ACTIVADORES CELULARES para MEJORAR RESULTADOS
La terapia celular debe volver al laboratorio sin olvidarse de la clínica
Con la vista puesta en el futuro, la Clínica Universidad de Navarra ha celebrado su 50 aniversario. La terapia celular y génica, la enfermedad cardiovascular y el cáncer son campos en los que se están obteniendo grandes beneficios por la conjunción de investigación básica y clínica, y, aunque aún queda mucho por hacer, se está avanzado de forma coordinada.
Clara Simón Vázquez. Pamplona | 19/03/2012 00:00
La investigación en terapia celular se está trasladando a la clínica, pero el desarrollo de ensayos clínicos es complicado, debido a su alto coste. Se trata de una terapia segura y que ofrece beneficios, pero debe apoyarse más en los estudios en el laboratorio. En la Clínica Universidad de Navarra llevan varios años trabajando con terapia celular, y el director del Área Celular de dicho centro, Felipe Prósper, se muestra optimista con su futuro "Es bueno, pero hay que mostrar con ensayos clínicos complejos que las células madre son eficaces en las enfermedades cardiovasculares".
A lo largo de estos años se ha visto que cuando se infunden células madre en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio existen mecanismos indirectos mediados por citocinas y factores de crecimiento que contribuyen a la capacidad endógena del corazón para regenerarse. También puede haber algún mecanismo por el que el propio corazón reclute células madre de otras zonas del cuerpo; "son cuestiones que hay que ir resolviendo", apunta Prosper.
Así, los retos futuros pasan por entender mejor cómo fucionan las células madre y por desarrollar nuevas estrategias que hagan que sean más eficaces. "Para eso hay que volver al laboratorio sin olvidar la clínica".
Ingeniería tisular
Uno de los campos donde está trabajando el grupo de la CUN es en ingeniería tisular, "en el desarrollo de matrices que permitan a las células madre estar más tiempo en la zona dañada". Los trabajos preclínicos están dando buenos resultados; "hay que ver qué pasa en los pacientes".
En esta misma línea se ha manifestado Damián García Olmo, responsable de la Unidad de Terapia Celular del Hospital La Paz, de Madrid, quien piensa que el futuro de la terapia celular es bueno, pero hay que mejorar algunos aspectos. El grupo de García Olmo trabaja en fístulas de pacientes con enfermedad de Crohn.
Una de las opciones que plantea el cirujano es utilizar dosis mayores de células madre en las infusiones y poderlas emplear junto con factores de crecimiento que favorezcan la cicatrización.
Como han demostrado que tienen un buen perfil de seguridad, "nos planteamos la posibilidad de repetir la administración de células. Las células madre son el único medicamento que se da en una sola dosis, y nos debemos plantear qué ocurre cuando damos varias, si podremos llegar a conseguir mejores resultados".
También hay que trabajar en reducir la mortalidad celular dentro del quirófano y la posibildad de emplear activadores celulares.
Todos estos aspectos se valorarán en el ensayo que tiene en marcha su grupo con la CUN en el que se tiene previsto doblar la dosis de células madre infundidas y aumentar su número.
Terapia génica
Con respecto a la terapia génica, Jesús Prieto, del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), y José Antonio Bueren, de la División de Hematopoyesis y Terapia Génica del Ciemat, han destacado la seguridad que ofrecen los nuevos vectores virales.
Prieto ha destacado la puesta en marcha de un ensayo clínico con terapia génica para la porfiria aguda intermitente en el que participan Digna Biotech, la CUN, Amsterdam Molecular Therapeutics, Stock-holms Läns Landsting, Deutsches Krebsforschung-szentrum y el Servicio Madrileño de Salud.
Por su parte, el grupo de Bueren ha recibido la aprobación de la EMA para trabajar en un ensayo con anemia de Fanconi.
