domingo, 19 de mayo de 2013

VI Edición del FIEM :: El Médico Interactivo :: La ‘Declaración de San Miguel’ recoge las principales conclusiones para asumirlas como políticas del Foro Iberoamericano

:: El Médico Interactivo :: La ‘Declaración de San Miguel’ recoge las principales conclusiones para asumirlas como políticas del Foro Iberoamericano

La ‘Declaración de San Miguel’ recoge las principales conclusiones para asumirlas como políticas del Foro Iberoamericano


Madrid (18-20/05/2013) - Redacción

Los participantes en la VI Edición del FIEM elaboraron esta Declaración, que incluye una serie de recomendaciones para ser adoptadas por este organismo en sus políticas destinadas al impulso de la Medicina de calidad, de la adecuada atención y protección de los derechos de los médicos

Los representantes de las organizaciones médicas de América Latina, el Caribe y la Península Ibérica, agrupados en el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas, reunidos recientemente en la isla de Azores (Portugal) han elaborado la Declaración de San Miguel, tras haber analizado temas relevantes para la práctica médica en un marco de desigual desarrollo de los países de la región y crisis de los sistemas sanitarios en la casi totalidad de los mismos.

Por lo expuesto, y como forma de impulsar la Medicina de calidad, la adecuada atención para los ciudadanos y la protección de los derechos de los profesionales médicos, la VI edición del FIEM ha declarado y recomendado a sus organizaciones la adopción del contenido de dicha Declaración, que incluye nueve propuestas:

La primera de ellas es la de adoptar para sus organizaciones, difundir entre los médicos de su país y vigilar el cumplimiento en la práctica médica de los principios incluidos en la 'Guía de ética médica de Iberoamérica', adoptada por el FIEM en esta reunión.

La segunda, impulsar la implementación de programas de atención al médico enfermo tal como funcionan en Portugal, España y Argentina (PAIM, PAIME), que tienen entre sus objetivos no sólo mejorar la salud de los profesionales médicos, sino también la calidad de los servicios sanitarios a través de la recuperación de los médicos afectados por su ejercicio profesional. El síndrome de 'burnout' (quemado), el desgaste por empatía y el 'mobbing' deben ser considerados una enfermedad profesional y consecuentemente contar con el marco jurídico adecuado que como tal los contenga.

La tercera, participar en la elaboración de un estudio comparativo de los sistemas de previsión social (enfermedad, invalidez, previsión, jubilación/aposentadoría) con que cuentan los médicos en los diferentes países de Iberoamérica.

La cuarta, transmitir a los gobiernos, a la población y a los profesionales de los países de Iberoamérica que en la aplicación de tecnologías sanitarias no se puede aceptar racionamientos que discriminen en forma negativa la atención a los más desfavorecidos. Aceptar limitaciones a la solidaridad en salud es contribuir a aumentar las desigualdades sociales y favorecer la existencia de una Medicina para ricos y otra para pobres.


Obligación del médico ante las tecnologías
La quinta, la defensa de la obligación profesional y ética del médico de definir las medidas para identificar rigurosamente las tecnologías efectivas y los términos de su adecuada aplicación y evaluación eficiente, con criterios de racionalidad profesional y técnica, priorizando los intereses de los pacientes y el erario público sobre los de los proveedores y la industria

La sexta, integrar el Observatorio profesional creado por el FIEM que tiene como objetivo realizar, en coordinación con las autoridades y entidades gubernamentales o no-gubernamentales responsables, un estudio y seguimiento de los casos de niños y menores entregados en adopción en cada país; así como estudiar y elaborar conclusiones del papel o rol del médico y de los colectivos profesionales médicos en el proceso de adopción (entrega o recepción). El rechazo colectivo al tráfico de menores y a las adopciones ilegales obliga a los médicos de Iberoamérica a cumplir un rol activo en el combate de estas prácticas aberrantes.

La séptima, que con el objetivo de defender la seguridad de los pacientes, exigir a los poderes respectivos que la expedición de la licencia para la práctica de la medicina y los procesos conducentes a la recertificación deben ser atribución de las organizaciones profesionales representativas de los médicos, que son las únicas autoridades competentes para ello.

La octava supone manifestar la preocupación del FIEM por la situación de la calidad de la educación médica continua en sus países.

Y la novena, adoptar como políticas y posiciones del Foro las conclusiones a las que llegaron las diferentes mesas de trabajo durante su VI Encuentro.

Esta declaración es fruto  de los trabajos presentados en Azores por los representantes de las 19 organizaciones médicas de que conforman el FIEM: España, Portugal y las 17 organizaciones médicas de Latinoamérica y del Caribe: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

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