lunes, 27 de mayo de 2013

Murcia cierra su ente de gestión hospitalaria y asumirá los centros - DiarioMedico.com

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Plan de recortes


Murcia cierra su ente de gestión hospitalaria y asumirá los centros



Murcia ha dado por finiquitado el modelo de gestión y financiación para construir infraestructuras sanitarias que venía funcionando desde 2005 mediante la empresa pública Gestora de Infraestructuras Sanitarias de la CAR.


Pilar Laguna | Murcia   |  27/05/2013 00:00







Hospital de Los Arcos, en el Mar Menor.

Hospital de Los Arcos, en el Mar Menor. (Pilar Laguna)




Murcia ha dado por finiquitado el modelo de gestión y financiación para construir infraestructuras sanitarias que venía funcionando desde 2005 mediante la empresa pública Gestora de Infraestructuras Sanitarias de la CARM (Giscarmsa). Y lo hace dentro del plan de recortes que se ha llevado por delante a varias sociedades satélite del Gobierno regional -entre ellas, las fundaciones Parque Científico y AlzheimUr-, aunque esta entidad mercantil de capital público tenía tarea encomendada por el Servicio Murciano de Salud (SMS) para los próximos 30 años por convenios específicos de arrendamiento operativo.

Si bien la oposición política y algunos sindicatos enarbolaban la sospecha de que tras Giscarmsa había afanes privatizadores de la sanidad regional, los hechos no parecen darles la razón. Tras algunos titubeos sobre el futuro de Giscarmsa            -hace unos meses se habló de inyectar capital privado- la decisión final ha sido echar el cerrojo y que los dos hospitales explotados por la gestora pasen a manos del SMS. El Gobierno regional ha decidido retrasar hasta septiembre el ERE presentado hace unos días ante los múltiples trámites técnicos y jurídicos que quedan por resolver.

  • Giscarmsa recibió créditos del Banco Europeo de Inversiones y de dos entidades financieras, que ahora será difícil cambiar de titularidad, de privada a pública


Sanidad siempre ha defendido el grado de eficiencia de este modelo de gestión público tanto durante la construcción de los hospitales Santa Lucía (Cartagena) y Los Arcos (Mar Menor), como por la posterior explotación de sus servicios no sanitarios, con un alto grado de cumplimiento de los fines previstos. Este modelo concesionario se encomendó a una sociedad anónima con capital enteramente público. Y aunque perfilado a imagen y semejanza de la asturiana Gispasa, en el Principado no han puesto en marcha aún los hospitales Universitario Central de Asturias y Álvarez-Buylla, mientras que Giscarmsa adelantó año y medio la entrega de los suyos al SMS.

Desde la creación de Giscarmsa hasta la puesta en marcha de los hospitales la gerencia de la empresa pública estuvo a cargo de Inocencia Gómez, que antes ocupaba la Secretaría General Técnica del SMS. Poco después de las inauguraciones hospitalarias, en agosto de 2011, la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, decidió que la relevara José Antonio García, ingeniero técnico industrial que sigue ocupando ese cargo.


Dificultades
La desaparición de Giscarmsa, por un plumazo de la Consejería de Hacienda -se cree que para poder ahorrar un millón al año-, no va a ser fácil. Hay que disolver una empresa, pero también resolver cierto galimatías jurídico y económico, teniendo en cuenta que recibió créditos por 150 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otros 20 millones de dos entidades financieras. El dinero no se prestaba al SMS sino a Giscarmsa, y cambiar la titularidad de los préstamos podría empeorar sus condiciones. Entre otras vicisitudes hay una controversia sobre el IVA, que está pendiente en el Tribunal Económico Administrativo Central; la empresa comienza a deber 25 millones a los proveedores y el SMS ya les adeuda 50.

Los defensores de este modelo de gestión alaban la eficiencia de sus herramientas informáticas exclusivas, lo que permite conocer el gasto al céntimo y al minuto; la certera planificación de las actuaciones y los estándares de calidad pactados en los contratos externos; la gestión privada por una empresa pública sin ánimo de lucro, y la austeridad en medios humanos para cumplir sus objetivos.

Los detractores sostienen que Giscarmsa encarece los servicios, especialmente la hostelería. En su día denunciaron que el menú diario del Hospital Santa Lucía cuesta al SMS 21,40 euros, mientras que el del Hospital del Rosell ronda los 10 euros, que cobra la empresa que provee de materiales y alimentos. Se calcula que añadiendo los costes de unos 60 empleados de cocina, agua, luz, y amortizaciones que paga el SMS, el menú rozaría los 60 euros.


Adiós a la auditoría permanente


A priori no parece que el SMS pueda mantener la auditoría que Giscarmsa ejercía hasta ahora sobre los servicios no sanitarios de los hospitales de Santa Lucía y Los Arcos. Los responsables de la sanidad regional no han accedido a responder preguntas sobre las circunstancias del cierre de Giscarmsa y la forma en que se gestionarán ambos hospitales a partir de ahora. Sólo a través de un portavoz han señalado "que la empresa ya es prescindible porque su principal labor era la puesta en marcha de los centros sanitarios y el inicio de los contratos, que han sido beneficiosos para el SMS y han supuesto un gasto menor". Esta fuente asegura que se mantendrá la filosofía de Giscarmsa en las condiciones actuales y "que se irá adaptando a las nuevas formas del SMS", aunque reconoce que es un proceso complejo y que la adaptación al modelo sanitario regional "todavía está en estudio".


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