autonómico, que admitió la demanda de un facultativo por acoso. Pero ahí no acaba la condena y, por tanto, tampoco su ejecución.
En la resolución del tribunal autonómico también se obligaba a la Administración a "cursar orden expresa de cese de cualquier práctica o actitud que atentara contra la dignidad e integridad del recurrente", un extremo de la sentencia que todavía no se ha cumplido y que ha motivado un auto del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, resolviendo la obligación del SCS de ejecutar la sentencia también en ese extremo.
En el mismo auto, que el juez ha pronunciado en respuesta a la demanda de ejecución de sentencia que presentó el facultativo afectado, se condena a la Administración a actualizar la indemnización a la que ha sido condenada, debiendo abonar 2.000 euros más al facultativo.
Este es muy probablemente el último capítulo de una batalla judicial ganada pulso a pulso y dilatada en el tiempo, pues el médico demandante interpuso el recurso en vía administrativa a mediados de 2008; llegó al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tras recurrir una sentencia desfavorable a su causa, en 2011, donde obtuvo una resolución firme, que admitía su demanda por acoso.
Sin embargo, el proceso judicial no concluyó con la sentencia a favor del TSJ, pues la Administración se resistía a darla cumplimiento. Así, la Consejería emitió una orden en la que reconocía la imposibilidad de reponer al facultativo en su puesto, alegando el artículo 105.2 y 3 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa-administrativa, es decir, "por concurrir causas de imposibilidad material".
El juez anuló la citada orden mediante un auto, en el que reprochaba que la Administración actuara con "la finalidad de eludir el cumplimiento" de la sentencia.
Destino: todo el SCS
Ahora la Consejería de Sanidad canaria tiene hasta finales de esta semana para dar cumplimiento a la sentencia, es decir, para emitir la orden "de cese de cualquier actividad atentoria contra la dignidad e integridad del recurrente" y enviarla a "todos los estamentos del SCS" y hacer el abono de los 2.000 euros, en concepto de los intereses de la indemnización por acoso.
Entre tanto, el médico lleva tres meses reincorporado a su puesto dentro del servicio hospitalario del que fue depuesto. El largo proceso judicial y la resistencia de la Administración a cumplir la resolución judicial habría retrasado su incorporación más de un año y medio. Sin embargo, el facultativo afectado, en declaraciones a Diario Médico, admite estar satisfecho con el resultado final y considera necesario que el Servicio Canario de Salud emita la orden solicitada para sensibilizar y alertar a todo el sistema público canario sobre el problema del acoso laboral, "que lo que me ha pasado a mi no ocurra más".
En la resolución del tribunal autonómico también se obligaba a la Administración a "cursar orden expresa de cese de cualquier práctica o actitud que atentara contra la dignidad e integridad del recurrente", un extremo de la sentencia que todavía no se ha cumplido y que ha motivado un auto del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, resolviendo la obligación del SCS de ejecutar la sentencia también en ese extremo.
- El auto obliga a la Administración a "cursar una orden expresa de cese de cualquier práctica o actitud que atente contra la dignidad e integridad del médico"
En el mismo auto, que el juez ha pronunciado en respuesta a la demanda de ejecución de sentencia que presentó el facultativo afectado, se condena a la Administración a actualizar la indemnización a la que ha sido condenada, debiendo abonar 2.000 euros más al facultativo.
Este es muy probablemente el último capítulo de una batalla judicial ganada pulso a pulso y dilatada en el tiempo, pues el médico demandante interpuso el recurso en vía administrativa a mediados de 2008; llegó al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tras recurrir una sentencia desfavorable a su causa, en 2011, donde obtuvo una resolución firme, que admitía su demanda por acoso.
Sin embargo, el proceso judicial no concluyó con la sentencia a favor del TSJ, pues la Administración se resistía a darla cumplimiento. Así, la Consejería emitió una orden en la que reconocía la imposibilidad de reponer al facultativo en su puesto, alegando el artículo 105.2 y 3 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contenciosa-administrativa, es decir, "por concurrir causas de imposibilidad material".
El juez anuló la citada orden mediante un auto, en el que reprochaba que la Administración actuara con "la finalidad de eludir el cumplimiento" de la sentencia.
Destino: todo el SCS
Ahora la Consejería de Sanidad canaria tiene hasta finales de esta semana para dar cumplimiento a la sentencia, es decir, para emitir la orden "de cese de cualquier actividad atentoria contra la dignidad e integridad del recurrente" y enviarla a "todos los estamentos del SCS" y hacer el abono de los 2.000 euros, en concepto de los intereses de la indemnización por acoso.
Entre tanto, el médico lleva tres meses reincorporado a su puesto dentro del servicio hospitalario del que fue depuesto. El largo proceso judicial y la resistencia de la Administración a cumplir la resolución judicial habría retrasado su incorporación más de un año y medio. Sin embargo, el facultativo afectado, en declaraciones a Diario Médico, admite estar satisfecho con el resultado final y considera necesario que el Servicio Canario de Salud emita la orden solicitada para sensibilizar y alertar a todo el sistema público canario sobre el problema del acoso laboral, "que lo que me ha pasado a mi no ocurra más".
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