Nicholas L. Russo, de la Clínica Mayo, en Rochester, ha destacado en su intervención en el Simposio 50 Aniversario de la CUN, Mirando hacia el futuro, la importancia de conocer mejor el ciclo celular, sobre todo el de las cinasas. "Hemos visto que la sobreexpresión de Cdc25 está implicada en la citogénesis hepáticas". Además, los diferentes trabajos en modelo murino han puesto de manifiesto que los colangiocitos son necesarios para la función normal del hígado y que se expresan en los cilios celulares, "circunstancia que es de gran importancia para el manejo de las enfermedades hepatorrenales con presencia de fibrosis".
A lo largo de estos años se ha visto que cuando se infunden células madre en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio existen mecanismos indirectos mediados por citocinas y factores de crecimiento que contribuyen a la capacidad endógena del corazón para regenerarse. También puede haber algún mecanismo por el que el propio corazón reclute células madre de otras zonas del cuerpo; "son cuestiones que hay que ir resolviendo", apunta Prosper.
Así, los retos futuros pasan por entender mejor cómo fucionan las células madre y por desarrollar nuevas estrategias que hagan que sean más eficaces. "Para eso hay que volver al laboratorio sin olvidar la clínica".
Ingeniería tisular
Uno de los campos donde está trabajando el grupo de la CUN es en ingeniería tisular, "en el desarrollo de matrices que permitan a las células madre estar más tiempo en la zona dañada". Los trabajos preclínicos están dando buenos resultados; "hay que ver qué pasa en los pacientes".
En esta misma línea se ha manifestado Damián García Olmo, responsable de la Unidad de Terapia Celular del Hospital La Paz, de Madrid, quien piensa que el futuro de la terapia celular es bueno, pero hay que mejorar algunos aspectos. El grupo de García Olmo trabaja en fístulas de pacientes con enfermedad de Crohn.
Una de las opciones que plantea el cirujano es utilizar dosis mayores de células madre en las infusiones y poderlas emplear junto con factores de crecimiento que favorezcan la cicatrización.
Como han demostrado que tienen un buen perfil de seguridad, "nos planteamos la posibilidad de repetir la administración de células. Las células madre son el único medicamento que se da en una sola dosis, y nos debemos plantear qué ocurre cuando damos varias, si podremos llegar a conseguir mejores resultados".
También hay que trabajar en reducir la mortalidad celular dentro del quirófano y la posibildad de emplear activadores celulares.
Todos estos aspectos se valorarán en el ensayo que tiene en marcha su grupo con la CUN en el que se tiene previsto doblar la dosis de células madre infundidas y aumentar su número.
Terapia génica
Con respecto a la terapia génica, Jesús Prieto, del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), y José Antonio Bueren, de la División de Hematopoyesis y Terapia Génica del Ciemat, han destacado la seguridad que ofrecen los nuevos vectores virales.
Prieto ha destacado la puesta en marcha de un ensayo clínico con terapia génica para la porfiria aguda intermitente en el que participan Digna Biotech, la CUN, Amsterdam Molecular Therapeutics, Stock-holms Läns Landsting, Deutsches Krebsforschung-szentrum y el Servicio Madrileño de Salud.
Por su parte, el grupo de Bueren ha recibido la aprobación de la EMA para trabajar en un ensayo con anemia de Fanconi.
Ciclo celular
Nicholas L. Russo, de la Clínica Mayo, en Rochester, ha destacado en su intervención en el Simposio 50 Aniversario de la CUN, Mirando hacia el futuro, la importancia de conocer mejor el ciclo celular, sobre todo el de las cinasas. "Hemos visto que la sobreexpresión de Cdc25 está implicada en la citogénesis hepáticas". Además, los diferentes trabajos en modelo murino han puesto de manifiesto que los colangiocitos son necesarios para la función normal del hígado y que se expresan en los cilios celulares, "circunstancia que es de gran importancia para el manejo de las enfermedades hepatorrenales con presencia de fibrosis".
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