"No es un problema de modelo, sino de dinero para poder abordarlo", Rodríguez Sendín defiende el modelo sanitario español en el Congreso de la SEMG
Zaragoza (25-26/05/2013) - Silvia C. Carpallo
Diversos expertos debaten si realmente el sistema sanitario es tan insostenible como se vende, y si hay realmente hay una opción que con la inversión actual pueda arrojar mejores resultados en salud. De esta manera se expone que el debate se ha economizado y se ha perdido de vista cuestiones básicas para la profesión médica
¿Es realmente necesario cambiar el modelo sanitario? Sí, la situación económica de la Sanidad española es critíca, pero ¿es un problema de modelo o de financiación? Esa es la pregunta que diversos expertos se hacían durante una de las mesas del XX Congreso de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. "No es un problema de modelo, sino de dinero para poderlo abordar", esa era la respuesta firme que realizaba Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Média Colegial. En su opinión, es totalmente falso que el sistema sea insostenible, sino que el problema es que "no tenemos suficiencia presupuestaria". Ese esfuerzo presupuestario tampoco puede pedirse a los ciudadanos, que "no es que no quieran, es que no van a poder acceder a la Sanidad a no ser que la garantice en Estado", con los sueldos actuales y el aumento del paro. Tal y como explicaba Rodríguez Sendín, lo que realmente ha pasado es que "la deuda que las CC.AA. han cargado a la Sanidad, tras una mala planificación es elevada", y ese es el asunto sobre el que habría que reflexionar, en una clara apuesta por volver a los presupuestos finalistas.
Por lo tanto, cuando surgen propuestas en búqueda de una mayor eficiencia, "tenemos que saber muy bien de lo que se está hablando", es decir, de si el objetivo va a seguir siendo la calidad de la asistencia sanitaria y unos buenos resultados en salud, o si el objetivo va a ser económico, bien sea para ahorrar costes al sistema, o bien, para sacar beneficios del mismo.
Ese era precisamente el otro punto clave en la ponencia del presidente de la OMC, dejar claro que el ánimo de lucro, no es que sea "malo", pero "mezcla mal con la Sanidad". Según sus palabras, "el ánimo de lucro puede cambiar el profesionalismo, pero el profesionalismo no puede cambiar el ánimo de lucro", y es por eso por lo que hay que delimitar muy bien las reglas de juego.
Su apuesta, por tanto, no es la de un cambio de modelo, pero sí la de mejorar el existente para hacerlo más eficiente. Así proponía tener sensatez para defender lo esencial, reformas para "hacer lo que sabíamos que había que hacer, y ahora ya no queda más remedio" y mirar a la siguiente generación para cambiar las reglas del juego. Entre esos cambios, incluye cambiar el estatuto del servicio público de salud, que si bien no funciona bien dentro del modelo funcionarial, tampoco debe traducirse hacia un cambio radical laboral puro.
Nuevos modelos en el territorio español
Benjamín Abarca, presidente de la SEMG, abría el turno de palabra para aquellas experiencias autonómicas que estaban experimenado con nuevos modelos de gestión, no sin antes reflexionar que lo que suele ocurrir en estas propuestas es que "no se consulta a los profesionales, somos meros espectadores, y sin embargo luego se nos pide nuestra colaboración para el éxito de los mismos".
Las unidades de hospitalización polivalente, o el modelo de funcionamiento de las agencias públicas empresariales sanitarias en Andalucía eran parte de los ejemplos que Diego Vargas, presidente de SEMG Andalucía, traía al debate. Si bien se trataba de un modelo más hospitalario, los buenos resultados obtenidos, hacen pensar en su posible extrapolación a la Atención Primaria.
El debate llegaba en la confrontación del modelo EBA de Cataluña, defendido por Franciso Hernández Iglesias, subdirector de la Cátedra UFP-SEMG de Medicina de Familia y Economía de la Salud, y de la actual reforma del modelo sanitario en la Comunidad de Madrid, visto desde un punto de vista más crítico por Franciso José Saez Martínez, coordinador del grupo de gestión de SEMG. Si bien el primero defendía que este modelo tenía buenos resultados, con ciertos ahorros, y con una mayor satisfacción del personal y de los pacientes, el segundo explicaba que la principal diferencia entre Madrid y Cataluña "es que se va a hacer la experiencia en vivo", es decir, no con centros de nueva creación, sino con los ya existentes, con los consiguientes problemas y despidos de los profesionales.
Si bien se mostraba mucho más crítico con el modelo general, sobre todo a nivel hospitalario, en el caso de los centros de salud, "la hoja de ruta no estaría mal si al menos tuviera una serie de líneas rojas".
Así, Saez Martínez manifestaba que el verdadero problema en este debate de modelos es que se está desincentivando a los profesionales, "a eso llevan los experimentos sanitarios". Es decir, que en medio de todo ese debate político y económico se ha perdido el horizonte, y ya no se habla de calidad, ni de asistencia, ni se piensa en como ayudar al paciente.
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